En España ya existen varias aplicaciones para encontrar taxi a través de un smartphone. El modelo que siguen es equivalente al de las radioemisoras de siempre –el cliente pide un taxi y según su localización se pasa el pedido al taxista que mejor le viene– pero la tecnología permite agilizar en cierta medida el proceso, evitando la llamada a una centralita.
El mercado está cambiando rápidamente con la llegada de las aplicaciones móviles, y las propias radioemisoras de taxi se han apresurado a sacar sus propias apps, tras observar el éxito que están teniendo plataformas como MyTaxi o Hailo (ésta aterrizó en España a mediados del pasado año). Otra que acaba de desembarcar, de momento sólo en Barcelona, es Uber, que ha llegado envuelta en polémica.
Su funcionamiento difiere en un aspecto fundamental de otras aplicaciones para buscar taxi. Uber trabaja con taxistas pero también con particulares. A través de su aplicación, disponible para iOS y Android, se puede pedir desde un taxi a cualquier tipo de coche, incluyendo vehículos de alta gama o de lujo. De hecho, cuando echó a andar en 2009 sólo trabajaba con coches de alta gama, y en 2012 abrieron el abanico de posibilidades.
Cuando un usuario pide un taxi a través de Uber, la aplicación detecta su localización y a partir de este dato encuentran a un conductor para que lo vaya a recoger. Es posible ver la posición del conductor en un mapa e incluso ponerse en contacto con éste, mediante un mensaje o una llamada. El pago se hace mediante la aplicación, al llegar al destino se carga automáticamente el importe en la cuenta personal, asociada a una tarjeta de débito o crédito.
El precio del trayecto no lo marca el conductor, Uber trabaja con tarifas diferentes dependiendo de las ciudades y otras circunstancias, todas ellas están detalladas en la aplicación. También se puede obtener un presupuesto aproximado de cuánto costará un determinado traslado si se indican el origen y el destino previamente. El precio se calcula en base a la distancia recorrida, a no ser que la velocidad del vehículo sea menor de 20 km/h.
La descarga de la aplicación es gratuita y el coste del servicio de Uber se aplica sólo al conductor, que recibe el 80% del importe de cada trayecto, mientras que el 20% restante lo ingresa la compañía. En cuanto a la regulación de los conductores se hace en base a un modelo social, donde los usuarios puntúan y comentan a quien les ha llevado (tal y como ocurre en eBay, por ejemplo).
Aplicaciones para pedir taxi: un cambio en el sector
La comodidad que ofrece una aplicación móvil está haciendo que cambie la forma de encontrar un taxi. MyTaxi es una de las principales opciones en Madrid y Barcelona, las dos ciudades donde opera en España. Su andadura comenzó en 2009, en Alemania, y a partir de ahí la compañía ha ido ampliando sus horizontes. Además de en Android y en iOS, el software también está disponible para BlackBerry.
El procedimiento es similar, el usuario solicita un taxi y la aplicación transmite el pedido a los taxistas suscritos más cercanos; el primero que acepte se ocupa de la carrera. MyTaxi también deja ver el perfil del taxista y permite pedir un servicio con determinadas características, como pagar en efectivo.
En este caso el taxista sí gestiona el pago, ya sea recibiendo el dinero en efectivo o con tarjeta, aunque también existe la opción de pagar a través de la aplicación. El cliente paga lo que indica el taxímetro, mientras que el taxista abona alrededor de un euro por cada trayecto que le consiga MyTaxi. Esto mismo ocurre con Hailo, fundado por tres taxistas londinenses en 2011, que también funciona en Madrid y Barcelona.
Esta aplicación está disponible para iOS y Android, permitiendo igualmente el pago a través de smartphone o a través de los medios convencionales. Hailo también se guía por avisos geolocalizados y desde su web recuerdan que sólo trabajan con taxistas autorizados, a los que imponen asimismo unos estándares de calidad propios, un filtro que también tiene MyTaxi.
A estas dos se suman otras, como By-Taxi, cuya principal diferencia consiste en su ofrecimiento para integrarse con las emisoras de radiotaxi, algo que le puede resultar útil a las más locales, las que sólo operan en un municipio pequeño. Precisamente algunas radioemisoras, que vienen haciendo tradicionalmente este papel de intermediarias entre taxista y clientes, han lanzado sus aplicaciones.
En el caso de Madrid cada una de las tres principales radioemisoras tiene su propia aplicación. Teletaxi está disponible para iOS y Android, lo mismo que PideTaxi, el software móvil de Radio Teléfono Taxi. Radio Taxi Gremial ha lanzado la misma oferta.