Con sigilo y sin hacer ruido. Así ha sido la llegada de Kobo a España. La tienda canadiense de libros electrónicos ha aterrizado con un estilo en las antípodas de su competidor, Amazon.
La firma estadounidense llegó a España con su servicio Kindle en diciembre de 2011 con una enorme campaña publicitaria y creando una gran expectación en los medios de comunicación. Su entrada fue tan sonora que muy poco tiempo después La Casa del Libro lanzaba su e-Reader Tagus y su catálogo electrónico. Y sin mucho tardar, le seguían Google y Apple. Modelo Jeff Bezos frente al canadiense. La hoja de arce frente a la barra y las estrellas.
La explosión de Kindle fue arrebatadora, y eso ha implicado que hoy tengan más del 60% del mercado español de ebooks. Sin embargo, su intensidad también ha provocado críticas crecientes y malestar entre los clientes. La exclusividad de su formato de lectura –debes tener un dispositivo Kindle o bien descargarte esta aplicación– y las noticias negativas sobre la legalidad en torno a sus impuestos, el modelo de producción o la reciente polémica de los drones tampoco han ayudado mucho.
Kobo ha llegado hace apenas unas semanas con un acuerdo insólito con la librería La Central, que hasta la fecha no vendía ebooks. Es un modelo de negocio completamente diferente inspirado en Indigo, la tienda online canadiense que precedió a Kobo antes de que ésta fuera comprada por la japonesa Rakuten en 2011, y que siempre ha estado ligada al entorno de las librerías físicas.
Esta es su estrategia:
1. Apuesta por la librería local
Según explica a eldiario.es su vicepresidente de compras, Pieter Swinkels, “nuestro modelo global va de la mano de las librerías locales. Se ganan clientes y se obtienen beneficios para todas las partes”. Se trata, por tanto, de una estrategia mucho menos agresiva, menos dañina para la marca y más beneficiosa. El lector accede a los ebooks a través de lacentral.com y, una vez clicado el título, la página te redirige a kobobooks.es, donde se realiza la compra.
“La idea de esta asociación es la integración de nuestras tiendas compartiendo los beneficios de las ventas de los ebooks que se produzcan a través de la website de La Central”, ratifica Swinkels. Este sistema ya ha sido probado con éxito en otros países como Inglaterra, donde se asociaron con WHSmith; Estados Unidos, donde tienen acuerdos con librerías independientes; o Australia, donde comparten ventas con Angus & Robertson. En Brasil, su alianza es con la cadena Livraria Cultura.
El resto de tiendas online que existen en España no tienen asociación con las librerías, excepto lacasadellibro.com, que acaba de firmar un contrato con el gremio de libreros CEGAL.
2. Lectores ávidos
La intención de los japocanadienses también pasa por ganarse al lector más ávido. De ahí, que los acuerdos sean con librerías que suelen tener clientes fieles y con un perfil muy determinado. “La intención es desarrollar relaciones de mayor valor aprovechando la que ellos ya tienen con sus clientes para ofrecer una experiencia de lectura digital”, afirma Swinkels.
De momento, se han instalado con más de tres millones de títulos –el catálogo más grande que se puede encontrar en España–, en los que se incluyen todos los bestsellers. Desde Doctor Sueño, de Stephen King, a Los años de peregrinación del chico sin color, de Haruki Murakami. Esto se debe a los contratos que poseen con más de 11.000 editoriales en todo el mundo. No desvelan los sellos españoles, aunque echando un vistazo por la web se observan que están todos los grandes y medianos con títulos digitalizados.
3. Formatos abiertos
También ha aterrizado con todo su catálogo de dispositivos, desde los e-reader Kobo Touch, Kobo Glo, Kobo Aura y Kobo Aura HD a la tableta Kobo Arc Google. Su aplicación, Kobo, se puede descargar de forma gratuita en Apple, Blackberry y Android. Todos sus ebooks tienen un formato estándar –epub– que permite que se puedan leer en cualquier aparato, todo lo contrario de lo que sucede con los ebooks de Amazon, que necesitan el Kindle o bien tener la app de Kindle en los otros dispositivos.
La llegada de Kobo supone otra lectura: la apuesta por el mercado español de ebooks. “Sigue creciendo y estamos encantados de formar parte de la transformación de la industria. Es un mercado global que ofrece enormes oportunidades en el ámbito local”, estima Swinkels, a pesar de que las cifras oficiales no superen aún el 3% en ventas.
4. Y los obstáculos
No obstante, Kobo se ha instalado en un mercado online copado. Además de los gigantes multinacionales, las pequeñas tiendas y algunas editoriales comienzan a ofrecer contenidos digitales, y, a priori, no parece fácil desenvolverse en esta jungla libresca en la que la empresa de Bezos sigue siendo líder.
A ello se suma que en un país donde la tableta prima por delante del e-reader (este año sólo crecieron un 5% en ventas), y donde Samsung y Sony están tomando el liderazgo, tampoco han desembarcado con su producto audiovisual más exigente, quizá por falta de contenidos.
El tercer obstáculo es el coste de los ebooks. La ley española de precio fijo no permite la liberalización de los precios, marcados por los editores para todos los puntos de venta, por lo que el lector en Kobobooks.es también tendrá que aflojar con entusiasmo su tarjeta de crédito.