Facebook cierra su semana más negra al perder un tercio de su valor en Bolsa

La digitalización pandémica impulsó como nunca antes el valor de las multinacionales tecnológicas durante meses, un impulso que Facebook ha dilapidado en una semana. Los últimos siete días han sido los más negros a nivel económico de la corporación de redes sociales en sus 18 años de historia. Ha perdido un tercio de su valor en bolsa, más de 270.000 millones de dólares, superior al PIB de Portugal, Finlandia o Rumanía. La caída ha arrastrado con ella la fortuna de Mark Zuckerberg, que por primera vez en mucho tiempo ya no es una de las diez personas más ricas del planeta y ahora ocupa el puesto 13º, según Forbes.

Ni siquiera el escándalo de Cambridge Analytica acarreó un batacazo semejante. Ahora las dudas no se centran en su capacidad para mantener a raya las actividades tóxicas en su plataforma, que fueron denunciadas en el Senado de EEUU. Por el contrario, el castigo de los mercados llega porque no se fían de que Facebook (ni Meta, su compañía matriz creada en octubre) sea capaz de mantener el dominio económico del que ha gozado en los últimos años. Los analistas señalan dos motivos: las cada vez mayores trabas que le suponen las normas de privacidad de reguladores y fabricantes, por un lado; y la falta de concreción de su apuesta por el metaverso, por otro.

Todo empezó el miércoles de la semana pasada, en la presentación de resultados de la compañía. Los beneficios de Meta subieron, pero Mark Zuckerberg reconoció varias tendencias preocupantes para su negocio que provocaron el primer gran golpe en bolsa. La compañía perdió en un solo día más de 200.000 millones de valoración, la mayor caída de la historia de los parqués.

Apple, TikTok, Google: los problemas se acumulan

La primera y más apreciable de esas tendencias, que ha hecho que Facebook pierda 10.000 millones de beneficios en la recta final de 2021 y seguirá afectándola duramente 2022, son las nuevas medidas de privacidad de Apple. “Con los cambios de Apple y la nueva regulación en Europa, hay una clara tendencia a que haya menos datos disponibles para ofrecer anuncios personalizados”, admitía Zuckerberg, confesando a los inversores que está “reconstruyendo gran parte de su infraestructura de anuncios” debido a este problema.

Pero esos beneficios de Meta no se han volatilizado, sino que han aparecido en otra cuenta de resultados. En la de Google, concretamente. Los anuncios por búsqueda de comercios electrónicos, que fue el sector donde la corporación de redes sociales sufrió la mayor caída de ingresos en el último cuatrimestre de 2021, fue a su vez la que más aumentó en Google. “Creemos que el negocio de Google podría haberse beneficiado de que servicios como el nuestro se enfrentan a un conjunto diferente de restricciones de Apple”, afirmó el director financiero de Meta en la presentación de resultados.

La competencia de Facebook es dura. No solo en el terreno de los anuncios sino también en el del formato. El vídeo corto es el preferido por los usuarios y ahí los servicios de Zuckerberg van a rebufo. “Nos enfrentamos a un competidor en TikTok que es mucho más grande, por lo que nos tomará un tiempo ponernos al día”, dijo el fundador de Facebook. Su corporación ha contraatacado haciendo que Instagram copie casi todas las funciones de la red china y de prioridad al vídeo, lo que puede frenar el trasvase de usuarios pero parece difícil que baste para ganar a TikTok en su terreno.

Por último pero no menos importante, el último trimestre de 2021 fue el primero en el que Facebook perdió usuarios de toda su historia. Fue solo un millón de los más de 3.000 que tiene en total, pero los inversores teme que suponga el primer indicio de que las plataformas de Zuckerberg estén cerca de su techo después de 18 años de crecimiento ininterrumpido.

Conflicto con Europa

Todo esto fue a peor en el inicio de esta semana. En una comunicación enviada al regulador bursátil estadounidense, la SEC, Meta afirmó que “es probable” que se lleve Facebook e Instagram de Europa debido a la inseguridad jurídica en el envío de información personal a EEUU.

Se trata de un movimiento de presión tanto a la administración estadounidense como a la de la UE para que lleguen a un nuevo acuerdo para la transferencia de datos personales entre ambos bloques que remplace al Privacy Shield (Escudo de Privacidad). Este protocolo bilateral fue anulado por el TJUE en 2020 y Meta, que ha continuado con el envío de información pese a la ausencia de un marco específico que lo ampare, pide uno nuevo antes de sufrir multas o sanciones por esta práctica.

Sin embargo, la amenaza de apagar Facebook e Instagram en Europa si eso no sucede ha caído en saco roto. La UE ha respondido de manera firme (“Unidos, no nos intimidará algo así”, ha afirmado el ministro de Economía alemán; “Los gigantes digitales deben entender que Europa resistirá y afirmará su soberanía”, ha dicho su homólogo francés) y la corporación ha tenido que matizar los comentarios a la SEC.

No queremos retirarnos de Europa. Pero la realidad es que Meta depende de las transferencias de datos entre la UE y EEUU

“No deseamos en absoluto retirarnos de Europa; por supuesto que no. Pero la simple realidad es que Meta, como muchas otras empresas, organizaciones y servicios, depende de las transferencias de datos entre la UE y Estados Unidos para poder operar nuestros servicios globales”, ha manifestado Markus Reinisch, vicepresidente de Políticas Públicas para Europa de Meta.

La multinacional aclara que no se va a ir de Europa y que son muchas las empresas en su situación, pero los mercados volvieron a reaccionar negativamente ante la polémica, puesto que el continente europeo representa una parte muy importante de los ingresos de Meta. Entre el lunes y el martes se dejó casi otro 10% en bolsa, que se suma a la caída que tuvo tras la presentación de resultados. Las acciones de Meta han vuelto a niveles de enero de 2020, antes de los confinamientos que tanto propulsaron su negocio.

Dudas con el metaverso

Todas estas tendencias se suman a un trasfondo de incertidumbre sobre el futuro a medio y largo plazo de la empresa. En 2012 Zuckerberg viró el rumbo de Facebook hacia el Internet móvil y eso le dio una década de crecimiento sin barreras. En octubre de 2021 presentó su idea de metaverso por todo lo alto con el propósito de que fuera el próximo gran giro de tuerca en la experiencia de uso de sus plataformas, pero los inversores no han comprado su optimismo.

“Muchas analistas consideran que la apuesta es prematura”, explica Fernando Castelló Sirvent, profesor de la escuela de negocios ESIC. “También es un tema de la propia distribución en red que requiere este tipo de tecnología y que Meta ropería al erigirse como centralidad. Existe el riesgo de que todo esto no tenga el desarrollo que están planteando”, añade.

Meta ha invertido ya 10.000 millones de dólares en desarrollar las tecnologías de realidad virtual y aumentada necesarias para el nuevo entorno digital que propone Zuckerberg, adelantando que vendrán más desembolsos para avanzar hacia el metaverso. No obstante, ambos campos se encuentran en una fase muy inmadura de su evolución, sin aplicaciones masivas a la vista. La incertidumbre es si la corporación de redes sociales logrará impulsar un metaverso viable mientras se enfrenta a la pérdida de músculo económico ante un terreno cada vez más hostil a la extracción de datos personales que requiere su negocio.