La editorial Everest echó el cierre en 2015, cerrando una etapa de más de 50 años en la que se convirtió en una de las más importantes de España. En su planta de León llegaron a trabajar más de 400 personas imprimiendo libros de todo tipo, especialmente educativos. Tras su desaparición el edificio quedó abandonado, pero le espera una segunda vida. La multinacional HP cerrará el círculo del inmueble al establecer allí una de las divisiones que se encargan del software de sus impresoras de gran formato.
HP ya tenía presencia en León, pero lo llamativo de la decisión es que se trata de una relocalización. La marca ha decido traer desde la India el equipo que había exportado allí, renunciando a esa reducción de costes. “El principal motivo es la excelencia de todo el trabajo que se ha venido haciendo en León. Llevamos ya bastantes años aquí y aunque en costes no se puede competir con la India, lo que se ha visto en la corporación es que los resultados son muy buenos, la calidad es excepcional”, explica a elDiario.es Miguel Ángel Turrado, director general de HP en León.
La división de la capital castellano y leonesa se encarga del firmware de las impresoras profesionales de la marca. El firmware es el programa informático que controla el movimiento de la máquina. “Es el cerebro de la impresora”, detalla Turrado: “Lo complicado del desarrollo de firmware es que tiene que ser muy rápido y preciso. Con otro tipo de software, como el panel de control de la impresora, si tarda un segundo más en cargar no pasa nada, a lo mejor el usuario ni se entera. El firmware en cambio tiene que funcionar muy rápido para decirle al carro de la impresora cómo moverse, cuándo coger el papel, dónde soltar la gota... tiene que ser de altísimo rendimiento”.
Hasta ahora ese trabajo se desarrollaba entre León, Barcelona y Bangalore, al sureste de la India. El equipo español se encargaba del I+D y del desarrollo de los programas que controlan las impresoras nuevas de HP. La división de Bangalore tenía asignada la misión de diseñar los parches, las actualizaciones y corregir los pequeños errores en el funcionamiento de las máquinas.
Ahora ese rol la asume también León, para lo que HP ha anunciado la contratación de 30 trabajadores de alta cualificación y el traslado a la antigua sede de Everest, de 750 metros cuadrados. La empresa cuenta con un total de 200 trabajadores en la ciudad y espera seguir ampliando su presencia. “Lo que nos gustó de ese edificio es que nos daba muchas capacidades de ampliación”, revela Turrado.
Cambio de tendencia
En los últimos meses se acumulan las empresas tecnológicas que apuestan por España. IBM se ha sumado esta semana a Google, Amazon y Microsoft, que han anunciado importantes inversiones para construir centros de datos, una infraestructura básica para sus servicios en la nube. El sector del software no se ha quedado atrás: Vodafone creará un centro de I+D de 600 trabajadores en Málaga, ciudad en la que también invertirá Google, que establecerá un centro de excelencia en ciberseguridad. La semana pasada, Microsoft anunciaba la creación de un laboratorio de inteligencia artificial en Barcelona.
“Hace años hubo una política de querer reducir costes y deslocalizar servicios que se pueden prestar a distancia, ya no solamente hacia Asia sino a países de Latinoamérica. Esa dinámica se ha cortado y hay una tendencia de repatriar esos servicios”, afirma en conversación con este medio Raúl de la Torre, secretario general de Tecnologías de la Información de CCOO, el sindicato representativo en HP León.
Hace años hubo una política de reducir costes y deslocalizar servicios que se pueden prestar a distancia hacia Asia y Latinoamérica. Esa dinámica se ha cortado
“Uno de los motivos es que al final el nivel de servicio no es el esperado. En España tenemos gente muy bien formada, que técnicamente da la talla. Las diferencias culturales también son importantes. Es verdad que hay que garantizar ese nivel de servicio porque si bajas un poco los costes y luego el cliente no está contento... al final lo acabas perdiendo”, añade.
De la Torre expone que algunas dinámicas forzadas por la pandemia también han dado un empujón al cambio de estrategia de las empresas, especialmente el teletrabajo. Aunque no era una práctica extraña en las tecnológicas antes de la pandemia, el coronavirus ha demostrado que es sostenible. “Ha habido un cambio de mentalidad no solamente en las empresas suministradoras de servicios, de consultoría o de tecnología de la información, sino también de nuestros clientes, que ya no exigen un trabajo presencial”.
De esta forma, las empresas también han dejado de considerar a Madrid y Barcelona como únicas opciones para establecerse en España. Málaga se ha consolidado como polo tecnológico de primer nivel y ciudades como León también opositan a llevarse este tipo de inversiones. En el caso de la capital castellano y leonesa la presencia del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha funcionado como un tractor, puesto que en su órbita se han creado un buen número de pymes del mismo sector.
“El problema que tenemos, ya no solo en León, sino te diría que en España e incluso en Europa, es la falta de ingenieros”, opina Turrado, de HP. “A mí si me preguntan qué me quita el sueño, respondo que es no encontrar gente. Es un problema inmenso. A España podríamos traer más cosas si tuviéramos más gente para hacerlas, es muy complicado encontrar personal cualificado”.