El profesor del departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, y padre de la técnica de edición genética CRISPR/Cas9, Francisco Martínez Mojica, podría convertirse mañana en el tercer investigador español galardonado con un premio Nobel del ramo científico.
Mojica, cuyo nombre figuraba ya el año pasado en las listas de favoritos para hacerse con el Premio Nobel de Medicina, sigue con opciones para este año.
Es más, podría ganarlo este 1 de octubre, cuando la Real Academia de las Ciencias Sueca dará a conocer el nombre del ganador en la categoría de Medicina, y dos días después, el miércoles, 3 de octubre, cuando se fallará el premio de Química.
El proceso de selección de los nominados es complicado y estrictamente confidencial, pero todas las quinielas apuntan a Mojica como serio candidato para el Instituto Karolinska de Estocolmo, la institución que elige a los candidatos.
Mojica podría ganar el Nobel junto a Emmanuelle Charpentier (Francia) y Jennifer Doudna (EEUU), las dos bioquímicas que, partiendo de sus hallazgos sobre bacterias, diseñaron una herramienta de edición genética que les valió el Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2015.
El jurado español no premió a Mojica en aquel momento, pero, desde entonces, este microbiólogo alicantino ha cosechado los premios más importantes del panorama científico nacional e internacional como el premio Jaime I de Investigación Básica, el de la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento (categoría de Biomedicina) o el de la Fundación Lilly.
Mojica, el primer científico español en lograr el Premio Albany (el más prestigioso galardón de medicina de los Estados Unidos), cuenta también con el premio Plus Alliance a la Innovación Global, uno de los más valorados también del ámbito científico.
No obstante, aunque ya está acostumbrado a recibir premios, esta misma semana ha sido nombrado hijo predilecto de su ciudad, Elche, un reconocimiento que para este científico es el galardón que tiene “la carga más emotiva”, y “el más importante al que pueda aspirar un ilicitano”, y el “más emotivo”.
Aunque no sea esta semana, probablemente será cuestión de tiempo que la Academia sueca acabe reconociendo el valor de CRISPR/Cas9, la herramienta de edición del genoma creada por Doudna y Charpentier gracias a su descubrimiento sobre las bacterias.
Esta revolucionaria técnica de edición genética permite cortar y pegar secuencias de ADN de manera eficaz y barata.
Inspirada en el sistema inmunológico de las bacterias y en cómo éstas se defienden de los virus (descubierto por Mojica), esta técnica permite modificar el genoma con una precisión sin precedentes y de una forma mucho más sencilla y barata que cualquier método anterior, lo que ha supuesto una verdadera revolución para la biomedicina.
La técnica es tan eficaz y poderosa que acorta -meses e incluso años- el tiempo necesario hasta ahora para alterar el ADN a voluntad pero además, es barata, por lo que muchos consideran que ha supuesto la democratización de la edición genética, que ya está al alcance de cualquier laboratorio de biología molecular.