El humorista que se hizo pasar por mujer en Tinder: “Sabía que las cosas estaban mal pero no tanto”
“En la cabeza de cada hombre hay un amo, una voz inconsciente que envía instrucciones a través de un interfono. Ese amo es el jefe del departamento que cada uno tiene asignado en el Ministerio de la Masculinidad. Y ese ministerio quiere mantener las reglas”. Lo cuenta el artista inglés Grayson Perry, conocido por sus obras de cerámica y por travestirse con asiduidad, en su libro “La caída del hombre”. Algo así es lo que debe suceder en muchos hombres que usan Tinder y que ha comprobado y documentado el humorista David Suárez.
Hace unas semanas, el cómico, monologuista y youtuber que colabora habitualmente con el programa de radio Yu “No Te Pierdas Nada” y que es autor de “Famosos y una vieja”, decidió hacerse cargo de una sugerencia de un tuitero: “La idea me la propone el tuitero Toni Arrom. Cuando publiqué la foto de mi cara manipulada con Face App me sugirió subirla a Tinder. Pensé que sería algo que moriría antes de llegar a ser una sección, lo hice realmente por probar, sin saber muy bien si iba a funcionar. No imaginé nunca que derivaría en esta locura”.
Ni siquiera había terminado en montar su perfill en esta red social y ya estaba recibiendo respuestas: “Mientras estaba editando la descripción de mi perfil ya había tíos escribiéndome. Fue literalmente como lo cuento. Y he omitido muchas cosas que no puedo contar en Yu por ser horario infantil”. Tal y como cuenta en el programa, en dos minutos tenía 7 superlikes, 19 matches y 16 ofertas de matrimonio.
El resultado del experimento es la comprobación documentada de que los hombres, a cambio de sexo, son capaces de abandonar cualquier tipo de principio político o ético. ¿Que te hago decir que los tíos van a lo que van para acto seguido preguntarte si te vendrías a mi casa? Para allá que vamos. ¿Que te digo que nunca tendría sexo con alguien que tiene como canción de culto “Soldadito marinero” de Fito y Fitipaldis? ¡Se borra! ¿Que te digo que soy catalán independista y tú no? Viva España.
Estos eran algunos de los mensajes en los que al menos había un intento de prolegómeno. En otros casos directamente le escribieron: “Hola Claudia qué rica”, “Madre mía que tetas”, “Si te pillo no te suelto guapa”. David aseguró en Yu que le había dado tanto asco todo esto que en dos minutos había entendido mejor el feminismo que en dos años.
“Esto no tiene nada que ver con la mojigatería ni con la pérdida de la sensualidad. Se trata de generar una sensualidad equitativa y no de asalto. Los hombres nos hemos considerado guerreros en el ámbito sexual y hay que empezar a pensar como compañeros”, reflexionaba en una entrevista reciente Ritxar Bacete, autor del libro “Nuevos hombres buenos”.
Así es como David Suárez ha tenido una dosis extra de masculinidad hegemónica y ha podido vivir en primera persona lo que es ser mujer: “No quiero ir de aliado ni de oportunista, porque aquí ninguno se salva y todos tenemos nuestras conversaciones privadas. Pero claro que ha sido un golpe de realidad. Sabía que las cosas estaban mal pero no tanto. Los tíos somos muy primarios”.
Esta asunción no ha evitado que algunas mujeres se hayan quejado abiertamente en redes de que tenga que ser un hombre quien tenga que demostrar con un relato en primera persona los comportamientos machistas de otros hombres y que no se le otorgue más legitimidad cuando así lo hacen otras mujeres.