Apple impedirá que Facebook y Google espíen en sus cacharros (y por qué esto puede ser trascendental)
Mientras en Europa caía la noche de este lunes, en California se celebraba la Conferencia Internacional de Desarrolladores de Apple (WWDC, por sus siglas en inglés). Se trata del evento en el que la compañía de la manzana presenta las novedades en las que está trabajando y revela qué caminos plantea transitar en el futuro. No existía expectación por un anuncio de impacto mundial en la edición de este año, de esos con los que Apple revoluciona la tecnología doméstica cada cierto tiempo. Sin embargo, entre actualizaciones como un nuevo sistema operativo para los Iphone o una Siri más inteligente, los sucesores de Steve Jobs incluyeron un detalle con potencial para marcar tendencias: un veto a que terceros usen sus cacharros para espiarte.
El navegador de Apple, Safari, bloqueará a partir de ahora la tecnología que usan empresas como Facebook y Google para rastrear la navegación del usuario fuera de sus aplicaciones. Ese espionaje se utiliza para completar la información que estas compañías tienen de los usuarios como consumidores, empaquetarlos con otros con hábitos e intereses de consumo similares y vender a los anunciantes la posibilidad de aparecer en sus pantallas mediante publicidad segmentada.
No será una innovación tecnológica puesto que la posibilidad de impedir el rastreo ya estaba disponible para otros navegadores, como Opera. Además, Apple aún debe especificar si bloqueará todo el seguimiento por parte de terceros, ya que el anuncio de la WWDC estaba muy centrado en las prácticas de Google y sobre todo de Facebook. Pese a ello, su posicionamiento en contra de la extracción indiscriminada de datos supone la primera vez que la industria se toma en serio la erradicación de estas prácticas.
No se trata de una acción altruista. Los escándalos de filtraciones de datos y su uso para manipular procesos electorales han concienciado a los usuarios sobre el minado de datos personales y la opacidad del negocio de la publicidad basada en el microtargeting. Apple ha sido la primera multinacional en posicionarse para hacer dinero con esa renovada necesidad y ofrecer la privacidad como un plus. Su influencia en la cultura tecnológica y la tendencia del resto de fabricantes a seguir sus pasos puede hacer que este movimiento marque un antes y un después en la permisividad con el espionaje masivo de la actividad digital de los usuarios.
En empresas como Facebook, el precio de cada paquete de consumidores fluctúa como en un mercado de valores. Días antes del Black Friday, el valor de anunciarse ante determinados usuarios se dispara. Para otros, el pico llega en navidad. “Es como la bolsa: lo que hacen los anunciantes es pujar por llegar a un perfil concreto de usuarios. Por mostrar sus anuncios a su público objetivo”, explicó a eldiario.es Ángel Cuevas, que desarrolla una aplicación para medir en tiempo real el precio de cada paquete de datos junto a un equipo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid.
Aunque pertenece al grupo de grandes multinacionales tecnológicas (ha sido la empresa más valorada del mundo siete años consecutivos), el negocio de Apple no consiste en ofrecer servicios gratuitos a cambio de datos con los que alimentar el negocio de la publicidad. Al contrario, hace dinero con la venta de dispositivos electrónicos de gama alta a los precios más altos del mercado. Se la ha pescado programando esos aparatos para que se ralentizaran artificialmente y empujar al consumidor a comprar uno nuevo, pero no trapichea con datos personales obtenidos de forma fraudulenta.
Sin intervención pública a la vista
El hecho de que los ciudadanos dependan de que grandes fabricantes de dispositivos bloqueen las tecnologías de rastreo de las multinacionales del minado de datos pone de relevancia la ausencia de iniciativa pública al respecto. Pese al escándalo de Cambridge Analytica, ni EEUU ni la UE han puesto en marcha legislaciones para regular el poder de estas empresas y el dominio que ejercen sobre la información personal de sus usuarios.
El nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos es la primera iniciativa a gran escala para empoderar a los ciudadanos en el uso de sus datos, pero de momento es una medida aislada. No forma parte de una estrategia a gran escala que ataque los diferentes problemas de la extensión del capitalismo digital. “Las compañías tecnológicas están generando efectos sociales y políticos mucho más allá de la cuestión sobre la legítima empresa, tener un negocio, lucrarte con él, etc. Es una discusión que no estamos teniendo”, afirma Renata Ávila, abogada experta en derechos digitales y nuevas tecnologías, asesora de la World Wide Web Foundation de Tim Berners-Lee.
Incluso estas multinacionales son capaces de ver que algo no va bien. Otra de las novedades que Apple presentó en el WWDC es una herramienta para controlar el tiempo que se pasa utilizando cada aplicación y promover un uso saludable de ellas. Android ya cuenta con algo similar. Mientras los poderes públicos bordean el problema, parece que el intento de las grandes tecnológicas de seguir autorregulándose está cerca de tener éxito.