El formulario abierto que ha originado la fenomenal teoría de la conspiración de #TwitterNosEcha
Existe una campaña contra cuentas influyentes de izquierdas impulsada desde Twitter España desde finales de 2017, cuando llegó al puesto Nathalie Picquot, su actual directora. Una campaña conocida y promovida en la sombra por los reyes de España, familiares del marido de Picquot, cansados de que las críticas en estas cuentas erosionen su imagen. También por Ciudadanos, que por aquello del Ibex 35, está denunciando a estas cuentas. Esta es la fenomenal teoría de la conspiración que ha llegado a ser el segundo tema más comentado de la red social en España pero que, según ha comprobado eldiario.es, no tiene demasiado de real.
Todo empezaba a primera hora de la mañana, cuando un comentario del vicepresidente de Facua, Rubén Sánchez (más de 137.000 seguidores), prendía la mecha: “Twitter está cerrando cuentas basándose en denuncias falsas que suplantan identidades. En este correo que acabo de recibir, la compañía acusa recibo de un supuesto (e inexistente) reporte mío contra @protestona1.”
Protestona es una usuaria cuya cuenta fue bloqueada por Twitter debido a acusaciones de violación de los derechos de autor con su avatar, un dibujo inspirado en Mafalda que ella misma diseñó. Durante días alegó que los reportes que llevaron a esa suspensión llegaron desde cuentas afines a Ciudadanos. Protestona es una de las cuentas más activas de todo el panorama político en Twitter, con lo que el eco de sus acusaciones (a las que se sumaron otras cuentas de izquierdas) generó el caldo de cultivo perfecto para que el comentario de Sánchez fermentara en minutos.
Para cuando el vicepresidente de Facua quiso reaccionar ya era tarde. #TwitterNosEcha ya era el segundo tema más comentado de toda España en esta red social, solo superado por el nombramiento del nuevo seleccionador nacional de fútbol.
Como toda buena teoría de la conspiración, han sido necesarios varios toques de realidad para hacerla funcionar. Sánchez ha confirmado este medio que él no es el autor de las denuncias en su nombre que Twitter le ha comunicado que está estudiando, que se han elevado a cuatro en el transcurso de la tarde. Eso deja dos opciones: o bien alguien ha hackeado su cuenta y efectuado esos reportes, o bien Twitter permite denunciar usando el nombre de usuario de otras persona.
De nuevo, la navaja de Ockham entra en acción. Efectivamente, Twitter tiene un formulario para alertar a la plataforma sobre casos de acoso, amenazas o incitación al odio en el que no es necesario tener una cuenta en la red social para denunciar. La empresa explicó que su objetivo es no forzar a abrir una cuenta a aquellos que necesiten elevar quejas sobre las acciones de usuarios de la red social.
El problema llega al final del cuestionario, cuando la empresa pide un correo de referencia y un nombre de usuario (opcional) como firma. Como el formulario no requiere estar logeado en Twitter, dará por buenos los datos suministrados, sin comprobar si son ciertos o no. Elevar un reporte en nombre de otra persona es tan sencillo como introducir su correo electrónico. Twitter ha confirmado a eldiario.es este punto.
La compañía explica que su biblia en estos casos son sus Términos y Condiciones de Uso. En ningún caso valora quién es la supuesta víctima, ya que analiza solo el fondo de la denuncia en base a estas reglas internas. Afirma que el resultado de la reclamación será el mismo sea quien sea quien inicie el proceso en cualquier parte del mundo, puesto que los Términos y Condiciones de Uso son los mismos a nivel global. Sin embargo, como ha demostrado el caso de Sánchez, este protocolo da lugar a que haya usuarios que sientan que se ha “suplantado” su identidad al ver su nombre utilizado en reportes que ellos no iniciaron.
Que una teoría de la conspiración como esta haya corrido como la pólvora pone de manifiesto una carga de mayor profundidad que una supuesta preocupación de la Monarquía por los comentarios sobre ella en redes: la poca transparencia y nula rendición de cuentas de las multinacionales digitales, un pequeño grupo de empresas que vehiculan cada vez más derechos en la sociedad digital.
Muchos han pedido explicaciones a Twitter España por sus decisiones, pero la compañía se ha limitado a referirse a sus Términos de Uso. Ante esta situación los usuarios han hecho sus propias conjeturas.
Como ha comentado el abogado experto en derechos digitales Borja Adsuara, los estatutos a los que Twitter hace referencia en cada disputa “no están claros, ni cómo se interpretan y aplican”. Los ciudadanos ejercen su libertad de expresión y de información en una plataforma que las gestiona de forma opaca, sin necesidad de rendir cuentas por sus decisiones ni supervisión pública.
Millones de cuentas cerradas para evitar la regulación
Para intentar frenar un posible deseo de las autoridades por regular la plataforma, Twitter decidió intervenir contra las noticias falsas, los bots y la desinformación que se han extendido por la plataforma. El resultado han sido 70 millones de cuentas (de unos 330 en total) bloqueadas en los últimos seis meses, informó en exclusiva The Washington Post este fin de semana. La empresa aceleró los bloqueos en mayo y junio (en un solo fin de semana de mayo cerró 13 millones de cuentas) y, como explica el medio estadounidense, todo indica que en julio continuará con esta agresiva política para eliminar a los bots.
Su objetivo, informan diversas cuentas al Post, es cumplir con el escrutinio de la investigación del Congreso sobre la desinformación rusa en las redes. “Como resultado de estas mejoras, algunas personas pueden notar que las métricas de sus propias cuentas cambian con más frecuencia”, advirtió Twitter. La compañía señaló que tomar medidas enérgicas contra las cuentas falsas significa que los “actores malintencionados” no podrán promocionar su propio contenido y cuentas con la misma facilidad.