EEUU y la UE se mueven para impedir que Microsoft cierre la mayor compra de la historia de los videojuegos
La compra del estudio de videojuegos Activision Blizzard por parte de Microsoft batió todos los récords en enero de 2022. La adquisición, cerrada en 69.000 millones de dólares (unos 65.000 millones de euros), no solo fue la mayor operación del sector de los videojuegos sino una de los mayores desembolsos para adquirir una sola empresa de la historia. Tras casi un año de análisis, las autoridades de competencia de EEUU, la UE y el Reino Unido se mueven para bloquear la compra al entender que daría demasiado poder a Microsoft y a su sistema Xbox tanto en el campo de las videoconsolas como en el de juego en la nube, perjudicando a los consumidores.
El proceso de adquisición ha empezado a correr serio peligro este jueves. La Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés) de Estados Unidos ha anunciado que presentará una demanda para bloquear la compra. “Buscamos impedir que Microsoft logre el control del mayor estudio independiente de juegos y dañe la competencia en varios mercados de videojuegos dinámicos y de rápido crecimiento”, ha explicado en un comunicado Holly Vedova, la directora de la oficina de Competencia del organismo.
La FTC argumenta que Microsoft ha limitado el acceso desde los sistemas de la competencia a los títulos de los 30 estudios de videojuegos que ya posee. Activision Blizzard es la desarrolladora de algunas de las sagas más populares de la historia de los videojuegos, como 'Call of Duty', 'World of Warcraft', 'Diablo' y 'Overwatch', que se ofrecen en distintas plataformas. Si Microsoft se hace con el control del estudio podría hacer que solo estuvieran disponibles para Xbox, advierte el organismo estadounidense.
Con el control de las franquicias más exitosas de Activision, Microsoft tendría tanto los medios como los motivos para perjudicar a la competencia
“Con el control de las franquicias más exitosas de Activision, Microsoft tendría tanto los medios como los motivos para perjudicar a la competencia manipulando los precios de Activision, degradando la calidad de los juegos de Activision o la experiencia de los jugadores en consolas y servicios rivales, cambiando las condiciones y el calendario de acceso a los contenidos de Activision o reteniendo por completo los contenidos de los competidores, lo que perjudicaría a los consumidores”, afirma la FTC.
La FTC ha sido el primer regulador en mover ficha para paralizar definitivamente la compra, pero Bruselas también la está estudiando en profundidad. A principios de noviembre la Comisión Europea anunció que había detectado los mismos riesgos que ahora señala la FTC y que someterá la operación a un mayor escrutinio y llamará a declarar a varios altos ejecutivos de Microsoft.
“La investigación preliminar de la Comisión muestra que la transacción puede reducir significativamente la competencia en los mercados de distribución de videojuegos para consolas y PC, incluidos los servicios de suscripción multijuego y/o los servicios de streaming de juegos en la nube, y de sistemas operativos para PC”, expresó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
La decisión definitiva de Bruselas llegaría en marzo de 2023. El regulador de competencia británico fue el primero en mover ficha, anunciando una “fase dos” de la investigación sobre la adquisición en septiembre, aunque por el momento no ha denunciado el proceso ante los tribunales.
Compartir el negocio de 'Call of Duty'
En los últimos meses Microsoft ha hecho movimientos para mostrar su buena voluntad a los reguladores. El principal ha sido ofrecer el acceso a los videojuegos de la saga 'Call of Duty' a Sony, de forma que estos serían jugables desde el sistema PlayStation durante al menos 10 años. También ha realizado una oferta similar a Nintendo. 'Call of Duty' es uno de los títulos que más beneficios genera de todo el sector y uno de esos que son capaces de mover la decisión de los consumidores hacia comprarse una videoconsola u otra.
De cerrarse la compra, Microsoft se convertiría en un gigante de la industria, aunque no superaría el volumen de negocio de Sony de inmediato. Tampoco el de la china Tencent, que domina el mercado asiático y tiene a su vez una fuerte presencia a nivel internacional.
Confiamos plenamente en nuestro caso y agradecemos la oportunidad de presentarlo ante los tribunales
Brad Smith, el presidente de Microsoft, ha declarado que la multinacional sigue firme en su propósito de hacerse con el estudio de videojuegos. Asegura que Microsoft está “comprometida desde el primer día a abordar los problemas de competencia, incluso ofreciendo a principios de esta semana propuestas de concesiones a la FTC”.
Smith añade que su compañía está convencida de la legalidad de la transacción y no tendrá problemas para defenderla ante los jueces. “Aunque creíamos que había que dar una oportunidad a la paz, confiamos plenamente en nuestro caso y agradecemos la oportunidad de presentarlo ante los tribunales”.
Avalancha de adquisiciones
La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft llegó en medio de unas semanas caracterizadas por una serie de compras milmillonarias por parte de los gigantes del sector. Entre ellas destacó la adquisición de Bungie (desarrolladora de 'Halo' o 'Destiny') por parte de Sony por 3.200 millones de dólares; o los 11.000 millones que pagó Take-Two Interactive (una empresa que ya posee los estudios que desarrollan la saga GTA o NBA 2K) por Zynga (conocida por sus juegos para móviles, como 'Farmville').
“Esta concentración suele ocurrir siempre en todas las industrias, no es exclusiva del videojuego. El sector estaba muy atomizado”, explicó a este medio Curro Rueda, vicepresidente de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV). El mayor riesgo para la competencia es, en su opinión, que los gigantes de la industria se hiciesen también con el dominio de los motores de software que se usan para crear videojuegos, algo que no ha ocurrido y que sí les daría una posición de dominio absoluto en toda la cadena de valor.
5