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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Ser una youtuber, desde dentro: “Mucha gente cree que solo hacemos videítos, pero hay días que trabajo 15 horas”

YouTube se acerca a la mayoría de edad. La plataforma, lanzada en 2005, ha cambiado mucho desde que los video-tutoriales o las recopilaciones de caídas la hicieron popular. Hoy tiene superestrellas y mucha clase media, con cientos de nichos específicos y youtubers creando contenidos para cada uno de ellos. Sin embargo, hay algo en lo que aún no ha madurado: sigue muy lejos de ser paritaria. Hay muchos más chicos que chicas.

Un reciente estudio en Francia reveló que el 80% de los 200 youtubers con más seguidores son hombres. YouTube afirma que no tiene datos concretos sobre España, pero algunas de sus estadísticas apuntan a que el porcentaje es similar, o incluso inferior. De los 10 vídeos más vistos en 2021, ninguno fue publicado por una creadora o tenía como protagonista a una mujer. De los 10 canales que más crecieron, 9 son de chicos youtubers y el otro de vídeos de animales.

YouTube está realizando una serie de eventos para apoyar a las creadoras. elDiario.es ha podido acceder en exclusiva a uno de ellos, centrado en cómo rentabilizar su trabajo al margen de la publicidad. Durante los talleres, las trabajadoras de la plataforma explicaron a las youtubers que “los anuncios siempre serán la monetización principal, pero no es la vía que mejor funciona para todos los canales”. La publicidad se paga al peso y ahí las estadísticas muestran que las chicas están en desventaja. En cambio, una relación más cercana con su comunidad puede ayudarlas a conseguir que sus seguidores financien sus canales.

Lo que las youtubers dejan claro es que la falta de paridad no es consecuencia de un ambiente hostil para las mujeres, a diferencia de lo que ocurre en otras plataformas. “La comunidad no es nada tóxica y cada uno puede encontrar su propia audiencia y estar súper cómodo y súper tranquilo con ella”, explica Evelyn Vallejos, Lyna, una youtuber argentina con 13,3 millones de suscriptores (el Rubius, el techo de los canales en español, tiene 40,4 millones).

Lyna tiene 29 años y comenzó en YouTube hace ocho. Tiene tres canales de contenidos diferentes, pero es conocida principalmente por sus vídeos sobre videojuegos. Su audiencia se compone principalmente de niños, preadolescentes y adolescentes de Latinoamérica y España. Un 70% son chicas.

“Empecé en 2014 y desde entonces creció mucho la cantidad de mujeres, de a poco se van sumando muchas creadoras. ¿Por qué todavía no se alcanzan los mismos niveles? No sabría decir. Creo que es simplemente cuestión de tiempo y de que ellas se vayan animando a entrar a la plataforma como creadoras y no solo como espectadoras”, opina.

Entonces, ¿la falta de paridad tiene raíz estructural? Eso cree María Rodríguez, que gestiona el canal Pretty and Olé. “Culturalmente nos hemos sentido siempre como que tenemos que ser perfectas. Que tenemos que demostrar lo que valemos. Sin embargo, supongo que los perfiles masculinos tratan más bromas, entretenimiento, crean comunidad de otra manera”, expone.

Pretty and Olé tiene 540.000 suscriptores y es un canal de tallas grandes para mujeres, el primero en habla hispana para mujeres, presume María. “Cuento dónde compro ropa, cómo me visto y doy cientos de ideas para verte guapa sin importar tu talla. En Pretty and Olé defiendo la belleza a través de tu actitud, y lucho por que las marcas ofrezcan un rango más diverso de tallas”, explica en el canal.

Ella tampoco tienen ninguna queja del trato que recibe del resto de usuarios. “Tengo una comunidad súper bonita, muy cariñosa, muy amorosa. Es una comunidad que se apoya, también por los valores que intento transmitir: la diversidad, el apoyo entre mujeres, que no importa el cuerpo ni la talla que tengas, que lo importante es tus capacidades, la mentalidad, la aptitud”, detalla en conversación con este medio. “El 90% de mi audiencia son mujeres”.

No obstante, ella sí ha vivido algún episodio desagradable. “Publiqué un video un verano y en la miniatura estaba yo desnuda, me tapaba el pecho y la cadera, como si hiciera mucho calor y me preguntara qué me podía poner. Alrededor aparecía ropa que me había comprado en rebajas. Pues parece ser que eso fuera de YouTube se viralizó en Forocoches y vino muchísimo público masculino a ese vídeo y a mi canal en general, y recibí mucho odio y hate. Los valores que yo transmito dentro de mi comunidad... en Forocoches no suelen transmitirse. Fue un choque y me di cuenta de que nos queda mucho por hacer. Pero bueno, eso fue la inspiración para escribir un libro sobre estar feliz con tu talla y que en la portada llevó esa imagen”.

Jornada laboral youtuber

Es difícil llegar a ser profesional de YouTube. Lleva años poder vivir de ello. Con suerte, al menos un par, si se tiene claro la comunidad a la que se apunta y el plan para llegar hasta ella, explican las youtubers entrevistadas para esta información. Cada vez hay más estudios que muestran que la imagen de éxito que transmiten las caras más conocidas representa una máscara que tapa a decenas de miles que conviven con el pluriempleo y la ansiedad de tener que estar siempre conectado.

Es algo que suele quedar oculto. “Hay una crítica que nos acompaña desde el principio, mucha gente cree que solo hacemos videítos. Es normal que pase, al ver el producto terminado parece muy fácil. Es como cuando escuchas a alguien tocar el piano de forma tremenda y decís guau, es buenísimo. Y después vos agarrás el piano y no podés tocar dos notas”, dice Lyna. “YouTube también parece muy fácil, pero la realidad es que es un trabajo muy complicado y que lleva muchísimas horas al día y muchísimo estrés también. Un poco extenuante. Un poco bastante”.

Un día tranquilo son seis horas, un día complicado pueden ser 15

¿Cuántas horas? “Depende de si es un día complicado o uno más tranquilo. Un día tranquilo son seis horas, un día complicado pueden ser 15. Hay días en los que me levanto a las ocho, a las nueve ya estoy en la computadora y a veces hasta las dos de la mañana no me voy”, contesta la youtuber, que tiene varios colaboradores. El canal sale gracias al trabajo de varias personas, pero la única cara es ella. “Hay muchos que luchamos con una sensación de culpa, de 'tendría que estar trabajando' porque uno es la figura central. No te querés ir de vacaciones para que la audiencia no se olvide de uno, para no fallarles”.

Se llama FOMO. Es el miedo a quedarse fuera, por sus siglas en inglés, una conducta que se da especialmente en las redes sociales y que se caracteriza por el temor a perderse algo importante si se desconecta de la plataforma. De no estar ahí para comentarlo o, en este caso, grabar un vídeo. YouTube recomienda a los creadores que no trabajen todos los días de la semana y que cojan vacaciones cuando puedan. La realidad es que prácticamente todos trabajan doble si quieren tomarse días de descanso.

Para venir al evento de YouTube Lyna ha dejado grabados vídeos para tres días. Ana Muñoz, del canal Love ASMR (1,6 millones de suscriptores), está embarazada y su plan es desconectar de YouTube durante un año, por lo que está lleva unos meses grabando vídeos extra para que vayan saliendo durante su ausencia.

Ana crea vídeos de relajación que ayudan a sus seguidores a dormir. “Mi contenido es muy evergreen [sin fecha de caducidad]. Cada vez que hago un vídeo creo un activo que me va dando un dinero cada mes. Cuantos más vídeos tengo, más me puedo relajar porque sé que mi sueldo de ese mes no depende al 100% de los vídeos que yo subo ahora, porque no son de actualidad”, revela. No muchos youtubers tienen esa suerte.

Pese a ello, apunta a que el estrés por subir vídeo se mantiene. “Al final es parte del trabajo. Yo, por ejemplo, tengo el problema de que tengo que grabar por la noche por el ruido. Tienes que adaptar tu vida a ello y hay veces que no se puede porque hay ruido y te agobia porque no puedes grabar aunque quieras. Pero a cambio no tengo que pensar mucho en el contenido como les pasa a otros, no son vídeos que tengas que currarte un montón”.

¿Quieres ser youtuber?

Los youtubers y streamers se han convertido en modelo a seguir para muchos niños. ¿Qué les dirían tres youtubers profesionales?

¿Si realmente la respuesta del niño es “yo quiero hacer esto”? Le diría que no empezase“, responde María de Pretty and Olé tras pensarlo un momento. ”Nadie sabe realmente lo que hay detrás. Ni el trabajo que supone. Ni la presión social que tienes. Ni lo duro que es. Porque claro, todo el mundo se piensa que se puede dedicar a esto y no es así. Y toma muchos años de trabajo, muchos años“, enumera.

¿Si realmente la respuesta del niño es "yo quiero hacer esto"? Le diría que no empezase

“Yo empecé trabajando como secretaria en un consultorio psicológico y hasta que no vi que podía sustentarme con YouTube no lo dejé”, comienza Lyna. “Creo que al principio hay que intentar compaginarlo con la vida que uno tiene, hasta que vea que uno es capaz de vivir de esto y que no va a tener que dejarlo todo porque un mes no funcionen los vídeos. Hay que saber que YouTube es cíclico, hay momentos de subida y de bajada. Y que es complicado, porque al ser un trabajo desde cada, nunca dejas de trabajar. Es muy estresante, a aunque la verdad es que yo no lo cambiaría por nada”.

Ana, de Love ASMR, siguió la misma ruta que María y Lyna. Tras varios años compaginándolo con otros trabajos, dio el salto a ser profesional de YouTube. Su mensaje es que, si no lo tienen claro, hagan como ella. “Para los creadores nuevos o lo que les esté costando poder dedicarse a YouTube les diría que busquen vídeos que sean evergreen, que siempre estén ahí y que siempre le estén reportando algún ingreso”.