Hace mucho tiempo, en una Red muy, muy lejana, un navegador llamado NetScape era la única herramienta comercial con la que se podía explorar la web. Entonces llegó Microsoft, diseñó un producto llamado Internet Explorer y lo estableció como navegador predefinido de Windows 95. La cuota de mercado de NetScape desapareció por completo en poco tiempo e Internet Explorer subió al trono de los navegadores, del que no bajaría en décadas.
De eso hace 27 años y el reinado de Explorer ha sido tan largo y estable que ha llegado a incomodar incluso a Microsoft. La multinacional lleva desde 2015 pidiendo a empresas, administraciones y usuarios que lo abandonen, ya que se ha quedado obsoleto y actualizarlo para que fuera estable y seguro era cada vez más complicado.
En 2019 Chris Jackson, uno de los directores de software de Microsoft, dijo claramente que seguir usando Internet Explorer conllevaba “riesgos” y suplicó a los administradores de sistemas que no siguieran construyendo aplicaciones sobre él. Pero los avisos de la compañía no conseguían que su antigua joya de la corona desapareciera por completo, con lo que tuvo que seguir haciendo equilibrios para que el programa siguiera siendo funcional casi tres décadas después de su concepción.
El problema con el que se encontró Microsoft con Internet Explorer es que llegó a ser tan masivo que se convirtió en un estándar de Internet. En 2003 tenía el 93% de cuota de mercado, por lo que instituciones y empresas construían servicios digitales pensando solo en este navegador. Como detalló el propio Jackson, Explorer fue el “botón fácil” para muchas organizaciones que debían digitalizarse a marchas forzadas con pocos recursos. ¿Y dónde se daban habitualmente esas dos variables? En las administraciones públicas.
El uso de Internet Explorer por defecto para todas las situaciones es el "botón fácil" porque la mayoría de sus sitios fueron diseñados para Internet Explorer
“De vez en cuando, los clientes me preguntan: ¿Cómo me aseguro de que todo el tráfico web vaya a Internet Explorer? De hecho, hace poco me hizo esta pregunta alguien que intentaba ayudar a un hospital. Ahora entiendo el escenario. En la sanidad (como en muchos otros sectores), a menudo se trabaja con un equipo muy reducido”, reveló el directivo: “Como resultado, el uso de Internet Explorer por defecto para todas las situaciones es el ”botón fácil“ porque la mayoría de sus sitios fueron diseñados para Internet Explorer”.
Sin embargo, conforme aparecían nuevos competidores en el mercado —incluido un navegador más moderno de Microsoft— y Explorer iba llegando al final de su vida útil, esas organizaciones con pocos recursos no siempre pudieron adaptarse. Explorer seguía siendo una aplicación presente en el sistema operativo más usado del mundo (Windows tiene el 75% de cuota de mercado en sobremesa, según StatCounter) y aunque los usuarios abandonaron su uso para el día a día, lo más fácil y barato era pedirles que utilizaran los procesos construidos sobre él antes que diseñar aplicaciones nuevas que se adaptaran a todos los nuevos navegadores.
Pero la situación no podía alargarse hasta el infinito y Microsoft ha ido cortando poco a poco la respiración asistida a Internet Explorer. Quiere que el que fuera absoluto rey de los navegadores desaparezca de una vez, su tiempo ha pasado y no fue concebido para los actuales retos que presenta de la economía digital. Pero no puede desenchufarlo sin más ya que eso pondría en riesgo miles de procesos en empresas y privadas y, sobre todo, administraciones públicas.
Desparece el “botón fácil” de las administraciones
Microsoft acaba de dar otro empujón a Explorer. Ha retirado su aplicación de los dispositivos Windows y ya no se incorporará a ninguno nuevo. Tampoco tendrá nuevas actualizaciones de seguridad ni actualizaciones.
Pero es importante que el navegador no muera del todo y Microsoft lo sabe. Por eso lo que ha hecho es incorporar un “modo Internet Explorer” en su sucesor, Microsoft Edge, para que este pueda lanzar los procesos que solo funcionan con el antiguo rey de los navegadores. “Edge no solo ofrece una experiencia más rápida, segura y moderna que la búsqueda en Internet Explorer, sino que es también capaz de encarar una preocupación clave: la compatibilidad con sitios y aplicaciones más viejas”, ha afirmado Sean Lyndersay, gerente general de la división de productos para empresas de la multinacional.
En España muchas administraciones públicas han utilizado Explorer como vía para relacionarse con los ciudadanos. En especial en procesos de firmado de documentos y autentificaciones, donde más se ha extendido el círculo vicioso de seguir utilizando un sistema anticuado pero que funcionaba. Son los conocidos “applets”.
Desde el Gobierno aseguran a elDiario.es que la jubilación definitiva de Explorer no pillará por sorpresa a las administraciones públicas y que ya se han instalado las pertinentes actualizaciones. “Desde hace muchos años, para el uso de certificados electrónicos en los servicios de administración electrónica, la Secretaría General de Administración Digital (SGAD) eliminó el uso de applets”, afirman.
La SGAD, dependiente de la Secretaría de Estado de Digitalización que dirige Carme Artigas, explica que ha desarrollado para ello una nueva versión de Autofirma, una de las aplicaciones con las que los ciudadanos se pueden identificar digitalmente ante las instituciones y rubricar documentos. “Todos los servicios que se hayan desarrollado de la misma manera no tienen ninguna problema para operar con navegadores distintos a Internet Explorer”, continúan las mismas fuentes.
“Es importante destacar que el uso de Autofirma es opcional, aunque su uso está muy extendido en las Administraciones Públicas, especialmente en la Administración General del Estado”, añaden.
Qué hacer con los certificados instalados en Internet Explorer
Aunque las administraciones se hayan actualizado, como asegura el Ejecutivo, es posible que los usuarios se topen en las próximas semanas con el problema de no poder utilizar sus certificados digitales instalados en Explorer. Una solución es instalar Edge, el sucesor de Explorer, sobre el que tanto las administraciones como Microsoft han volcado la responsabilidad de lanzar aquellos trámites que solo están disponibles para el viejo navegador.
Edge se puede descargar en este enlace. En cualquier caso, desde los sindicatos han explicado a elDiario.es que no han detectado ningún caso en el que las administraciones sigan recurriendo únicamente a Explorer. Así lo apuntan desde UGT y también desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
“Las diferentes administraciones, en teoría, han tenido tiempo para adaptar sus programas y aplicaciones para trámites internos y aquellas que utilizan los ciudadanos en sus gestiones. Podría darse el caso, esperemos que no, que alguna administración no haya adaptado aún sus aplicaciones...”, exponen fuentes del CSIF. “De haber algún problema, entendemos que sería en las aplicaciones más antiguas y podría corregirse”, continúan: “Estaremos vigilantes para comprobar que este proceso se culmina con normalidad”.