Un debate recorre las conversaciones de los juristas desde que magnates tecnológicos como Elon Musk comenzaron a anticipar la llegada de los coches autónomos: ¿quién será el responsable de los daños personales o materiales que ocasionen estos vehículos? ¿Sus dueños? ¿El fabricante? ¿Los ingenieros que desarrollaron el software que falló?
La cuestión permanece abierta porque la conducción autónoma ha chocado con una barrera tecnológica que hace que el objetivo de tener coches que circulen sin ningún tipo de supervisión humana parezca más lejano que hace cinco años. Los sucesivos juicios que enfrentará Tesla a partir de este mes de septiembre por fallecimientos relacionados con su sistema de conducción autónoma, denominado Autopilot, no entrarán tampoco a ese debate de fondo. Al contrario, analizarán si Elon Musk y su empresa exageraron las capacidades de sus coches, haciendo que los conductores sobrevaloraran su autonomía y provocando accidentes fatales.
El primer juicio tratará la muerte de Micah Lee, el conductor de un Tesla Model 3 que chocó contra una palmera en Los Ángeles a más de 100 kilómetros por hora y estalló en llamas. El accidente ocurrió en 2019 y dejó heridos de gravedad a los otros dos ocupantes del coche, entre los que se encontraba un niño de ocho años.
“De repente y sin previo aviso, el Tesla Model 3 giró bruscamente a la derecha, se salió de la acera e impactó contra una palmera a gran velocidad. No había obstáculos en la carretera”, reza la demanda. “El difunto Lee estaba usando el sistema Autopilot del Tesla Model 3 en ese momento”, añade.
Los abogados de los ocupantes del vehículo acusan a Tesla de mentir sobre la capacidad autónoma del coche y ocultar que era defectuosa. “Autopilot falló debido a un diseño, fabricación, montaje, pruebas y comercialización negligentes. Además, Autopilot carecía de un diseño de sensores adecuado, carecía de una unidad central de procesamiento adecuadamente diseñada (...) que impidieron que funcionara correctamente en la colisión en cuestión”, denuncian.
El juicio por el fallecimiento de Lee comenzará a mediados de mes. Un par de semanas más tarde, en octubre, dará comienzo otro proceso de las mismas características iniciado por la demanda de la esposa de Stephen Banner, que murió en 2019 después de que su Tesla pasara por debajo de un tráiler de 18 ruedas que estaba incorporándose a una autovía.
Banner conducía con el sistema Autopilot activado, que no aminoró la velocidad ni cambió de dirección, provocando una colisión que cercenó el techo del Tesla y matando en el acto al hombre, de 50 años. La imagen del estado final del vehículo es la que encabeza esta información.
Los accidentes de los Tesla con tráileres relacionados con el sistema Autopilot han sido de los más habituales desde la introducción del sistema. La primera muerte de un conductor con este dispositivo activado se produjo en 2016 en las mismas circunstancias que la de Banner, aunque aquel caso no llegó a juicio. Los siniestros en los que el sistema de Tesla falla al detectar camiones se repiten desde entonces.
“Capacidad de conducción autónoma total”
elDiario.es se ha puesto en contacto con Tesla en dos ocasiones para intentar recoger su posición en esta noticia, pero el fabricante no ha contestado a los requerimientos. Documentos judiciales citados por Reuters revelan que la empresa responsabiliza a los conductores de los accidentes y afirma ante los jueces que siempre hay que tener las manos en el volante. “No hay coches autónomos en las carreteras hoy por hoy”, afirma la empresa.
La declaración contrasta con la publicidad que Musk y Tesla hacen de las capacidades autónomas de sus coches. El modelo avanzado de Autopilot, disponible en algunos modelos en España, se llama de hecho “Capacidad de conducción autónoma total”. La compañía cobra un extra de 7.500 euros por su instalación.
A esto se suman las afirmaciones de Tesla de que sus coches “se conducen solos” desde 2016, cuando publicaron un vídeo en el que uno de sus vehículos hacía un trayecto en el que paraba en cruces y semáforos en rojo, se incorporaba a una autopista y aparcaba en paralelo en su destino. “La persona que está en el asiento del conductor sólo está allí por razones legales. No hace nada. El coche se conduce solo”, aseguraba la empresa en un mensaje que se reproduce en el vídeo, que este año se ha sabido que estaba manipulado.
Así lo confesó en sede judicial ingeniero jefe del equipo que desarrolla Autopilot. “La intención del vídeo no era retratar con precisión lo que estaba disponible para los clientes en 2016. Se trataba de mostrar lo que era posible incorporar al sistema”, afirmó el responsable del sistema en un juicio por otro accidente relacionado con el sistema de conducción autónoma.
Tesla y Musk han publicado vídeos de este estilo periódicamente para promocionar la autonomía de sus vehículos. El último ha sido este mes de agosto, cuando Musk condujo durante 40 minutos un Tesla con la última versión de Autopilot, que aún no está disponible para su uso por los propietarios. En un momento de la grabación, compartida en directo en X (antes llamada Twitter) el multimillonario se ve obligado a intervenir para impedir que el coche se salte un semáforo en rojo.
“¡Intervención!”, anuncia Musk cuando se ve obligado a frenar manualmente el vehículo, que aparentemente confundió el semáforo al que tenía que obedecer su carril.
727 accidentes y 17 muertes desde 2019 en EEUU
Musk ha afirmado en X que el sistema de “Capacidad de conducción autónoma total” ya es dos veces más seguro que los conductores humanos y que seguirán mejorándolo. Sin embargo, el último informe de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EEUU (NHTSA por sus siglas en inglés) sobre los accidentes de los Tesla y su sistema de conducción autónoma, publicado este verano, reveló que Autopilot se ha visto involucrado en 727 accidentes desde 2019.
Esos siniestros han ocasionado un total de 17 muertes y cinco personas con lesiones severas. “Tesla está teniendo más accidentes graves —y mortales— que la gente en un conjunto de datos normal”, avisó Missy Cummings, profesora de la Facultad de Ingeniería e Informática de la Universidad George Mason, en declaraciones al Washington Post, que tuvo acceso al informe de la NHTSA.
La experta reveló que el porcentaje de muertos por accidente de Autopilot también era mayor que en el resto de vehículos. Según su opinión, ambas situaciones podrían estar afectadas por los últimos desarrollos de la “Capacidad de conducción autónoma total”, que Tesla promociona ahora para zonas urbanas y calles residenciales.
La NHTSA comenzó a recopilar de forma exhaustiva los accidentes relacionados con coches con la función de conducción autónoma activada desde 2021. Los Tesla están relacionados con la inmensa mayoría de ellos (más del 90%), aunque también es el fabricante que ha desarrollado y promocionado más agresivamente estas capacidades en sus vehículos.
elDiario.es ha contactado con la Dirección General de Tráfico (DGT) para preguntar por los accidentes de Tesla relacionados con la función Autopilot en España, pero el organismo no tiene una estadística específica. Fuentes de la institución destacan además que los accidentes que se registran en el interior de los municipios no forman parte de su ámbito de trabajo. En España, en cualquier caso, ningún fabricante ha recibido autorización para permitir a sus conductores separar las manos del volante ni la atención de la carretera en ningún momento de la conducción.