La venta de Twitter a Elon Musk por 44.000 millones de dólares está en riesgo por un viejo problema de la red social: las cuentas falsas y los bots. “El acuerdo de Twitter queda suspendido temporalmente a la espera de detalles que respalden el cálculo de que las cuentas de spam/falsas representan efectivamente menos del 5% de los usuarios”, ha comunicado el multimillonario este viernes a través de un tuit.
Musk enlaza en comentario una noticia de la agencia Reuters publicada el pasado 2 de marzo. En ella se informa que Twitter ha comunicado que el porcentaje de cuentas falsas de la plataforma es menor del 5%. Esto equivale a que más del 95% de los 229 millones de usuarios que contabilizó la red social en su último balance son “monetizables”, lo que significa que consumen los anuncios que inserta Twitter y con los que la compañía se financia.
A finales de abril Twitter reconoció que había cometido un error en sus estimaciones de cuentas falsas de los tres últimos años. La realidad es que tenía más de las que estaba comunicando, pero el error no fue de la suficiente envergadura como para que su cifra de usuarios totales bajara de esos 229 millones, contando con el crecimiento de los últimos meses.
Sin embargo, en una comunicación al regulador bursátil estadounidense reconoció que esta nueva estimación también podía estar equivocada. “Hemos realizado una revisión interna de una muestra de cuentas y estimamos que la media de cuentas falsas o spam durante el primer trimestre de 2022 representó menos del 5% de nuestro usuarios activos mensuales durante el trimestre”, explicó: “Al hacer esta estimación, aplicamos un juicio significativo, por lo que nuestra estimación de cuentas falsas o de spam puede no representar con precisión el número real de dichas cuentas, y el número real de cuentas falsas o de spam podría ser mayor que el que hemos estimado”.
La comunicación de Twitter lleva más de dos semanas publicada y no está claro por qué Musk saca a relucir ahora sus dudas sobre los usuarios reales de la red social, o si cuenta con más información sobre esta cuestión de la que ha hecho pública. El magnate se ha comprometido a pagar unos 44.000 millones de euros por Twitter y ya ha llegado a acuerdos tanto con socios privados como con fondos de inversión para que colaboren con él en la financiación de esa cifra.
En un tuit publicado dos horas después del inicial y ante la avalancha de dudas que este ha generado, Musk ha asegurado que “sigue comprometido con la compra” de Twitter.
Twitter se desploma en bolsa
Twitter de momento no se ha posicionado respecto a las palabras de Musk, pero se ha desplomado en bolsa como resultado del tuit del empresario. Ha arrancado la sesión de este viernes en Wall Street perdiendo un 10% de su valor, hasta los 40 dólares por acción. Musk ha ofrecido 54,20 dólares por título para comprar el 100% de la compañía.
Desde que Musk se convirtió en el máximo accionista de Twitter, relanzado días después con una oferta por la totalidad de la empresa, el magnate ha dado detalles de los cambios que planea aplicar. Afirma que “no le importa en absoluto el factor económico” de la operación y que la lleva a cabo por “el potencial” de esta red social para “ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo”. En los últimos días ha despejado otra de las dudas que surgieron a raíz del proceso de compra, desvelando que considera que el bloqueo de la cuenta de Donald Trump fue “un error” y que le permitirá reactivarla.
El consejo directivo de la red social se opuso en un primer momento a que Musk tomara el control de la compañía y llegó a preparar una estrategia de “píldora venenosa”. Se trata de un resorte legal que permite a las compañías cotizadas en EEUU inundar el mercado de acciones baratas disponibles para todos los compradores menos para el actor que quiere hacerse con el control total de la empresa. Pese a ello, el consejo terminó aceptando la oferta de Musk una semana después.