La inmunóloga y viróloga del CSIC Margarita del Val se ha mostrado convencida de la eficacia de las medidas impuestas por el Gobierno y de que el aislamiento va a contribuir a frenar el número de contagios y a aliviar la curva.
En un vídeo distribuido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través de sus redes sociales, Margarita del Val cita como ejemplo el caso del primer pueblo que se aisló en Italia ante el elevado número de contagios y que, a día de hoy, reporta ya “cero casos nuevos”.
“Hay que tener confianza; esto va a tener efecto”, ha corroborado la científica, que ha apelado a la responsabilidad individual de cada uno.
Margarita del Val desempeña su labor investigadora en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Autónoma de Madrid.
Ha incidido en que el virus tarda “en dar la cara” hasta catorce días y en que los casos que se están conociendo ahora son los de las personas que se contagiaron antes de decretarse el estado de alarma, por lo que el crecimiento va a ser exponencial todavía durante varios días.
Las medidas que ha impuesto el Gobierno son a su juicio muy duras pero necesarias; “tenemos que ser fuertes, y saber que hasta dentro de quince días no se empezará a ver cómo se aplana la curva de crecimiento”.
Así ha ocurrido en China, ha observado la viróloga, quien ha destacado que el número de casos nuevos que se detectan cada día es ya muy bajo.
Margarita del Val ha centrado una parte de su mensaje en la responsabilidad de los jóvenes y en la importancia de que entiendan que si han cerrado los centros educativos y las universidades es para que permanezcan también aislados, “aunque se sientan seguros y sanos”.
Si van a tomar una copa con los amigos o hacen un viaje, aunque sea corto, “entonces están contagiando el virus más que si estuvieran en la universidad”, ha manifestado.
La viróloga ha incidido en que las medidas de aislamiento, contención y prevención impuestas por el Gobierno son medidas “nunca vistas en nuestras vidas” pero van a ser, a su juicio, las que consigan frenar la epidemia.
“Cuando las hemos visto en China nos parecía exótico; es cuando nos las imponen a nosotros cuando nos preguntamos por qué lo harán y si tienen sentido”, ha manifestado.
“Y sí, tiene mucho sentido que nos pongan estas medidas, porque lo que hay que evitar es que nos contagiemos toda la sociedad y todos suframos el impacto de la epidemia” y el sistema no pueda hacerse cargo de tantos enfermos a la vez, ha agregado la inmunóloga del CSIC.
Reducir los contagios sólo será posible si las personas limitan su deambular diario y limitan la socialización al círculo más estrecho posible, ha incidido.