En la era de información no hay pueblo o ciudad que no se interese por atraer a las empresas tecnológicas. Tanto la industria del software como las empresas que gestionan la parte física de Internet (centros de datos, cables submarinos, satélites) ofrecen empleo estable de alta cualificación y provocan un efecto gravitatorio: tienden a concentrarse para aprovechar las sinergias entre ellas y ahorrar costes con economías de escala, por lo que captar a una facilita hacerlo con las siguientes. No hay capital europea a la que le amargue un Google. En esa carrera con París, Londres , Berlín, o dentro de España con Madrid, Barcelona y Sevilla, Málaga ha conseguido poner un pie con la suma varios éxitos consecutivos.
Este viernes se ha confirmado que Vodafone ha elegido a la ciudad para instalar su centro europeo de desarrollo de nuevas tecnologías tras un examen de tres meses en el que han participado siete ciudades de cinco países. Creará 600 nuevos empleos de alta cualificación. La multinacional no ha desvelado qué otras ciudades optaban a recibir esa inversión “para evitar agravios”, pero entre ellas hay “primeras capitales europeas”, explican a elDiario.es fuentes de Vodafone.
La multinacional de las telecomunicaciones es la segunda gran compañía que se decanta por Málaga en este 2021. En febrero fue Google la que comunicó que había escogido a la ciudad para albergar su centro de excelencia en ciberseguridad. El gigante tecnológico adelantó que además de desarrollar nuevas soluciones para la protección de sistemas informáticos, el centro funcionará como aceleradora de startups a nivel europeo. La sede de Málaga forma parte de una inversión total de 530 millones de euros que Google hará en España en los próximos años.
“La elección de Málaga para albergar este nuevo hub no es casual”, explicó Google. “Esta región cuenta con gran talento, un ecosistema de startups vibrante e incubadoras y aceleradoras de empresas que llevan cultivando el tejido tecnológico mucho tiempo”, destacó, haciendo referencia también al papel de la UMA (Universidad de Málaga) en la investigación y formación de trabajadores que necesita el sector. La UMA también fue una de las claves señaladas por la japonesa TDK (fabricante de componentes electrónicos) cuando anunció en marzo que el primer centro de excelencia sobre inteligencia artificial y aprendizaje automático que abrirá en todo el mundo será en Málaga, donde ya tenía una sede de desarrollo.
En total hay unas 60 compañías extranjeras establecidas en Málaga. Casi todas se agrupan en el Málaga Tech Park (Parque Tecnológico de Andalucía), que reúne a 621 empresas y más de 20.000 trabajadores Además de este tejido tecnológico industrial y la Universidad, Vodafone ha explicado que Málaga ha sido la que mejor ha puntuado en su examen cuando ha tenido en cuenta factores como “estilo de vida, disponibilidad de talento con los conocimientos técnicos necesarios, condiciones laborales, transporte, ayudas públicas y bonificaciones o atractivo de cada sitio para el talento, entre otros”.
“Málaga también ha acogido bastantes proyectos piloto en los últimos años. Muchos de ellos han terminado facilitando que las empresas que han probado esa tecnología se instalen aquí. El último ha sido el autobús autónomo que presentamos hace un par de meses en el puerto”, avanza Rosa Sánchez, teniente de alcalde delegada de Turismo y Promoción de la Ciudad y Captación de Inversiones, en conversación con elDiario.es.
Sin ingredientes secretos
Pese a todo, las fuentes consultadas por este medio coinciden en que no es un único único ingrediente secreto el que ha dado a Málaga la capacidad de levantar estas inversiones tecnológicas a las grandes capitales europeas, sino una combinación de factores. “Lo que hemos ido viendo es que la oferta de Málaga es muy completa. Aparte de la tecnología y el acceso a mano de obra cualificada, las empresas valoran mucho la calidad de vida, la oferta cultural, el clima, las infraestructuras de comunicaciones...”, explica la concejala.
Otra parte éxito de Málaga ha sido saber aprovechar más allá del modelo sol y playa las infraestructuras que nacieron pensando principalmente en el turismo, como el aeropuerto de la ciudad (el cuarto de España por volumen de pasajeros en 2019, con unos 20 millones). También saber esos servicios que nacieron como consecuencia del volumen de ciudadanos extranjeros residentes en Málaga, como la presencia de los colegios oficiales británico, francés, alemán o sueco, un plus para los trabajadores de las empresas tecnológicas. “Valoran mucho la ciudad como un destino para vivir en familia”, destaca.
Sánchez explica que la consagración de Málaga como un polo tecnológico es la consecuencia de un “proyecto que ha llevado años de trabajo” que se conoce como “Málaga Valley” por parte del Ayuntamiento, regido desde hace 21 años por Francisco de la Torre, del PP. No obstante, para optar a una gran firma como Vodafone y los 600 empleados de su centro europeo de nuevas tecnologías ha hecho falta también apoyo de otro nivel, revela.
En un momento dado necesitamos la colaboración del secretario de Estado de Telecomunicaciones y de la ministra Calviño, que ha funcionado de forma espectacular
“Para el proyecto de Vodafone ha sido muy importante la colaboración público-privada y entre instituciones. En un momento dado necesitamos la colaboración tanto del Gobierno regional como del nacional, a través del secretario de Estado de Telecomunicaciones [e Infraestructuras Digitales, Roberto Sánchez] y la ministra [Nadia] Calviño. Recurrimos a estas vías de colaboración de las que hablamos mucho pero que aquí realmente han funcionado de forma espectacular”.
La propia Vodafone también ha destacado que “las medidas recientemente anunciadas por el Gobierno en materia de telecomunicaciones” han jugado un papel en su decisión. “Son pasos en la buena dirección para conseguir un sector más sostenible que facilite la viabilidad económica del nuevo ciclo inversor necesario para el desarrollo de las infraestructuras de 5G, claves para la recuperación y transformación digital de la economía”, dice la multinacional, que además de su negocio telefónico también se ha convertido en uno de los principales actores en el sector del Internet de las Cosas.
No es la primera vez que la industria tecnológica destaca el papel del Gobierno para favorecer el desarrollo de la infraestructura digital y la inversión extranjera en España. “Con el entendimiento del Ministerio actual las cosas tienen mejor pinta de lo que tenían en los 20 años anteriores”, aseguraba recientemente el director de una de las principales empresas de centros de datos, un sector que está formando su propio polo en Madrid. Barcelona se apuntó en 2020 su propio tanto cuando fue escogida para albergar uno de los superordenadores europeos dedicados a la investigación. Ahora, las recientes inversiones en Málaga la consolidan como el tercer actor capaz de atraer proyectos tractores en el ámbito digital.