“No creo que la creencia de 'Google lo sabe todo de ti' sea cierta, la verdad”, afirma Stephan Micklitz, director de ingeniería del buscador. Explicar qué sabe Google de cada uno de nosotros es uno de los objetivos de su renovado Centro de Seguridad, donde la multinacional tecnológica ha dispuesto herramientas para que los usuarios puedan trazar cómo se almacena la información que introducen en alguno de sus múltiples servicios y gestionen esos datos.
Con un portátil en el regazo, Micklitz (responsable del área de privacidad e identidad de la compañía) concede una entrevista a eldiario.es y explica cómo funcionan esas herramientas. Algunas de ellas van más allá de Google, dice, y explican “cómo funciona Internet en general. Hay explicaciones cortas, pero también muy largas, por si estás interesado”. El Centro de Seguridad existe “desde hace mucho”, reconoce, pero ahora Google busca adaptarlo a las nuevas preocupaciones de los usuarios. Ahora “están todas las opciones para manejar la cuenta de Google y ver los datos que compartes gracias a nuevas herramientas de transparencia”.
¿Qué hace el director de Ingeniería de Google? ¿Cuál es su trabajo en el día a día?
Soy el responsable en todos los temas que traten con privacidad, identidad y la seguridad interna en esas áreas. Tengo un equipo compuesto de ingenieros, 170 personas, en diferentes localizaciones. La mayoría de ellos están en Munich, pero otros muchos están en Zurich, en Estados Unidos…
Mi trabajo es diseñar las herramientas que los usuarios usan para almacenar su información y asegurar su integridad. Herramientas como el Centro de Seguridad, por ejemplo, pero en general de todo lo que tenga que ver con la privacidad y la seguridad de la cuenta de usuario de Google.
¿Y en un mal día?
Un mal día es cuando paso muchas horas trabajando de noche. Cuando tengo que hacer mucha coordinación entre los equipos de continentes diferentes, entonces es un día súper largo. Por lo demás, es como cualquier trabajo de ingeniero. Eso quiere decir que a veces es necesario mucho trabajo, pero también es interesante aprender cómo los usuarios utilizan las herramientas que diseñas y cómo puedes mejorarlas para que sean más cómodas de utilizar.
Google gana dinero con los datos de sus usuarios y ahora la empresa nos invita a gestionar nuestros datos personales desde el Centro de Control del propio Google. ¿No es poner al lobo a cuidar de las ovejas?
Una cosa que creo que hay aclarar siempre es cómo funciona nuestro modelo de negocio. Ganamos dinero de los anuncios, pero siempre está esta noción de que nosotros vendemos los datos de los usuarios a terceros y no, eso no es lo que hacemos. No vendemos datos.
Nosotros mostramos anuncios en base a los intereses del usuario. Si buscas lavadoras, vas a ver anuncios de lavadoras. Los anuncios coinciden con las búsquedas, pero también pueden ser un poco más personalizados. Es algo que si vas al Centro de control de los anuncios podrás comprobar. Nosotros no le vendemos datos a los anunciantes, sino que los anunciantes escogen una serie de criterios que quieren que nosotros usemos para mostrar sus anuncios.
Hace dos meses supimos que Google estuvo concediendo acceso a terceras empresas a la cuenta de Gmail, y que esas empresas tuvieron acceso a datos personales de los usuarios.supimos que Google estuvo concediendo acceso a terceras empresas
En este caso creo que hay que dejar claro que el acceso a los datos de Gmail por parte de terceros siempre estuvo basado en el consentimiento del usuario.
Ese consentimiento no era del todo informado. La gente no dedujo que se podía penetrar en sus correos y acceder a la información presente en ellos.
Esa es una de las cuestiones a las que más atención prestamos: cómo nos aseguramos de que el usuario sabe qué está consintiendo en cada momento. Hay muy buenas aplicaciones para gestionar el correo electrónico disponibles, pero para funcionar necesitan acceso a la cuenta de correo. Si utilizas gmail y una de esas aplicaciones, tienes que conceder acceso a tu mail. Por eso ahora una de nuestras principales preocupaciones es que los consentimientos sean plenamente informados, para que no ocurran cosas como esta, en la que los usuarios se dan cuenta al cabo del tiempo de que han consentido algo que no querían hacer.
Otro de los problemas es que, con el paso del tiempo, el usuario se arrepienta de ese consentimiento, y tres años después quiera retirarlo. Por eso trabajamos en estas aplicaciones para “revisar” y gestionar los permisos que tiene cada aplicación con facilidad.
La creencia de que ‘Google sabe todo sobre ti’ ya forma parte del imaginario popular. ¿Es correcta?
Bueno, habría que definir qué entendemos por ‘todo’. Bajo lo que yo entiendo por ‘todo’, ciertamente no (ríe).
Una cosa que es importante para mí, para nosotros como equipo (y por eso estamos desarrollando herramientas como el Centro de Seguridad), es que la gente entienda qué datos almacenamos. Y que entiendan que lo que se almacena en la cuenta de Google es entre el usuario y Google.
Es decir, si tú almacenas fotos en tu cuenta de Google, tú eres la única persona que podrá acceder a estas fotos. A no ser que autorices a otra persona a hacerlo, algo que tú tendrás que hacer de forma bastante explícita.
Google está construido en base a este principio. Por eso hemos desarrollado las nuevas herramientas, para que puedas decir vale, aquí en Google fotos hay 20 fotos, aquí está almacenado mi email, aquí mi agenda de contactos, etc. Esa es la información que hay en la cuenta de Google, y para nosotros es importante que la gente, los usuarios, lo sepan. No creo que la creencia de 'Google lo sabe todo de ti' sea cierta, la verdad. Porque si miras estas cosas, puedes ver los detalles, puedes ver cuál es la fuente, cómo ha acabado ahí.
¿El nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) europeo ha supuesto un gran impacto para Google?
Bueno, hay muchas medidas que regula el RGPD ya estábamos aplicando desde hace bastante tiempo. Por ejemplo, permitir que la gente sepa qué datos tiene cada empresa sobre cada ciudadano. Nosotros implementamos hace años la herramienta que permite a los usuarios descargar una copia de la información que Google tiene de ellos. Eso ocurre con más aspectos del nuevo Reglamento.
Eso no quiere decir que no haya áreas donde hemos trabajado mucho y en las que todavía tenemos mucho trabajo que hacer, como en el consentimiento del usuario. Tenemos que estar seguros de que el usuario ha dado un consentimiento informado para todos los usos que se dará a sus datos, y sobre esto estamos mirando cómo estar seguros de esto ocurre. Poner un botón “consentir” debajo de un texto sabemos que no es justo. Investigamos sobre ello, y no solo porque es algo que la regulación nos obligue a hacer, sino porque es lo que queremos.
Todas las multinacionales digitales han anunciado medidas para combatir las noticias falsas. ¿Cree que deben ser ellas las encargadas de decir qué es verdad y qué no en la red?
Para nosotros es importante ofrecer a la gente un indicador de fiabilidad de lo que está viendo. Pero creo que cualquier usuario de Internet debería estar siempre atento a lo que está consumiendo. Eso es algo que haces en tu vida normal, si alguien te dice o enseña algo no tiene por qué ser verdad, ni tienes por qué creer todo lo que diga esa persona. Es la misma actitud que tenemos que tener online. La gente tiene que contrastar datos, ver de dónde viene esa información, y en ese sentido están orientadas nuestras herramientas. Queremos facilitar esta actitud y que la gente pueda hacer distinciones entre contenidos en Internet. Pero hacer esa distinción debe ser tarea de cada uno.
¿Qué le diría a la gente que teme perder su trabajo ante el avance de la Inteligencia Artificial y la robotización?
Veamos. Es cierto que los robots se están haciendo más inteligentes. La tendencia ahora es democratizar su uso. Hace años que los robots se usan en la industria pesada, pero se empleaban sobre todo las grandes empresas. El objetivo ahora es que también los pequeños negocios y empresas puedan beneficiarse de esto, pero no creo que se produzca un gran impacto de pérdida de empleos de un día para otro.
Hay sectores en los que el avance en ese sentido es más claro, como en el del coche autónomo (que Google desarrolla a través de su filial Waymo).
Todavía queda un camino muy largo hasta que el coche autónomo sea una realidad. En el resto, la mayoría son tecnologías que llevan años en el mercado, y no creo que la acción de Google vaya a provocar la pérdida de empleos.