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Cómo convertir a Kevin Spacey en Rafael Hernando, y viceversa, gracias a la inteligencia artificial

Las técnicas de manipulación de vídeo se multiplican con la llegada de algoritmos que son capaces de mezclar voces y caras en movimiento. Alejandro Pérez, @thehardmenpath en Twitter, ha compartido el resultado de su experimento al combinar la cara de Rafael Hernando, exportavoz del PP en el Congreso y diputado por Almería, con el cuerpo de Kevin Spacey, Francis Underwood en la serie House of Cards.

Mientras experimentaba con tecnología de inteligencia artificial, Pérez se preguntó “qué político tenía más fotos” y obtuvo una respuesta clara: Rafael Hernando. Después de esa pregunta, llegó otra: “¿A qué otra persona con multitud de imágenes en Internet se parecen más sus rasgos faciales?”. Con el objetivo de hacer una sustitución del rostro de Hernando en otro personaje, dejó a su ordenador estudiando fotos y el resultado fue Kevin Spacey, el actor que interpretaba a Francis Underwood en House of Cards.

Tras las primeras pruebas, “los resultados dejaban mucho que desear”. Fijándose en que “las fotos de Hernando son naturalistas, mientras que la fotografía de House of Cards es tan cuidada como irrepetible”, Alejandro decidió probar con imágenes del actor en escenas exteriores. El resultado fue que Kevin Spacey sustituido por el exportavoz popular sigue siendo Spacey y, a su vez, Hernando. “Parece que el ordenador no ha hecho nada”, sentencia el autor de la sustitución.

En un segundo experimento y aprovechando las imágenes que su ordenador recogió del debate electoral en RTVE, este comunicador audiovisual ha hecho lo mismo con Pablo Casado y Albert Rivera. “Podría haberlo dejado un día más para que quedara fino, pero tampoco es un experimento serio. Entre pruebas y versiones la inteligencia artificial ha tardado aproximadamente una hora en sacar todo lo necesario. Luego lo he pulido en postproducción, aproximadamente otra hora”, cuenta.

Alejandro Pérez ha trabajado en postproducción en algunas películas del cineasta Vigalondo, El fin de la comedia y también es uno de los autores de El ladrillazo, un juego de mesa sobre la burbuja inmobiliaria y algunos de los políticos y constructores que se lucraron con la filosofía más desastrosa de la historia económica de España. Además, es uno de los creadores de Nela García, personaje principal del hilo de Manuel Bartual y Modesto García que congregó hasta 150.000 personas en Twitter el verano pasado. En el tuit que se muestra a continuación explica el mismo proceso que utilizó para crear a Nela y que ha seguido para elaborar los vídeos de Spacey-Hernando y Casado-Rivera.

“Hemos llegado a un avance tecnológico en el que un ordenador puede estudiar caras y cambiar una por otra. Grabas una toma con una persona realizando diferentes gestos y luego a otra con la misma luz. Pones el ordenador a estudiar el material durante unos días y el ordenador poco a poco aprende a cambiar una cara por otra. No es perfecto, pero hasta aquí todo es automático. Luego toca la artesanía: ir arreglando poco a poco los márgenes, el color, pequeños ajustes y listo”, relata.

Pérez, autor de estos vídeos de manipulación de vídeo relata a eldiario.es que descubrió esta tecnología a través del siguiente vídeo:

En su día, “su creador no creía que se terminara usando para cambiar caras de verdad. Un tiempo después a alguien se le ocurrió utilizar esos sistemas para entrenar al ordenador de una manera concreta: un distorsionador de caras para educar a otro a colocarlas bien”, explica.

Deepfakes

Se conoce como deepfake a una técnica de inteligencia artificial basada en sintetizar la imagen humana combinando y superponiendo imágenes creadas por ordenador, utilizando para ello tecnología de inteligencia artificial y aplicándola a vídeos ya existentes. El resultado final de dicha técnica es, según informa Felipe G. Gil, un vídeo completamente falso, pero en muchos casos, lo bastante realista como para poder inducir a error y presentar como hechos algo que es pura ficción.

La tecnología utilizada en las deepfakes está mucho más presente de lo que parece. Aplicaciones como Snapchat o Instagram llevan años experimentando con este tipo de herramientas y aunque el resultado esté lejos de confundir ficción con realidad, lo cierto es que al mismo tiempo que se desarrollan técnicas para falsear la realidad, también se desarrollan otras como FaceForensic para detectarlo.