Spotify sigue inmersa en la crisis derivada de su política de hacer dinero con los podcast negacionistas como si fueran un contenido más. Después de que la compañía lograra revertir una fuerte caída en bolsa generada después de que Neil Young retirara su catálogo de la plataforma en protesta por esta equidistancia, ahora el presidente y fundador de la compañía ha tenido que explicar a sus empleados la verdad sobre una nueva polémica en torno al controvertido locutor Joe Rogan, el más escuchado de Spotify y origen de la crisis.
A mediados de la semana pasada hasta 70 capítulos de The Joe Rogan Experience desaparecieron de la plataforma sin previo aviso y sin explicación de Spotify o de Rogan. En una carta enviada este fin de semana a la plantilla de Spotify, su CEO Daniel Ek ha reconocido que la retirada se debe al “lenguaje racialmente insensible” empleado por el locutor. Entre otros términos, Rogan utilizaba la palabra española “negro”, considerada muy ofensiva y descalificante en EEUU.
Ek asegura que fue Rogan quien “optó por retirar varios episodios de Spotify y también expresó sus disculpas este fin de semana”. El fundador del servicio de música en streaming afirma que “está de acuerdo” con la decisión y que las expresiones del locutor “no representan los valores de esta empresa”, pero añade: “No creo que silenciar a Joe sea la respuesta”.
“Debemos tener líneas claras en torno a los contenidos y tomar medidas cuando se cruzan, pero cancelar voces es una pendiente resbaladiza”, manifiesta el CEO de Spotify, enfocando de lleno el problema desde la cultura de la cancelación. Se trata de una narrativa impulsada por la derecha y extrema derecha de EEUU, que acusa al progresismo de “cancelar” toda opinión discordante con los discursos inclusivos. En palabras de Donald Trump: “Es una de las armas políticas de la izquierda: hacer que la gente pierda su empleo, avergonzar a los disidentes y exigir total sumisión a quien no esté de acuerdo. Es puro totalitarismo”.
Si miramos la cuestión de forma más amplia, es el pensamiento crítico y el debate abierto lo que impulsa el progreso real y necesario
Lo cierto es que la narrativa de la cancelación suele ser impulsada por hombres con discursos machistas, homófobos o racistas que se quejan de haber sido orillados por la sociedad por expresar estas opiniones. Ahora, Ek la utiliza para defender la presencia de Rogan en Spotify, que en su podcast ha distribuido posicionamientos antivacunas, entrevistado a reconocidos teóricos de la conspiración o a doctores conocidos por comparar las políticas públicas contra la pandemia con el Holocausto. Cómico y locutor deportivo de formación, la pandemia ha convertido a Rogan en uno de los principales polemistas de EEUU.
“Si miramos la cuestión de forma más amplia, es el pensamiento crítico y el debate abierto lo que impulsa el progreso real y necesario”, afirma Ek en su carta a sus empleados.
De nuevo contra las cuerdas
La desaparición de los 70 capítulos de The Joe Rogan Experience ha vuelto a colocar a la plataforma de streaming contra las cuerdas después de reconducir la situación (al menos, en su perspectiva económica) tras la salida de Neil Young, cuando sus accionistas entraron en pánico y Spotify perdió 2.000 millones de valoración en una sola jornada.
“Pueden tener a Rogan o a Young. No a los dos”, aseveró el artista canadiense: “Spotify se ha convertido en hogar de peligrosa desinformación sobre la COVID. Mentiras vendidas por dinero”. En un primer momento pareció que otros artistas podrían unirse a su acción, pero su conato de revolución no tuvo apenas complicidad de sus colegas.
Con la eliminación de esos episodios sin aviso o explicación oficial, la crítica hacia Spotify había pasado hacia la extrema derecha de EEUU, que la acusaba de censura. Este discurso se repite contra la mayoría de las plataformas digitales que permiten subir contenido a sus usuarios y bloquean la difusión de bulos y desinformación sobre las vacunas o falsas curas para el virus. Hasta ahora, Spotify había conseguido ponerse de perfil en este debate, arguyendo ser solo una plataforma tecnológica que lleva contenidos musicales hasta los usuarios. Sin embargo, su fuerte apuesta por los podcast ha cambiado el terreno de juego, ya que al permitir a cualquier usuario colgar sus propios programas se acerca mucho más a las prácticas de una red social.
El fichaje de Rogan es un elemento central en la estrategia de Spotify de potenciar los podcast. La plataforma le pagó 100 millones de dólares en 2020 para que publicara su programa en exclusiva en su plataforma.