Ford está desarrollando una tecnología que permitiría reproducir anuncios personalizados en los vehículos a través de la pantalla o su sistema de audio. Estos se basarían en los datos obtenidos de las conversaciones que se producen en su interior, así como de su destino, su historial de trayectos, su velocidad, el modo de conducción que está utilizando, su nivel de combustible o carga de batería. El sistema se describe con abundante detalle en una solicitud registrada por la compañía ante la Oficina de Patentes de EEUU.
El sistema “puede incluir la determinación de las preferencias del usuario para los anuncios a partir de una o más señales de audio dentro del vehículo y/o datos históricos del usuario”, explica la documentación. “Por ejemplo, esto puede incluir escuchar las conversaciones entre los ocupantes del vehículo. Las conversaciones pueden ser analizadas en busca de palabras clave o frases que puedan indicar hacia dónde viajan los ocupantes”, detalla.
La predicción del destino del vehículo en cada trayecto es uno de los principales objetivos del sistema. “Un tipo de destino como el trabajo o un centro comercial, desempeña un papel en el recuento de anuncios”, expone Ford. Esta información puede usarse para “proporcionar anuncios más relevantes, por ejemplo, si un usuario va a comprar comestibles, mercancías, etc. Además, estos sistemas y métodos ayudan a contrarrestar la inclinación natural de un usuario de buscar anuncios mínimos o ninguno”, adelanta.
Aunque la patente no lo especifica, la documentación presentada por la marca estadounidense apunta a que sería un modelo de inteligencia artificial el que analizaría en tiempo real cuál será el trayecto del usuario. Este se contrastaría con su historial, que también podría utilizar “información obtenida de aplicaciones de terceros”, como aquellas instaladas en el teléfono móvil de los ocupantes, indica Ford, y con los datos recogidos del propio vehículo para hacer publicidad segmentada, teniendo en cuenta aspectos como si se trata de “viaje largo o un viaje a un centro de atención médica”.
“Estos sistemas y métodos pueden programar de forma inteligente duraciones variables de anuncios, con un tiempo de reproducción que busque maximizar los ingresos de la empresa al tiempo que minimiza el impacto en la experiencia del usuario. Se trata principalmente de una implementación de software que utiliza la información existente del vehículo, sin necesidad de hardware adicional”, desarrolla la marca.
Coches autónomos
Ford recalca que los anuncios que se muestren a través de la pantalla o el sistema de audio estos no deben interferir en la seguridad de la conducción. Por eso describe que esta tecnología debe ser capaz de reconocer también el tipo de vía por la que transita el vehículo y su velocidad para determinar qué tipo de publicidad sirve.
No obstante Ford menciona que, en el caso de que el vehículo tenga opciones de conducción automáticas, “una persona sentada en el asiento del conductor es un pasajero durante el funcionamiento autónomo del vehículo”. Por tanto, se le considera también un “ocupante” o “usuario” a fin de mostrarle publicidad.
A partir de ahí, “la publicidad puede presentarse a los usuarios en sus vehículos a través de varios medios. Por ejemplo, algunos pueden presentarse visual o auditivamente mediante un sistema de info-entretenimiento a bordo u otras interfaces”, especifica. Los ingenieros de la marca adelantan que el software también analizaría qué anuncios terminan siendo más efectivos en cada caso para cada usuario para reproducir la misma estrategia en el futuro.
“A modo de ejemplo, si el vehículo circula por una autopista, una carga primaria puede incluir la presentación de un anuncio visual a los pasajeros cada diez minutos a través de la pantalla. Las preferencias del usuario pueden indicar que el pasajero responde positivamente a los anuncios sonoros, por lo que una carga de trabajo secundaria puede ser más frecuente, como presentar anuncios sonoros cada cinco minutos”, propone.
Negocio digital aplicado al automóvil
La patente ha sido registrada por Ford Global Technologies, la subsidiaria especializada en gestionar la propiedad intelectual de la compañía. Esta se encarga también de ofrecer la tecnología de Ford a otros fabricantes y cobrar por los derechos de autor que acarree su uso. Preguntada por elDiario.es por sus planes comerciales para esta tecnología, Ford ha indicado que la solicitud de la patente no determina que vaya a implementar este sistema en el futuro.
“Presentar solicitudes de patente es una parte normal de cualquier empresa fuerte, ya que el proceso protege las nuevas ideas y nos ayuda a construir una sólida cartera de propiedad intelectual”, ha respondido un portavoz oficial. “Las ideas descritas en una solicitud de patente no deben considerarse una indicación de nuestros planes empresariales o de producto. Independientemente de lo que se describa en la solicitud de patente, siempre pondremos al cliente en primer lugar a la hora de tomar decisiones sobre el desarrollo y la comercialización de nuevos productos y servicios”, ha asegurado.
No obstante, no sería la primera vez que un fabricante automovilístico aplica modelos propios del negocio digital. Mercedes-Benz, por ejemplo, limita electrónicamente las capacidades de algunos de sus modelos y cobra una suscripción en caso de que el usuario quiera habilitarlas. Esto ocurre con la potencia del motor y otras características, como el radio de giro máximo de las ruedas.