Protección de Datos investiga el sistema de reconocimiento facial de Mercadona

La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha abierto una investigación de oficio sobre el sistema de reconocimiento facial que Mercadona quiere probar en 40 de sus establecimientos en los próximos meses, ha adelantado Business Insider y ha podido confirmar eldiario.es. La cadena de supermercados anunció la semana pasada que el objetivo del sistema era interceptar a las personas que intenten entrar a sus tiendas a pesar de tener órdenes de alejamiento contra los supermercados o contra sus trabajadores.

Mercadona informó que el sistema reconoce “rasgos físicos” y detecta “única y exclusivamente” la entrada de personas con sentencia firme y medida cautelar de orden de alejamiento en vigor. No obstante, un portavoz de la compañía dio a entender que sí que se trata de un sistema de reconocimiento facial al ser preguntado por eldiario.es sobre la base de datos que iba a utilizar para identificar a las personas con orden de alojamiento: “La imagen la tenemos porque es una de la pruebas que nosotros aportamos al juicio para demostrar el hecho”.

La compañía valenciana recalcó que el sistema, que estará a prueba en tiendas de Mallorca, Zaragoza y Valencia, se ha desarrollado “en constante contacto con las autoridades correspondientes para garantizar la total protección y todas sus garantías legales”. Sin embargo, la AEPD (el organismo independiente encargado de vigilar el respeto al derecho de la privacidad en España, que cuenta con capacidad sancionadora) ha comunicado que ha tenido que lanzar su investigación “a raíz de las informaciones aparecidas en medios de comunicación respecto de este tema”.

“El procedimiento se encuentra en fase de actuaciones previas de investigación”, ha comunicado la AEPD. En su anuncio inicial, Mercadona informó que “el sistema permite detectar la infracción y, tras contrastar científicamente que se trata de esta persona, se notifica a las fuerzas y cuerpos de seguridad”. Afirmó también que la tecnología “no guarda ningún tipo de información adicional, pues es eliminada en su totalidad en 0,3 segundos”.

El reconocimiento facial, uno de los avances más publicitados en el campo de la inteligencia artificial, se encuentra en terreno pantanoso. Numerosos colectivos científicos y de la sociedad civil han cuestionado su uso por las dudas éticas que lleva aparejado, puesto que algunos estudios han mostrado que funciona mucho peor en mujeres o en personas racializadas, aumentando los falsos positivos o negativos. Las principales empresas que lo desarrollan, como Amazon, IBM o Microsoft, han anunciado que dejarán de investigar en este campo y de vender sistemas de reconocimiento facial a fuerzas policiales y de orden público hasta que se establezcan reglas claras sobre su uso por parte de los parlamentos nacionales.