El grupo francés de telecomunicaciones Orange fue condenado hoy a pagar una multa de 50.000 euros por homicidio involuntario tras la muerte en 2011 de un trabajador que se cayó de una plataforma.
La defensa de la compañía indicó a Efe que Orange “entiende el dolor de la familia y de sus compañeros de trabajo”, pero va a recurrir esa decisión ante el Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence, en el sur del país, al considerar que la empresa respetó las consignas de seguridad y la reglamentación vigente.
El técnico fallecido, que tenía 55 años, murió al caer de una estructura de unos 4,5 metros a la que se había subido para cambiar un cable.
Sindicatos como Sud y la CGT, así como la inspección laboral, recordó hoy el diario “Le Figaro”, habían advertido en más de una ocasión del peligro de ese tipo de plataformas, que pueden utilizarse por una persona sola, en lugar de las dos necesarias en las escaleras clásicas.