La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha instado a los miembros de su Gobierno a que desinstalen las aplicaciones de mensajería, incluyendo Whatsapp y Telegram, de sus teléfonos móviles. En su lugar, les ha pedido que instalen Olvid, una aplicación desarrollada en Francia.
La orden, recogida en una circular revelada el miércoles por el semanario Le Point y confirmada posteriormente por las autoridades francesas, está dirigida a ministros, secretarios de Estado y al personal de sus gabinetes. El documento explica que “las principales aplicaciones de mensajería instantánea destinadas al público general desempeñan un papel cada vez más importante en nuestras comunicaciones”, pero que sin embargo “no están exentas de fallos de seguridad”.
Creada en 2019 por dos expertos franceses en ciberseguridad, Olvid afirma ser “la app de mensajería instantánea más segura del mundo”. Su principal innovación es la eliminación de un directorio de usuarios centralizado, lo que en teoría hace que las conversaciones estén más protegidas. Los mensajes están encriptados de extremo a extremo (algo que ya es habitual en el sector), pero en el caso de Olvid la particularidad es que los metadatos (que permiten identificar al emisor y al receptor, así como el momento de la comunicación) también están encriptados.
Por eso, en la circular, Borne explica que los datos que se intercambian en aplicación francesa están “cifrados de extremo a extremo” y “se borran en cuanto se recibe el mensaje” y que el uso de Olvid complementará “el despliegue de Tchap”, el sistema de mensajería instantánea destinado a la administración francesa.
De acuerdo con Le Point, esta aplicación ha recibido una certificación de seguridad de máximo nivel por parte de Anssi, agencia de seguridad informática encargada de proteger las infraestructuras críticas del Estado francés. Un nivel que no han alcanzado WhatsApp, Signal o Telegram, servicios de mensajería que, según explica la publicación son muy populares en los círculos dirigentes franceses.
Para obtener este certificado, el código fuente de la aplicación fue examinado por expertos especializados en ciberseguridad. Estos especialistas llevaron a cabo una serie de ataques durante un periodo de treinta y cinco días sin encontrar ningún fallo en la arquitectura de la app, concluyendo en informes de evaluación técnica que la empresa ha publicado en su web.
Prohibición de TikTok
La decisión del Ejecutivo francés sigue la línea de la tomada a finales de febrero por la Comisión Europea -a la que se sumaron posteriormente el Parlamento Europeo y el Consejo- que prohibió a todos sus empleados instalar la aplicación TikTok (propiedad de la tecnológica china ByteDance) en sus teléfonos, en nombre de la seguridad de los datos personales. Una medida que Francia trasladó a todos sus funcionarios un mes después.
No obstante, otros expertos en seguridad informática están señalando que el uso aún limitado de Olvid -con un número de usuarios menor que WhatsApp o Telegram- significa que aún no se puede conocer su fiabilidad en caso de ampliación de la masa crítica.
Por casualidades del calendario, la noticia del abandono de WhatsApp por parte de los miembros del Gobierno francés llega solo unos días después de que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunciara su salida de X (antiguo Twitter) y la migración de sus comunicaciones a un canal de noticias de esta aplicación (inaugurado el pasado martes con un mensaje de bienvenida de la alcaldesa).