La intervención de un comando de bots en Twitter para divulgar el discurso de Pablo Casado en el programa El Objetivo de La Sexta de este domingo no fue un hecho aislado. Según ha podido comprobar eldiario.es, en este momento hay más de 50 perfiles falsos automatizados que alteran las conversaciones de esta red social en favor del candidato del PP y otros miembros de su partido. Replican contenido de forma automática, usan imágenes propagandísticas de Casado, reproducen textualmente los mismos mensajes y la búsqueda inversa de las imágenes personales que usan en sus perfiles demuestra que son fotos tomadas de Internet que no se corresponden con usuarios reales.
La primera alarma por la actividad de estos bots llegó desde los usuarios de Twitter, que detectaron el contenido replicado y el uso de la foto de un estudiante mexicano asesinado en diciembre como imagen de perfil de una de las cuentas falsas. En un análisis posterior de las conexiones e interacciones del primer puñado de cuentas detectadas, la investigadora de la Universidad Carlos III Mariluz Congosto elevó a 54 los perfiles sospechosos de ser manejados desde una granja de bots.
Estos criaderos de cuentas falsas son empresas privadas que han convertido la manipulación de las conversaciones online en un lucrativo negocio. En el nicho de la política han encontrado un ambiente ideal ante la constante batalla de los candidatos por conseguir relevancia para los mensajes que proyectan en las redes. Su funcionamiento interno no es muy diferente al de un call center, que puede estar ubicado en cualquier parte del mundo.
eldiario.es ha podido investigar la lista preliminar de positivos suministrada por la investigadora y ha podido comprobar que los perfiles aúnan numerosas señales de un manejo automatizado orquestado para mejorar la imagen del PP en Twitter.
El PP ha vuelto a negar cualquier relación con las cuentas falsas y se limita a la declaración que ofreció a este medio cuando se descubrió el primer comando de bots: “El PP no tiene cuentas falsas. Pero hay simpatizantes y militantes que en su casa hacen lo que quieren”. Preguntadas por si se plantean iniciar una investigación, fuentes oficiales del PP alegan que “en el caso de que esos perfiles sean falsos, no tienen relación con el Partido Popular, por lo que no corresponde al partido hacer ninguna investigación”.
Modus operandi
El pico de actividad de los bots se da en torno a las conversaciones en tiempo real que se dan en Twitter cuando Pablo Casado es entrevistado en algún programa de televisión. Además de en El Objetivo, los bots promocionaron artificialmente al candidato del PP este lunes en El Programa de Ana Rosa, de Telecinco, y en Espejo Público, de Antena 3, el pasado 20 de marzo. Las conversaciones en Twitter de dichos programas giraron en torno a los hashtags #ÉraseUnARVezCasado y #CaféCasado, que los perfiles falsos manipularon con propaganda y repitiendo una y otra vez los mismos contenidos de apoyo al PP.
En las conversaciones en directo sobre un programa de televisión, los bots evitan repetir exactamente el mismo mensaje, pero sí utilizan las mismas capturas de pantalla del programa para potenciar el efecto de los eslóganes del PP que reproducen. El efecto de multiplicación en la comunidad que apoya a los populares en Twitter que se deriva de su acción es palpable, como demuestran los gráficos que comparan las dos últimas participaciones de Casado en El Objetivo, en octubre de 2018 y este domingo.
Si bien los granjeros de este medio centenar de bots se esfuerzan en no calcar los comentarios durante la emisión en directo de los programas, el resto del tiempo son más descuidados. Cuando no están jaleando al candidato popular, su misión secundaria es criticar al resto de partidos, especialmente la presidencia de Pedro Sánchez y el PSOE. Entonces copian y pegan textualmente los mismos mensajes.
Todas las cuentas analizadas se crearon entre febrero de 2019, el mismo mes en que Sánchez convocó elecciones, y marzo. Las biografías (pequeñas descripciones personales redactadas por el usuario) que usan son similares, mencionando uno o dos intereses personales y a continuación su pasión por España, con el icono de la bandera nacional o comentarios como “Española, mucha España”.
Los intereses que mencionan en sus biografías son los que utilizan para alternar la propaganda del PP con otros contenidos. Por ejemplo, si citan “Toros, Real Madrid”, alternarán un retuit a una foto de un torero con entre ocho y diez tuits de apoyo al partido de Casado. A continuación, una foto retuiteada de un gol de un jugador del Real Madrid, con otro puñado de tuits propagandísticos. La ausencia de comentarios personales es total: no hay conversación, no hay interpelaciones con otros usuarios, no hay reflexiones sobre sus intereses. Se limitan a compartir lo que publican otras cuentas y que guarda relación con las características que expresan en sus biografías.
Los perfiles son variados: gente joven y universitarios, trabajadores, amas de casa o emprendedores. Todos con aficiones claras y preocupados por la política. Los perfiles son de comunidades de toda España y también hacen guiños a personas extranjeras (chinos y venezolanos).
Otra de las principales pruebas de la automatización de las cuentas es que sus fotos de perfil son imágenes públicas tomadas de Internet. La búsqueda inversa de las imágenes en Google arroja un gran número de resultados en casi todos los casos.
No hay abundantes interacciones entre los bots de la misma granja, un hecho que en ocasiones también puede servir como prueba de que todos ellos están manejados por dos o tres personas de una misma empresa. No obstante, sí hay algunos contactos llamativos, como aludir a supuestas relaciones personales fuera de la red social poniendo como prueba un contenido falso que también puede ser encontrado en una búsqueda inversa.
El empleo de este tipo de tácticas para potenciar de forma un candidato o idea se conoce como astroturfing. Es un juego de palabras con una marca de césped artificial y se usa para hacer pasar por un movimiento de base algo que es propaganda pagada. Para la investigadora Mariluz Congosto, la actividad de la granja que apoya a Casado “todavía no es peligrosa”. Por el momento no difunden bulos y “son de apoyo a la campaña más que de contaminar con ataques a los contrarios. Habría que mirar con más en profundidad para ver si se salen de la senda”, puntualiza.