La sonda europea Solar Orbiter ha tomado nuevas imágenes del Sol con una resolución sin precedentes cuando estaba a 75 millones de kilómetros de nuestra estrella. Las imágenes muestran tanto el disco completo del Sol como su atmósfera exterior, la corona, y en otras recogen las diferentes temperaturas que se registran en la estrella.
La de mayor resolución fue hecha el pasado siete de marzo por el telescopio de alta resolución (EUI, por 'Extreme Ultraviolet Imager, en inglés), una cámara ultravioleta extrema mientras las realizadas por el aparato de Imágenes espectrales del entorno coronal (SPICE) son las más completas de su tipo tomadas de nuestra estrella en 50 años.
Solar Orbiter, de la Agencia Espacial Europea (ESA), fue lanzada en febrero de 2020 para profundizar el conocimiento sobre el Sol, del que ahora se encuentra a unos 75 millones de kilómetros, a medio camino entre la estrella y la Tierra. El EUI toma imágenes de tan alta resolución espacial que, a esa corta distancia, se necesita un mosaico de 25 imágenes individuales para cubrir todo el Sol.
La imagen completa se capturó durante un periodo de más de cuatro horas, ya que cada mosaico tarda unos diez minutos, incluyendo el tiempo en apuntar de un segmento al siguiente. En total, la imagen final contiene más de 83 millones de píxeles en una cuadrícula de 9148 x 9112 píxeles, lo que supone una resolución diez veces mejor que la que puede mostrar una pantalla de televisión 4K.
El EUI toma imágenes del Sol en una longitud de onda de 17 nanómetros, en la región ultravioleta extrema del espectro electromagnético, lo que revela la atmósfera superior del Sol, llamada corona, que tiene una temperatura de alrededor de un millón de grados.
El instrumento SPICE, por su parte, está diseñado para rastrear las capas de la atmósfera del Sol desde la corona hasta la cromosfera. En la secuencia de imágenes de SPICE, el color púrpura corresponde al hidrógeno gaseoso a una temperatura de 10 000 grados; el azul al carbono a 32 000; el verde al oxígeno a 320 000 y el amarillo al neón a 630 000 °C.
Estos datos permitirán a los físicos solares rastrear las erupciones extraordinariamente potentes que tienen lugar en la corona a través de las capas atmosféricas inferiores. Además podrán estudiar uno de los secretos de nuestra estrella. Normalmente, la temperatura desciende a medida que nos alejamos de un objeto caliente, pero por encima del Sol, la corona alcanza un millón de grados, mientras que la superficie solo tiene unos 5 000 grados. Investigar este misterio es uno de los objetivos clave de Solar Orbiter.
La sonda tomó estas imágenes en el momento en que cruzó la línea Sol-Tierra, lo que permite comparar sus resultados con los obtenidos por los instrumentos situados en la Tierra. El 26 de marzo, Solar Orbiter alcanzará otro hito de la misión, su primer perihelio cercano, y ahora está dentro de la órbita de Mercurio. Gracias a sus diversos instrumentos, la sonda también está registrando datos sobre el viento solar, un flujo continuo de partículas energéticas que emite la corona solar.