Saben mis amigos de este blog que una noche, no hace mucho, soñé con montañas. Aquellas cruzaban un gran lago y tenían el fuego en la garganta, con ellas iniciamos el camino, se nos abrieron los ojos, nos empapamos del dolor y del amor de la gente sencilla, valiente, poeta.
¿Cómo iba a saber que su lamento llegaría aquí al lado, debajo mismo de mi montaña? A ella la veo cada día por la ventana. Me saluda y me llama. Subo con mis cargas de humana frágil y bajo renovada. En su seno se refugian los pájaros más bellos. Cultiva para todos –sin perdírselo- las flores y las hojas con las que nos curamos. Por dentro y por fuera. Desde los pies hasta el neocórtex.
Muchos saben ya de la amenaza que se cierne sobre Cáceres. Pero a pesar de que la inmensa mayoría del gobierno municipal dice “NO A LA MINA”, los responsables de Valoriza Minería (SACYR) con Ismael Solaz de local player, se jactan de tener derechos mineros de media Extremadura, Mientras escribo, una terrible perforadora hace cata sobre lo ya catado, gastando al día 75.000 litros del agua de todos -y sigue sin llover- Se han abierto decenas de nuevos caminos destrozando masa arbórea y suelo en la Sierra de la Mosca, concedidos para hacernos creer que, bajo la montaña, tenemos todo el oro blanco para la Europa verde, cuando la realidad es que pretenden rebanar ¡2000 Has, toda nuestra montaña! a cambio de unas pocas miles de baterías para coches eléctricos, poniendo en riesgo la salud y el futuro de un ecosistema entero.
Pero nuestra desazón afecta a toda Extremadura: Ahora mismo, si no lo remediamos, todas las montañas extremeñas están marcadas, como se señala en el mapa adaptado del SIGEO, con el que la Dirección General de Minas con su consejero al frente anuncia que Extremadura es la mejor reserva minera de Europa.
En Ossa Morena, al Suroeste, pretenden explotar lo que queda del hierro, los “barrillos” de cobre pegados a él y una magnífica ley de 20 gramos de oro por tonelada. Le sigue toda nuestra bella comarca Rayana, donde dicen que hay oro, grafito, de todo. Ahora, con tres permisos concedidos de explotación y otros tantos de investigación, abarcan una superficie de más de 20.000 Has. agujereando a catas, la Sierra de San Pedro y aledañas, con las que pretenden extraer miligramos de “todos los recursos tipo C” que estropearían irreversiblemente la comarca de Valencia de Alcántara, donde también los nuestros se han constituido en Plataforma.
En Cáceres no es sólo el litio, porque dentro de nuestro término municipal y de los pueblos de alrededor existe otra concesión,“Los Baldíos”, que afecta a los maravillosos pueblos de Arroyo de la Luz, Malpartida de Cáceres y en línea, hasta Garrovillas de Alconetar, donde explotarían, de nuevo, todos los recursos de sección C. Enfrente, La Codosera y Alburquerque también tienen, por lo visto, de todo un poco.
Cuando hemos accedido a toda la documentación se nos ha puesto la cara del Grito de Munch, porque muchos de estos proyectos, la mayoría, no se han sacado a exposición pública. Hay algunos casos curiosos, como los derechos de investigación y exploración por 100.000 hectáreas otorgados a Alexander Mikhaylov Kiselevskiy, para él solito: Todos los recursos de debajo de “San Cristobal” pero también bajo Trujillo, Jaraicejo, Torrejón el Rubio, Monroy, Serradilla, La Cumbre, Santa Marta y Cáceres.
Yo me pregunto: ¿qué haremos con los vinos, el aceite, los frutales, los pastos, la alimentación, qué con la fauna y flora por la que respiramos y con la que somos? . Entonces, ellos nos responden que todo se volverá a poner en su sitio- está en sus planes de restauración- pues el suelo, como si de un plástico sintético se tratase, se levanta, se echa a un lado, y 20 años más tarde se vuelve a pegar y listos. Y en cuanto a las montañas, dicen, no hay que preocuparse, pues nos nacerán bellos y cristalinos lagos de cada uno de los agujeros, como el que proyectan para nosotros en Valdeflores, de 2 km de largo y 500 metros de hondo, lleno de todo menos de agua.
Con este panorama, sería una lotería descubrir una sola hectárea de suelo no amenazada, ya que lo grave es que aunque no todos prosperen, los permisos de lo que llaman investigación en realidad son un atraco a nuestra biodiversidad entera, con una contaminación/ destrucción irreversible de los acuíferos, miles de pequeñas balsas de lodo y productos químicos abandonadas a su suerte en nuestros campos y, por supuesto, el expolio de patrimonio arqueológico, etnográfico y cultural.
¿Extremadura Saqueada hasta el infinito? ¡Pues no! ¡Ya basta! No queremos sumarnos a los millones de refugiados climáticos cuya historia empezó como la nuestra.
La nuestra está orquestada de arriba abajo. De hecho, cuando nos enteramos de que el pasado febrero hubo un evento internacional titulado Contribución de la Industria Extractiva a la Red Natura 2000 una oportunidad para la Biodiversidad“ me dio la risa tonta esa de creer que es una de esas fake news. Pero luego ya miras, y el Sr. Comisario Europeo de Medio ambiente nos explica clarito cuál es la idea de la COMINROC. Nos describe el concepto de minería sostenible: Aquella, aguantada apenas con cuatro petardos, adobados con químicos infames y otros cuatro camiones de escombros. Todo agrupado en una nueva burbuja llamada European Network for Sustainable Quarring and Mining.
Extremadura tiene 151 espacios de Red Natura 2000, que suman más de un millón de hectáreas. ¿Cómo van a convencer al sentido común de la gente? Llaman a las empresas a escondidas- por supuesto todo en una Joint-Venture, mientras vocean sobre las bondades de Extremadura Verde y Circular 2030.
Es posible que no nos hubiéramos enterado de nada si no se hubieran acercado tanto a Cáceres. Pero estamos a tiempo. Hay que denunciar este asalto. Informar al inversionista que su dinero no va a subir a costa de nuestros cuerpos y de la materia orgánica que los sustenta. Porque la codicia les ha llevado a amenazar a una capital de provincia, pero con ésta afrenta se nos ha abierto “la Caja de Pandora” y con ella, las conciencias de muchas mujeres y hombres-montaña, han despertado.
Es imposible que pensasen que nos íbamos a quedar impasibles cuando en los informes para captar socios, públicamente, les mostraban un paraje desierto llamado “San José” al lado de un lago con forma de dragón, y un gobierno mining friendly. Contándoles que tenían la tubería del gas al ladito de la autovía, la subestación eléctrica a pié de cráter, por lo que era la inversión del milenio, no como la espodumena de su Australia, que costaba el triple al tener que mandarla pulverizada a China. Que aquí era todo un coser y cantar.
Pues sí, exacto. Coser y cantar: Ya llevamos meses cosiendo mucho y lo que nos queda: Hemos cosido pancartas, armado telas, globos, fiestas, cantado en marchas para estar juntos en la montaña, rezado en charlas con los vecinos, y hablado con todos los que acudían masivamente a enterarse. Con lo cual es verdad que somos un pueblo pacífico, pero ¡es mentira, inversores! que dejemos que se haga, ni aquí ni más allá, ningún agujero en el suelo.
¿Y por qué es eso? Bien, es muy simple. La mayoría de la gente que inspira el aire de la sierra, cargado de futuro, lo tiene claro. Tenemos claro un cambio de modelo de vivir que nos hace más felices. Muchos amigos nos intercambiamos cosas, unos guardan semillas, otros las donamos, muchos más nos reímos con ARBA mientras plantamos o restauramos, otros – amigos todos- nos dan de comer las vitaminas y los ácidos grasos más preciados, que recogen para nosotros en múltiples puntos de consumo. Y es que Extremadura no es circular, es fractal. Hay un movimiento bello, transversal y tan fuerte como los hilos de Ariadna. Estamos al margen de líos y de banderas. Sólo nos conmueven los corazones verdes, las plegarias indígenas –con o sin Virgen-. Pues todas las vírgenes son entrañas de la Montaña, del Bosque, de las Aguas y de los Árboles. Hay para todos. Y de aquí no nos movemos.