“¿Sabéis cuántas balas saco de cadáveres por semana?” La Asociación Nacional del Rifle indigna a los doctores en EEUU
La doctora Judy Melinek, especialista en patología forense, vio el titular de camino al trabajo a primera hora del viernes. 'La Asociación Nacional de Rifle le dice a los doctores que quieren reducir las muertes por armas de fuego que se dediquen a lo suyo'.
Aunque tiene una política personal de no tuitear nunca cuando está enfadada, no pudo evitarlo. “¿Tienen alguna idea de cuántas balas saco de cadáveres por semana?”, escribió rápidamente. “Este sí es mi puto asunto”.
“Estaba muy enfurecida”, recuerda Melinek. “Estaba muy enfadada, de ahí el lenguaje soez. Ahí estaba yo, yendo a trabajar en un caso con una herida de bala. Tuve otro a principios de semana y estaba indignada con que alguien intentase ningunear a los doctores que intentan a diario salvar vidas”.
Publicó el tuit sin pensárselo dos veces y se fue a la morgue. Para cuando salió, cuatro horas más tarde, su tuit se había retuiteado más de 15.000 veces y había recibido más de 47.000 'me gusta'.
El tuit de Melinek puede parecer un punto de vista poco polémico en un país plagado de tiroteos, pero su enfado tiene su origen en décadas de conflicto entre la comunidad médica y científica que ha calificado el aumento de la violencia armada como una crisis de salud pública y el poderoso lobby a favor de las armas.
En los 90, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) presionó para impedir a la agencia Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que llevase a cabo estudios sobre la violencia con armas de fuego. Recientes esfuerzos para revocar esta cláusula han derivado en la aprobación en marzo de una aclaración que permite al CDC llevar a cabo tales investigaciones. Sin embargo, se le prohíbe utilizar fondos del Gobierno para promover el control de armas.
“No estamos en contra de la segunda enmienda”, cuenta Melinek. “Estamos en contra de no investigar y de no esforzarse en investigar lo que se puede hacer para prevenir la violencia y las muertes por armas de fuego: ya sean seguros en el gatillo, formación o la idea de que las personas estén aseguradas en caso de que la pistola se utilice para matar a alguien. Necesitamos tener la investigación y la información que apoye dicha investigación. Actualmente eso no está pasando”.
El tuit de Melinek recibió rápidamente un gran apoyo de otros doctores y especialistas en patología forense. “Esto sí es asunto nuestro”, escribió el doctor Darin Wolfe, de Indiana. Aunque también recibió su parte de críticas.
“Estoy bastante seguro de que esto es de lo que hablaba la Asociación Nacional del Rifle”, escribió a Melinek un usuario de Twitter. “Las emociones no es la forma más inteligente o recomendada de impulsar el debate. La lógica es el único camino a seguir y tu tuit está lleno de emoción. Por eso no se te puede permitir dirigir un debate sobre políticas”, añadió.
“Tienes razón”, respondió la doctora. “Antes de tomar decisiones sobre políticas se necesitan pruebas e investigación. Deberíamos estar financiando investigaciones sobre cómo prevenir la violencia armada. Ah, no, espera, que la NRA también estaba en contra de eso”.
Melinek asegura que, de media, realiza una autopsia a la semana de una víctima de herida de bala. Todas y cada una de las conferencias a las que ha asistido en los últimos 10 años han tenido algún tipo de presentación o discusión sobre la respuesta a incidentes de violencia armada con múltiples víctimas.
Muchos doctores y especialistas indignados ante la postura adoptada por la Asociación Nacional del Rifle también expresaron en Twitter su enfado bajo el hashtag #EsteEsMiAsunto #EsteEsNuestroAsunto. “Hola NRA ¿queréis ver si esto es asunto mío? Esta es la silla en la que me siento cuando le digo a los padres que sus hijos están muertos ¿Cómo os atrevéis a decirme que no puedo investigar soluciones basadas en pruebas?”, tuiteó Stephanie Bonne.
“Tenemos que hacer algo y decir a los doctores que se dediquen a lo suyo no es la forma de hacerlo”, afirma. “Nosotros somos los que tenemos que lidiar con las consecuencias. Nosotros somos los que tenemos que testificar en tribunales sobre las heridas. Nosotros somos los que tenemos que hablar con los miembros de la familia. Me rompe el corazón y es simplemente un día más en Estados Unidos”, añade.