“Yo no quería espiar a mis amigos”, dice Soren Louv-Jansen al Washington Post mientras explica cómo ha conseguido monitorizar el sueño de sus contactos de Facebook. El danés, que es desarrollador de software, ha ideado una forma para vigilar cuándo sus amigos duermen utilizando los datos de actividad de la propia red social. Solo necesita la fecha y la hora de la última conexión, que Facebook almacena tanto en su web como en Messenger, su aplicación de mensajería.
Louve-Jansen, que vive en Copenhague, explica detalladamente cómo lo hizo. Utilizando la página web de Messenger, en la que es posible ver hace cuánto un contacto se ha desconectado, el danés empezó a indagar. “Sentía curiosidad por ver de dónde venían estos datos y después de indagar un poco me encontré esto: una lista de IDs de usuarios y fechas y horas de su última actividad”, cuenta.
La fotografía de arriba es un registro de la actividad de las conexiones de una persona. Es código fuente dentro de la página web de Messenger y cualquiera puede comprobarlo por sí mismo. Basta con entrar con nuestro usuario y contraseña de Facebook, pulsar el botón derecho del ratón y seleccionar la opción “Código fuente”. La herramienta desarrollada por Louv-Jansen recopila los datos de conexión de nuestros contactos cada diez minutos y los convierte en representaciones visuales. Esto es que hace gráficos a partir de las IDs y los datos temporales de la fecha y la hora.
El danés ha subido el código de su herramienta a GitHub, y está disponible para que cualquiera con unos mínimos conocimientos de informática lo utilice. “Mucha gente visita Facebook como la primera cosa en la mañana y la última antes de irse a la cama. Así es posible hacerse una buena idea de sus hábitos de sueño”, dice Louv-Jansen. La herramienta es más precisa cuanto más utilice un usuario la red social. Louv-Jansen cuenta que “funcionó extremadamente bien en el 30% de mis contactos” y fue efectiva “en el 70% restante”.
No puedes esconderte
Parece lógico pensar que la herramienta de Louv-Jansen es, en sí misma, un vigilante. “No quiero decir que Facebook sea el diablo. Esto es, simplemente, un efecto colateral de lo que hacen”. De momento, lo que ha hecho la compañía de Zuckerberg ha sido llamar al danés y pedirle los datos de ese millar de personas que han descargado su creación. Según Facebook, el código creado por Louv-Jansen viola los términos de servicio de la red social.
El danés ha estado trabajando seis meses en su herramienta de monitorización del sueño. Publicó el código en diciembre del año pasado, pero no se ha atrevido a darle visibilidad hasta la semana pasada, cuando escribió un artículo en la publicación Medium. 1.000 personas se han descargado ya el código y unas 200.000 han leído su historia. “La gente debería estar alerta de lo que hacen, no están solos, alguien siempre está mirando”, dice.
Quiere que su invento, lejos de convertirse en un peligro, sirva para concienciar a la gente: “A todo el que le he enseñado esto se muestra fascinado e indignado por la precisión con la que predice sus hábitos de sueño. En este mundo digital en el que vivimos, dejamos huellas allá donde vamos, y lo hacemos sin ni siquiera pensar en ello”, termina diciendo Louv-Jansen en Medium. La moraleja: es muy difícil esconderse de Mark Zuckerberg. Casi tanto como de Google o Microsoft.