Meta (matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp) es una compañía acostumbrada a ocupar portadas. Esta semana se ha producido una noticia que no lo hará, pese a que marca uno de los mayores cambios que podía acometer la corporación de redes sociales. “Es el fin de una era”, ha reconocido Mark Zuckerberg.
El motivo de una declaración tan trascendental es que su “socia y amiga” Sheryl Sandberg (Washington, 1969) ha dado un paso a un lado como su número dos en Meta. La razón para que esto sea tan importante es que Zuckerberg fundó Facebook, pero fue Sandberg quien diseñó su modelo de negocio. El sistema publicitario que ha convertido a la corporación en la octava empresa más valiosa del mundo, que ha terminado siendo uno de los pilares de la industria digital así como foco de innumerables críticas y debates sobre privacidad y democracia, lleva la firma de esta economista estadounidense.
“Cuando Sheryl se unió a mí en 2008, yo solo tenía 23 años y apenas sabía nada sobre cómo dirigir una empresa. Habíamos creado un gran producto, el sitio web de Facebook, pero todavía no teníamos un negocio rentable”, ha escrito Zuckerberg en su carta de despedida. “Sheryl lo diseñó”, continúa el magnate: “Se merece el mérito de gran parte de lo que Meta es hoy”.
El rol clave que Sandberg ha tenido los últimos 14 años en la construcción de una de las compañías que han dado forma a la sociedad digital da una idea del reto que afronta ahora Javier Oliván (Huesca, 1977). El español, vicepresidente de infraestructuras, marketing, desarrollo corporativo y crecimiento de la multinacional, heredará el puesto de director de operaciones de Sandberg y se hará cargo de la división de anuncios, la que marca el pasado, presente y futuro de Meta. También la que ha originado muchos de sus escándalos.
Zuckerberg ha aclarado que no es una sustitución y que Oliván no tendrá el peso en la compañía de su anterior número dos. “Su rol será diferente al que ha desempeñado Sheryl. Será un papel más tradicional de director de operaciones en el que Javi se centrará interna y operativamente, basándose en su sólido historial para hacer nuestra ejecución más eficiente y rigurosa”, ha explicado.
El ejecutivo español no es ningún recién llegado a Meta, aunque ha mantenido un perfil mucho más bajo que el de su predecesora, como prueba que no tiene ni siquiera una página propia en la versión en inglés de la Wikipedia. De hecho, llegó a Facebook incluso antes que Sandberg, en octubre de 2007, cuando la red acababa de empezar a expandirse a nivel internacional. Desde entonces ha ido ocupando puestos de mucha responsabilidad en la corporación como miembro del núcleo duro de Zuckerberg.
“¿Quieres trabajar en Facebook?”
De origen humilde, Oliván estudió Ingeniería Automática y Electrónica Industrial en la Universidad de Navarra, donde se graduó con un Premio Nacional de Fin de Carrera otorgado por el Ministerio de Educación por su brillantez académica. Destacó también en sus primeros pasos en el sector privado, diseñando algoritmos para la alemana Siemens y la japonesa NTT Data.
Su carrera como joven y prometedor ingeniero le valió una beca de la Fundación Rafael del Pino para cursar un MBA en la prestigiosa universidad de Stanford, en el corazón de Silicon Valley. En una de esas clases su vida cambiaría. “Un día Mark visitó la universidad y Javi se acercó a hablar con él y proponerle proyectos. A él le impresionó...”, explicaban responsables de la multinacional en conversación informal con este medio unas semanas antes de producirse el nombramiento.
Conocí a Mark en una de las clases y le dije: no entiendo por qué no estáis haciendo esto y esto, habría que internacionalizar la plataforma, traducirla a todos los idiomas...
El propio Oliván detalló el momento en una conversación con Bernardo Hernández, cofundador de Idealista, Glovo, Wallapop o Tuenti: “Conocí a Mark en una de las clases y le dije: no entiendo por qué no estáis haciendo esto y esto, habría que internacionalizar la plataforma, traducirla a todos los idiomas...”. Oliván sabía de lo que hablaba porque había intentado lanzar un Facebook español, sin éxito. Pero de ese fracaso surgió la oportunidad. La respuesta de Zuckerberg fue directa: “¿Quieres trabajar en Facebook?”.
Oliván entró a Facebook para supervisar su expansión fuera de EEUU. Entonces la red tenía 30 millones de miembros, hoy supera ampliamente los 2.000 millones. El español ha pasado por múltiples divisiones de la multinacional. “Javi fue uno de los primeros vicepresidentes, y cuando Facebook se fue llenando de vicepresidentes, siempre estuvo en el rango más alto, con mucho personal que le reportaba directamente”, recuerdan fuentes de Meta.
“Es un líder increíblemente reflexivo, estratégico y analítico”, ha dicho de él Zuckerberg en el pasado. Oliván compaginará sus nuevas responsabilidades con la jefatura de infraestructuras que ostentaba en los últimos tiempos, siendo el máximo responsable de inversiones muy importantes de su compañía en España. Entre ellas, 1.000 millones de euros que ha comprometido en su nuevo centro de datos para el sur de Europa, la construcción de un cable submarino o la contratación de 2.000 trabajadores.
Momento crítico
Oliván reconoce en una publicación tras su nombramiento que hasta ahora ha “estado principalmente entre bastidores”, pero ese rol ha pasado. Aunque sin el poder que llegó a acumular Sandberg, el español tendrá que dirigir las operaciones de Meta en uno de los momentos más complicados de la multinacional. Meta ha perdido el 36% de su valor desde que comenzó en 2022, la primera vez que atraviesa un bache económico de este tipo.
Uno de los motivos de ese trastazo han sido las nuevas normas de privacidad y las restricciones del rastreo de datos personales para el perfilado publicitario. Se trata del núcleo del negocio de Meta y la división que a partir de ahora dirigirá Oliván. La corporación no se puede permitir perder fuelle en este campo, ya que con esos beneficios planea financiar el desarrollo del metaverso, esa evolución de Internet basada en la realidad virtual que Zuckerberg defiende a capa y espada.