Facebook y Twitter hacen de árbitros sin esperar a sus 'fact-checkers': frenan la difusión de una noticia dudosa de un tabloide sobre Joe Biden

El papel que asumen las redes sociales en la difusión de información ha dado un paso más esta madrugada. Facebook y Twitter han decidido, unilateralmente y antes de la intervención de los medios de verificación independientes con los que trabajan, reducir el impacto de un artículo de dudosa veracidad del tabloide New York Post sobre Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia de EEUU, temiendo que contuviera datos falsos u obtenidos de manera ilegal.

Mientras que Facebook ha reducido su viralidad al igual que hace con los contenidos ya marcados como bulos por sus medios asociados de verificación, Twitter ha ido más lejos e impide que ningún usuario comparta el link a la noticia en su plataforma. “No podemos completar tu solicitud porque Twitter o uno de nuestros socios comerciales ha identificado este vínculo como potencialmente dañino. Visita nuestro Centro de Ayuda para obtener más información”, informa la red social cuando un usuario intenta publicar la noticia.

El contenido elaborado por el New York Post, un tabloide propiedad de Rupert Murdoch, incluye varios emails entre el hijo del candidato demócrata, Hunter Biden, y un empresario ucraniano responsable de una compañía energética. Los emails, según el Post, prueban que Hunter Biden orquestó una reunión entre este empresario y su padre en 2014, cuando este era vicepresidente en el Gobierno de Barack Obama.

El material que el medio de comunicación utilizó como base de la noticia, el disco duro de un ordenador propiedad de Hunter Biden, fue proporcionado por Rudy Giulani, abogado personal de Donald Trump y ex alcalde de Nueva York. Según el New York Post, Giuliani se hizo con él gracias al dueño de una tienda de informática del estado de Delaware, donde residen los Biden. El ordenador habría llegado allí para ser reparado pero nadie lo reclamó a lo largo de los años, según la versión del dueño de la tienda, al que el New York Post no identifica.

Twitter ha afirmado que el artículo viola sus reglas contra el contenido hackeado. “Esta política, establecida en 2018, prohibe el uso de nuestro servicio para distribuir obtenido sin autorización. No queremos incentivar el hackeo permitiendo que Twitter sea usado para distribuir materiales que posiblemente hayan sido obtenidos ilegalmente”, añade. El artículo del New York Post, explica la red social, no se puede compartir en esta red porque no solo cita el contenido de los emails, sino que los publica íntegros: “Las imágenes contenidas en el artículo incluyen información personal y privada –como direcciones de email y números de teléfono– que violan nuestras reglas”.

Sin embargo, esta explicación ha tardado horas en llegar, durante las cuales los usuarios de Twitter no podían compartir el link de la noticia sin haber sido informados del motivo. Jack Dorsey, fundador y director ejecutivo de la compañía, se ha disculpado más tarde y ha calificado de “inaceptable” la forma en que la red social que dirige ha manejado el asunto.

Facebook también ha dado su versión de los hechos. “Quiero dejar claro que esta historia es susceptible de ser verificada por el equipo de medios independientes socios de Facebook. Mientras tanto, estamos reduciendo su visibilidad en nuestra plataforma”, ha informado Andy Stone, responsable de Comunicación de la red social. “Esto forma parte de nuestro proceso estándar para reducir la difusión de información engañosa. Reducimos temporalmente la difusión mientras se lleva a cabo la difusión de los fact-checkers”, ha continuado.

A raíz del veto de las plataformas, el New York Post ha denunciado en un editorial que “Facebook y Twitter no son redes sociales, son máquinas de propaganda”. La campaña para la reelección de Donald Trump las ha acusado de censura y ha decidido compartir el artículo en sus redes sociales párrafo por párrafo.

Según ha informado el New York Times, las personas próximas al partido republicano que filtraron el material al New York Post han tratado de amenazar a Biden con su publicación para “empañar” la imagen de su hijo. Un portavoz de la campaña del candidato demócrata ha asegurado al Times que su agenda no muestra ninguna reunión con el empresario ucraniano en las fechas en las que el post asegura que se produjo.