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México, de la supuesta injerencia rusa a esbozar el cazabulos definitivo

Verificado2018.

Carlos del Castillo

Verificado2018 morirá hoy o mañana. Este domingo México ha comunicado los resultados oficiales de las elecciones que han encumbrado a Andrés Manuel López Obrador y con ellos, la labor de Verificado habrá terminado. No ha resuelto todos los problemas a los que se enfrentaba, pero esta alianza de 60 medios de comunicación mexicanos ha conseguido proponer métodos innovadores para solucionar algunos de ellos. Problemas en torno a la desinformación, un fenómeno que ha llegado para quedarse en las sociedades conectadas.

Mucho antes de iniciar la campaña electoral, casi un año antes de que los mexicanos supieran qué día tendrían su cita con las urnas, algunos medios del país importaron la narrativa de la injerencia rusa. Afirmaron que Moscú estaba detrás de la popularidad de López Obrador y el auge de noticias negativas sobre México. Un país con una economía en retroceso, 50 millones de personas pobres, más de 200.000 asesinatos y 35.000 mil desaparecidos documentados en los últimos doce años. 

La de la injerencia rusa ha sido una teoría autorreplicante. Sus defensores utilizan el ejemplo de cómo ha actuado en otros países para defenderla. Así, el Brexit era culpa de los rusos porque los rusos habían influido en la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca; el auge del soberanismo en Catalunya era culpa de los rusos porque habían influido en el Brexit y en EEUU; y en México la prueba de que los rusos estaban apoyando a López Obrador era que habían hecho de las suyas en EEUU, el Brexit y Catalunya. Pero allí, al contrario que en otros lugares, pudieron frenarlo: “Sí, ocurrió. Se crearon noticias falsas con esa desinformación pero Verificado2018 lo desmintió y el rumor no creció”.

Responde Tania Montalvo, encargada de Verificado2018 y directora de Animal Político. Este joven medio digital fue uno de los promotores de esta red de cazabulos, en la que además de los 60 medios participan otras treinta organizaciones, entre ONGs, universidades y think tanks. También tiene el apoyo de Facebook, Twitter y Google. Se puso en marcha para evitar que las noticias falsas corrieran a sus anchas en torno a las elecciones y crear un canal seguro de información en el que todos los públicos pudieran confiar. Más allá de cabeceras. Más allá de Internet.

“Hacerlo juntos no solo le dio más credibilidad y fuerza, sino que permitió llegar a más públicos”, explica Montalvo: “Estar en medios impresos, por ejemplo, es tener a otro público. Hay regiones en México en los que el periodismo digital no llega, con audiencias que siguen confiando y viendo solo medios tradicionales. Verificado2018 estaba ahí gracias a sus aliados. Rompimos barreras publicando en medios tradicionales nacionales como El Universal y Televisa, que tienen el mayor alcance a nivel nacional. La iniciativa, para Animal Político, no significaba que creciéramos nosotros como medio, si no que llegáramos a una audiencia distinta con información confiable. Lo logramos”. 

Muchos mexicanos acabaron utilizando Verificado2018 para solicitar información de servicio como dónde votar, o cómo hacerlo para evitar que el voto fuera considerado nulo. “Vimos como la gente confiaba en que nosotros podíamos proveer información confiable, resolver sus dudas antes de emitir su voto. No identificamos otra vía por la que la gente preguntó dudas específicas sobre la elección. También nos enviaron información sobre actos de violencia que, al final, logramos confirmar”, enumera la periodista mexicana.

Verificados viralizables 

La desinformación ha centrado buena parte del debate político desde la elección de Donald Trump en EEUU. Desde entonces los investigadores han aprendido cómo circula y qué efectos tiene sobre la gente. El objetivo es saber cómo detenerla y sobreponerse a la que (de momento) es su gran ventaja: los desmentidos nunca corren tan rápido como los bulos. “Hay poca gente que comparte los desmentidos pero mucha que comparte la información falsa”, resume Raúl Magallón, profesor de periodismo e investigador de la Universidad Carlos III. 

Magallón ha puesto en marcha unfaking news, un proyecto para averiguar cómo podrían mejorar su alcance los verificadores de información. “Buscamos patrones en los desmentidos y analizar cómo circula la comprobación de hechos”, expone. Han detectado que la ausencia de un denominador común en ellos es un obstáculo para que la ciudadanía sepa identificar a los cazabulos confiables. Por ello, señala que Verificado2018 puede suponer un punto de inflexión.

Sobre esto, Tania Montalvo explica que “tener una red de 90 aliados también funcionó para diversificar las redes de difusión”. “No nos enfocamos exclusivamente en la audiencia de Animal Político, que es una audiencia digital, un público joven; con los aliados la audiencia se volvió mucho mayor y llegamos a más gente. Los contenidos no se hacían virales solo desde las redes de Verificado, estaban en las redes de todos los aliados”, revela.

No obstante, si México ha supuesto una novedad en cuanto a los cazabulos, también lo ha hecho en la publicidad del negocio de las noticias falsas. Carlos Merlo, fundador de Victory Lab, ha explicado a todo el que se lo ha pedido cómo su empresa es capaz fabricar noticias falsas y distribuirlas con una red de 200.000 bots para favorecer a un político o atacar a otro. El servicio básico cuesta 2.700 dólares al mes. Su lema es “Tecnología rusa, talento mexicano”.

Merlo no viola ninguna ley. México no persigue a los creadores y distribuidores de noticias falsas. Él explica que su meta es lograr que sus bulos (él los llama “noticias maquilladas”) lleguen a televisión: “Impulsar nuestra historia hasta que llegue a ser el tema más hablado en Twitter, porque luego debe aparecer en televisión. La gente presiona para que sea de esta manera. Si hay algo nuevo sobre un candidato, la gente comienza a escribir a los medios para decirles 'oye, ¿qué está pasando? ¿Por qué no estás hablando de esto, qué tienes en contra?”, contó Merlo a la investigadora Juliana Fregoso, del Instituto Reuters.

Fregoso ha analizado el panorama informativo en México para saber si sus medios tradicionales para identificar la difusión de información falsa ante las elecciones. ¿Su conclusión? “Un rotundo No”, afirma en las conclusiones de su estudio. Por ello, también destaca la importancia de Verificado2018: “Representa el primer gran esfuerzo del periodismo colaborativo a escala nacional: los medios tradicionales finalmente están comenzando a trabajar juntos para verificar y colaborar en las historias”, concluye. 

La idea para crear Verificado surgió en el gran terremoto que sufrió México en 2017. La iniciativa ha tenido éxito al mostrar que acontecimientos como elecciones o grandes catástrofes requieren esfuerzos especiales por parte de los medios y ha marcado ciertas pautas a nivel internacional. Por lo pronto Maldito Bulo, el principal verificador español, se unió a finales de junio a la International Fact-Checking Network, una red de buenas prácticas para supervisar que los especialistas que se dedican a esta misión cumplan una serie de principios deontológicos que garantizan la imparcialidad y profesionalidad de sus desmentidos. Si les dejan los rusos, claro.

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