Espacio de opinión de Tenerife Ahora
El disparate del AFIS en aeropuertos canarios (I)
El pasado domingo, 12 de agosto de 2018, en el aeropuerto de El Hierro se produjo un colapso de tráfico que provocó varias cancelaciones de vuelos, a causa de la precariedad operativa del servicio AFIS. Ello ha dado lugar a diversas declaraciones reivindicativas que merecen aclaraciones objetivas, como las que aquí acompañan, vertidas desde un suficiente conocimiento técnico:
Parte I: Descripción, definiciones y comentarios
AFIS (Airport Flight Information Service).
- No es un sistema de control aéreo.
- Es un simple servicio de información radiada que no controla nada.
- Solo proporciona a los pilotos datos meteorológicos y la posible presencia de algún tráfico en las inmediaciones del aeropuerto.
- Quizá sea apto en aeródromos rudimentarios de aviación deportiva, vuelo sin motor, bases de fumigación o pistas particulares para avionetas privadas, pero improcedente para aeropuertos abiertos al tráfico civil; principalmente por razones de seguridad.
En El Hierro y La Gomera, año 2011, se suprimió el control de torre y, en su lugar, se implantó el servicio AFIS.
Ello significa que desde entonces ambos aeropuertos operan sin control de torre, para aterrizajes y despegues.
Un inaceptable aterriza como puedas que atenta contra el derecho de los usuarios a una conectividad digna, como servicio público para una población afectada por las limitaciones de la doble insularidad.
Sea o no rentable la explotación comercial de dichos aeropuertos, es imprescindible la calidad del servicio, como corresponde al debido respeto por el principio fundamental en la operación del transporte aéreo; cual es la seguridad sobre cualquier otra consideración.
¿Cómo es posible que se haya producido esta inexplicable aberración y, sobre todo, que siga perdurando impunemente a lo largo de tantos años?
Dos preguntas en una que requieren multiplicidad de respuestas. No hay un motivo único, sino una concatenación de circunstancias adversas aglutinadas en tiempo y forma que, aunque no sirvan para justificar el disparate, al menos pueden explicar cómo se gestó y por qué se desarrolló tan escandalosa medida.
La primera consideración es el desconocimiento técnico de quienes toman decisiones políticas sobre aspectos específicos de un ámbito tan peculiar como la aviación, que, si además carecen de buena fe, ausente habitualmente en el ejercicio del poder, llega la información distorsionada a una opinión pública manipulada hacia la ignorancia para comodidad de una gobernanza espuria.
Desde la perspectiva desinteresada y bien informada de quienes algo sabemos de esto, podemos hablar de un error intencionado (¿malintencionado?)… que se cometió impunemente en su día y perdura sin corregirse ante la pasividad institucional y la resignación colectiva. Todo ello, a pesar del esfuerzo divulgativo que se ha prodigado desde este foro a lo largo de varios años.
Por fortuna, el pasado domingo 12 de agosto se produjo en El Hierro el conflicto de tráfico aéreo que puso en evidencia las carencias operativas de un aeropuerto sin control de torre. La suerte de que así sucediera tiene una doble vertiente. De un lado, que haya empezado a moverse la reivindicación del Cabildo para suprimir el AFIS y restaurar el control aéreo conforme es debido en todo país civilizado.
Por otra parte, debemos felicitarnos porque el motivo no haya sido otro que afectase a la seguridad. Sería lamentable asistir luego a las maniobras de evasión habituales de todos los responsables para escurrir el bulto mientras se le echa la culpa al muerto.
Para comprobar el desconocimiento aludido al respecto, basta con repasar el error en el documento de solicitud dirigido al Ministerio de Fomento, donde consta lo de suprimir el “sistema de control aéreo, AFIS” [sic]… ¡No es un sistema...“ sino un elemental servicio de telefonía que no controla nada. Mal empieza la negociación; pues alguien aprovechará la definición errónea para justificar que pueda seguir como está.
Por otra parte, el documento carece de un mínimo de firmeza como solicitud o petición de conversaciones. No cabe negociación, cuando lo que se requiere es la exigencia perentoria de que sea corregida cuanto antes una fechoría injustificable y enquistada.
Otra pregunta para ser respondida con profundidad en la segunda parte de este artículo informativo: ¿qué motivos o intereses hubo para imponer esta disparatada y perjudicial medida, sin oficio ni beneficio para nadie?
Para analizarla es preciso retroceder a finales del año 2010, concretamente al 3 de diciembre de 2010 (el nefasto 3D2010), fecha del traumático cierre del espacio aéreo español, cuando se acusó a los controladores aéreos de un delito de abandono masivo de sus puestos de trabajo.
Fue un escenario de crisis nacional, con declaración del estado de alarma, militarización incluida, por un conflicto laboral, cuando en España se han sufrido un 23-F y el 11-M -o la sedición catalana- que sí hubiesen merecido alguno de los estados de excepción contemplados en la Constitución.
En aquel contexto analizaremos si el castigo a dos aeropuertos canarios con el AFIS fue un acto de represalia contra los controladores díscolos, a los que había que doblegar a toda costa. Por cierto, con los años diversas sentencias judiciales y sobreseimientos los han exonerado de toda culpa. Se confirma la denuncia falsa de que abandonasen las consolas de control. Por ende, no fueron ellos quienes cerraron el espacio aéreo.
*Excomandante de Iberia