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Snapchat, el cristal donde se miran todos los demás

El fantasma de Snapchat lo es cada vez menos. Ha pasado de 0 a 150 millones de usuarios en seis años (fue lanzado en 2010), sus activos se han multiplicado por n y la compañía antes valorada en 3.000 millones de dólares por el mismísimo Mark Zuckerberg ahora ronda los 20.000 millones de dólares. Por si todo esto fuera poco, la red social de los millennials quiere ser más que una red social. Even Spiegel, cofundador de Snapchat y CEO de la empresa, presentó el pasado sábado su primer wearable: las Spectacles, unas gafas con cámara incorporada.

Huelga decir que no son unas gafas de sol corrientes. Aunque poseen un cierto aire a las monturas Clubmaster de RayBan, de 'retro' no tienen nada. En la esquina superior izquierda, además del botón REC, hay un sensor LED que se enciende cuando el usuario graba. En el lado opuesto está la cámara, que graba en formato cuadrado el vídeo, que se envía automáticamente al teléfono. La duración máxima del clip es de 10 segundos. Las Spectacles, además, vienen con un estuche para cargarse y costarán 130 dólares.

Las gafas de Snapchat son el primer dispositivo que lanza la red social. Con ellas estrena una nueva división llamada Snap Inc. que se autodefine como “una empresa de cámaras”.

La compañía fundada por Even Spiegel y Bobby Murphy en 2010 ha sido la precursora y el modelo a seguir de muchas apps que ya estaban antes que ellos, pero que no estaban familiarizadas con un nicho específico de público: el de los millennials.

Además de contar con más de 150 millones de usuarios, la compañía del fantasma asegura que el 41% de los estadounidenses entre 18 y 34 años utiliza Snapchat de forma habitual. Con esas estadísticas en la mano, la competencia ha tenido que saber reinventarse para no quedarse atrás. Y todos le han copiado ¿Casualidad?

La oscura obsesión de Zuckerberg

Mark Zuckerberg tiene una espina clavada. En noviembre de 2013 intentó hacerse con Snapchat por 3.000 millones de dólares, pero Spiegel y Murphy se negaron. Un año y pico antes, el CEO de Facebook ya había comprado Instagram por 1.000 millones de dólares. Este verano, la popular aplicación implementó varias funcionalidades que recuerdan, y mucho, a las del fantasma.

Zuckerberg lo llamó Instagram Stories. Las nuevas características, vigentes desde agosto, incluyen el borrado automático de imágenes 24 horas después de su publicación y opciones para editarlas, como pinceles o brochas de diferentes colores.

Según Instagram, la herramienta se introdujo para que el usuario se relajase de cara a la hora de conseguir muchos “me gusta” en sus publicaciones. Pero todo el mundo sabe que en Snapchat no hay botón de like y nadie parece preocupado por ello. Al contrario: sus fotos se comparten 8.796 veces por segundo en todo el mundo.

La espina de Zuckerberg también pasa por Messenger, el servicio de mensajería instantánea de Facebook. A principios de marzo compró MSQRD, una aplicación muy parecida a Snapchat que también permite poner filtros y editar fotografías y vídeos.

Zuckerberg aseguró que la compra no afectaría en nada a los usuarios, ya que MSQRD seguiría siendo independiente.“MSQRD posee una gran tecnología que nos ayudará a ofrecer más herramientas creativas en Facebook y ayuda extra para vídeos”, dijo la red social. La pregunta que aún está en el aire es si costó más o menos de 3.000 millones de dólares.

Y es que las celebrities están en Snapchat. Allí no hay censura. Kim Kardashian, por ejemplo, le dice al Wall Street Journal que está allí porque “en Snapchat puedes ser como quieras de abierto y compartir lo que quieras”. Mientras, Facebook censura cualquier desnudo que aparezca en la red social.

¿Y qué hace Google?

Larry Page y Sergéi Brinn acaban de lanzar Google Allo que, si bien tiene multitud de stickers y filtros, no está ni de lejos en la órbita de Snapchat. A pesar de que hayan incluido algunas de las características que hicieron famosa a la red social, como la posibilidad de dibujar sobre las fotografías o un modo incógnito.

Las gafas de Snapchat, que presentará próximamente de forma oficial en Nueva York, pueden ser el punto de inflexión que marque el paso de startup a gran compañía. Y eso que Google lo intentó hace cuatro años, pero fracasó. Sus Glass fueron retiradas definitivamente en 2015, después de pasar sin pena ni gloria por el mercado (excepto para un exmarine que llegó a ser tratado por su adicción a las gafas). Pero visto lo visto, ¿se plantearán Brinn y Page seguir la estela de Snapchat y volver a intentarlo?