Las tecnológicas combaten la resaca pandémica con 150.000 despidos

2021 fue uno de los mejores años de la industria tecnológica en volumen de negocio y valoración de sus empresas. La incertidumbre pandémica se había reducido respecto al caótico 2020, pero el control del virus seguía aconsejando la reducción de los desplazamientos y el teletrabajo. La economía traccionaba con motor digital y el sector tecnológico lo aprovechó con una gran expansión apoyada en decenas de miles de contrataciones. Una fiesta a la que le ha sucedido una notable resaca en 2022: más de 150.000 despidos y una caída del 35% del Nasdaq, el índice de Wall Street correspondiente a compañías tecnológicas.

Un tercio de esos despidos llegó en un noviembre negro. Meta (matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp), que nunca había hecho recortes de plantilla, echó de una tacada al 13% de sus trabajadores. A sus 11.000 despidos le siguieron los 10.000 anunciados por Amazon, aunque ambos hicieron menos ruido que el drama tuitero provocado por Elon Musk y los 3.700 trabajadores que despidió por correo electrónico nada más hacerse con el control de la red social. Aún menos sonado fue el tijeretazo del 5% de la plantilla de la multinacional de las telecomunicaciones Cisco: 4.300 trabajadores.

Cada compañía atraviesa una situación particular, pero las más grandes han reconocido que uno de los motivos de esta situación es que sobrevaloraron la digitalización pandémica. “Tras la llegada de la COVID-19, el mundo se conectó rápidamente a Internet y el auge del comercio electrónico provocó un crecimiento desmesurado de los ingresos. Mucha gente predijo que esto sería una aceleración permanente que continuaría incluso después de que terminara la pandemia. Yo también lo creía, así que tomé la decisión de aumentar considerablemente nuestras inversiones. Desgraciadamente, no ha sido como esperaba”, admitió Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y director ejecutivo de Meta.

El comercio online “ha vuelto a las tendencias anteriores”, explicó el empresario. Con él se retrajeron los ingresos de un gran número de sectores digitales, especialmente la publicidad digital de la que viven Meta o Twitter. A ello hay que sumar un aumento generalizado de los costes, como el de la electricidad de la que tanto depende este sector.

Mucha gente predijo que esto sería una aceleración permanente que continuaría incluso después de la pandemia. Desgraciadamente, no ha sido así

Ese aumento de los costes también estuvo detrás de la reestructuración llevada a cabo por Amazon. La multinacional de Seattle no ha despedido en sus divisiones de logística, sino que ha concentrado el recorte en los trabajadores de oficina. Uno de los departamentos más afectados es el que desarrolla el asistente virtual Alexa y los dispositivos donde se instala, que implica una gran inversión pero da pocos ingresos a la compañía.

Meta y Amazon son las dos grandes tecnológicas que han visto recortarse sus beneficios este 2022, pero sus compañeras del grupo conocido como GAFAM (Google, Apple y Microsoft) también se han visto arrastradas por la tendencia general. Los beneficios de las cinco grandes se han reducido un 19% en total respecto a 2021.

A estas restructuraciones se suma la debacle del sector cripto, que se ha llevado por delante otros 10.000 empleos (incluidos en la categoría “finanzas” del siguiente gráfico).

“Muchas de las compañías que han hecho despidos son corporaciones enormes que habían tenido muchas alegrías al contratar. Con la contracción económica han tenido que deshacer ese crecimiento”, explica Esteve Almirall, profesor especializado en Economía Digital de la escuela de negocios Esade.

“No obstante, hay una cuestión de fondo que me parece más interesante”, indica el profesor. “El modelo de negocio de estas empresas ha estado basado en un crecimiento exponencial. Pero llega un momento en el que eso se vuelve cada vez más difícil: al final no queda nadie que quiera usar WhatsApp y que no esté haciéndolo, o que quiera comprar en Amazon y no lo haga”, señala. Una de las consecuencias de estar acercándose a ese techo de crecimiento será el aumento de las iniciativas de monetización directa, aventura Almirall, que pone como ejemplo las suscripciones “premium” que quiere instaurar Elon Musk en autor.

“Vamos hacia modelos de negocio con empresas más pequeñas y no solo basadas en la publicidad”, añade. El problema que pueden tener muchas tecnológicas que quieran hacer esa transición es la desconfianza de los inversores, que no ven claro que vayan a funcionar tan bien como los que las han llevado a la cumbre. Una prueba es que el Nasdaq ha caído mucho más que otros índices bursátiles en el último año, como el Dow Jones (-8%), el Nikkei (-9%) o el propio Ibex (-4%).

Los despidos en las empresas tecnológicas se han concentrado en Silicon Valley. Las divisiones nacionales no se han visto demasiado afectadas. En el caso de Amazon, la compañía confirmó a elDiario.es que por el momento sigue con sus planes de contratación en España, que contemplan 3.000 nuevas contrataciones en los dos próximos años. Meta tampoco ha cambiado sus planes de inversión en el país, que incluyen nuevas oficinas, un centro de datos y un cable submarino. “La expansión de nuestros puestos de trabajo en España siempre ha sido a largo plazo y se ha planificado para varios años. Seguimos comprometidos con España y esperamos muchos años de innovación aquí”, confirma a este medio una portavoz.

La expansión de nuestros puestos de trabajo en España siempre ha sido a largo plazo y se ha planificado para varios años. Seguimos comprometidos con España

La plataforma Layoffs.fyi, programada por un ingeniero de San Francisco para indexar los despidos de las tecnológicas en todo el mundo y que incluye 960 empresas, tampoco recoge recortes en este sector en España. En Europa en general el golpe ha sido reducido. Según el informe anual de la consultora Atomico, el análisis de referencia del sector tecnológico europeo, la cifra de despidos en el continente en 2022 ha sido de unos 14.000.

“El sector no está en crisis, todo lo contrario”

Otra cuestión en la que coinciden los expertos consultados es que la situación no afectará a la alta empleabilidad de la que gozan los trabajadores de la industria tecnológica. La reestructuración que están afrontando las empresas del sector no supondrá un cambio en esa tendencia ni implica que este haya entrado en crisis. “A nivel general y con vistas al 2023, podemos decir que la industria tecnológica seguirá generando empleo cualificado”, dice Miguel Ferrer, Director de Estrategia de la patronal tecnológica Adigital.

“En nuestro mercado laboral nacional hay una gran demanda de trabajadores tech, como así ocurre a nivel global. Gracias a sus empresas, atractivo inversor, marco regulatorio y calidad de vida, España se encuentra en una buena posición para seguir progresando como un territorio tecnológico y digital generador de empleo”, añade Ferrer. La asociación tiene como objetivo que un 40% del PIB español provenga de servicios digitales para 2030.

Desde portales especializados en el empleo como InfoJobs comparten esta visión. “Los profesionales de Informática y Telecomunicaciones mantienen un nivel muy alto de demanda y sigue habiendo carencia de perfiles tecnológicos en España. La transformación digital de las empresas en nuestro país, sobre todo las pymes, sigue siendo tarea pendiente y tirará del empleo en los años venideros”, asegura Mónica Pérez Callejo, directora de Estudios de la plataforma.

“Si bien es cierto que hemos conocido despidos masivos en grandes tecnológicas, no consideramos que el sector esté en declive, todo lo contrario. El contexto político y económico ha complicado sobre manera la recuperación tras la pandemia y muchas compañías han necesitado revisar sus planes de crecimiento con el consiguiente reajuste de plantillas, sobre todo aquellas que habían experimentado un gran crecimiento derivado de los nuevos hábitos de uso y consumo asociados a la pandemia que ahora se han visto frenados por la crisis (energética, de componentes y ya de consumo). Sin embargo, la transformación digital -y su aceleración- es un hecho y el futuro del empleo está condicionado por la implementación y desarrollo de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos productivos”, concluye Pérez.

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