Un órdago que ha caído en saco roto. La amenaza de Meta de apagar Facebook e Instagram si la UE no le permite enviar los datos personales de los europeos a EEUU ha recibido una respuesta transversal tanto de los usuarios de las redes sociales como de la política: “Viviríamos muy bien sin Facebook”, ha manifestado el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, al ser preguntado por la advertencia de la corporación dirigida por Mark Zuckerberg. Pero, ¿qué pasaría si Meta cumpliera su promesa y se llevara Facebook e Instagram de Europa?
elDiario.es ha contactado con varios expertos y profesores de negocios y todos coinciden en la misma postura: la primera que perdería sería la multinacional. La división europea (donde encuadra a Rusia, país en el que es residual, y a Turquía) es la segunda que más facturación reporta a la compañía tecnológica, con 29.105 millones de dólares en 2021. Solo consigue más en el área EEUU-Canadá, con 55.582 millones.
“Si Meta se va, evidentemente todos pierden. Pero su volumen de negocio en Europa es demasiado grande como para pensar que no hará todo lo necesario para no perder ese mercado. Sin ir más lejos, hace unos meses anunció la contratación de 10.000 personas en Europa para desarrollar el metaverso. Esas contrataciones no son por casualidad, sino porque saben que el mercado europeo requiere esos puestos”, explica Fernando Castelló Sirvent, profesor de la escuela de negocios ESIC.
¿Por qué Meta ha puesto en duda ahora su presencia en Europa? El problema se remonta a 2020. Ese año el Tribunal de Justicia de la UE tumbó el Privacy Shield (Escudo de Privacidad), un protocolo bilateral entre EEUU y la UE que regulaba la transferencia de datos personales entre ambos bloques, por no proteger debidamente los derechos de los ciudadanos europeos. El acuerdo no ha sido sustituido por otro, pese a lo cual Meta sigue enviando datos a EEUU al considerar que no viola ninguna ley al hacerlo, según han revelado documentos internos filtrados.
Pero la corporación no las tiene todas consigo y teme sanciones por esta práctica. Por ello, está intentando presionar a los reguladores para que pacten “un nuevo marco de transferencia transatlántica de datos” que blinde su envío de información personal a EEUU. “Si no se adopta un nuevo marco es probable que no podamos ofrecer varios de nuestros productos y servicios más importantes, como Facebook e Instagram, en Europa”, avisó Meta en una comunicación al regulador bursátil de EEUU, la SEC. La multinacional deja fuera a WhatsApp de ese órdago.
Sin embargo, todas las fuentes consultadas afirman que el escenario planteado por Meta es “extremo” y que resulta “extremadamente improbable” que tome esa decisión. “Es un farol”, resumen. Un farol que la UE no parece dispuesta a comprar. “La UE es un mercado interior tan grande y con tanto poder económico que si actuamos unidos no nos intimidará algo así”, ha afirmado el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, que participaba en el mismo acto que Le Maire.
La UE es un mercado interior tan grande y con tanto poder económico que si actuamos unidos no nos intimidará algo así
“Como profesor de dirección estratégica de empresas, me cuesta mucho creer que no han contado con una eventual salida de Europa en sus planes de contingencia, ya que estos incluyen hasta la caída de un meteorito”, detalla Castelló Sirvent. “Pero a la vez, me genera muchas dudas la credibilidad de esa posible salida como algo que no sea un elemento más que poner encima de la mesa en la negociación para lograr una transferencia de datos más favorable”.
¿Y qué pasa con las empresas que dependen de Meta?
Meta tiene unos 60.000 empleados en todo el mundo, de los cuales varios miles se encuentran en Europa. Están concentrados en Dublín, la sede de la multinacional en el continente. Si decide marcharse, todos ellos quedarían en vilo. Lo mismo pasaría con los impuestos que paga en Irlanda, que tiene una tasa súper reducida para atraer a multinacionales tecnológicas.
Sin embargo, el principal vacío que dejarían Facebook e Instagram sería el indirecto. elDiario.es ha solicitado a Meta cifras de su impacto económico en Europa, que no ha podido suministrarlas alegando que su último estudio al respecto es de 2014. El 98% de sus beneficios en el continente llegan de la venta de publicidad, por lo que esta industria sería la primera afectada en caso de una ruptura con la UE.
En España hay alrededor de 43.000 empresas del sector de la publicidad, que aportan alrededor del 1% del PIB y tienen unos 100.000 trabajadores, según los datos del Observatorio de la publicidad de 2021 elaborado por la Asociación Española de Anunciantes (AEA). El sector digital es el que concentra una mayor inversión y dentro de él, las redes sociales son la tercera vía más importante de negocio con 835 millones de euros, un 27% del total. Meta es el actor más importante de ese sector, pero no el único.
La misma ausencia de datos concretos aparece con las empresas y pymes que utilizan Facebook e Instagram para promocionar sus servicios. Meta tiene mucho peso también en ese sector, pero los expertos opinan que si se va, su lugar sería rápidamente ocupado por sus competidores. “Hay muchísimas pequeñas empresas que ahora mismo están ganando dinero a través de Instagram y Facebook. Es una herramienta de comunicación imprescindible en el negocio del día a día”, expone Ángel Barbero, profesor de la escuela de negocios EAE y director de Estrategia de Nateevo.
“Hay una cadena de valor en la que si de repente desaparece uno de los canales mayoritarios en los que estás invirtiendo, la realidad es que vas a perder parte de las herramientas que tenías hasta ahora. El negocio cambiaría bastante y las estrategias de las pequeñas empresas digitales tendrían que transformarse. Pero actores como Google actuarían lo más rápido posible para captar todo ese volumen de negocio”, continúa el experto.
Es cierto que Meta no tiene competencia directa que pueda asimilar su infraestructura digital de una tacada. Pero eso no quiere decir que no haya empresas que no puedan aumentar su peso en el mercado si la multinacional decide abandonar todo su negocio en Europa. El propio Zuckerberg indicaba en la última presentación de resultados de la compañía la semana pasada que “el aumento de la competencia” es una de sus principales preocupaciones: “La gente tiene muchas opciones para pasar su tiempo y aplicaciones como TikTok están creciendo muy rápidamente”.
La gente tiene muchas opciones para pasar su tiempo y aplicaciones como TikTok están creciendo muy rápidamente
“Si Meta se va, habría un trasvase automático hacia otros servicios”, coincide Esteve Almirall, profesor en Esade. “Las empresas están en Facebook e Instagram por la segmentación tan fina que permite. Pero esto es algo que no gusta y que la UE está legislando para reducir. La industria también está moviéndose hacia recopilaciones de datos menos invasivas, como ha hecho Apple y Google no tardará mucho en emular”, adelanta.
“Nada de esto pasará”, dice Almirall, que ve mucho más posible que Meta cree una división especial de sus servicios para Europa aceptando las reglas que le imponga la UE con tal de no perder ese mercado. O, incluso, que invierta en crear más centros de datos en el continente para evitar el trasvase de información hacia EEUU. Esto es lo que han hecho Google, Microsoft, Amazon o IBM, que además han elegido España como centro de esos despliegues.
Meta también ha matizado el tono. El revuelo que ha provocado su comunicación a la SEC ha llevado a la corporación a aclarar su posición. “No tenemos ningún deseo ni planes de retirarnos de Europa, pero la simple realidad es que Meta, y muchas otras empresas, organizaciones y servicios, dependen de las transferencias de datos entre la UE y EEUU para operar servicios globales”, manifiesta una portavoz a este medio. La noche de este martes el vicepresidente de Políticas Públicas para Europa de la la multinacional, Markus Reinisch, ha publicado un comunicado en el que afirma que “Meta no está en absoluto amenazando con irse de Europa”.
La multinacional recuerda que hay decenas de empresas cuyo negocio depende de esos trasvases de datos y pide un nuevo marco cuanto antes, aunque la estrategia que ha seguido puede haber sido contraproducente. Su desafío a la UE le ha hecho dejarse más de un 10% de su valor en bolsa, equivalente a 100.000 millones de dólares, entre el lunes y el martes. La caída se suma al 20% que sufrió la semana pasada cuando reconoció que la competencia de TikTok, los cambios de privacidad en Apple y las nuevas regulaciones de privacidad europeas estaban menguando su capacidad de negocio. En total Meta ha perdido un tercio de su valor en una semana.