UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Majd, la luz de Gaza
Dos millones de personas en la franja de Gaza viven con cortes de electricidad de hasta 20 horas. Esto significa que no pueden realizar cosas tan básicas como ducharse, lavar la ropa, cocinar o estudiar en un horario normal. Durante la mejor época del año, el número de horas con luz en los hogares puede ascender a 12. En el verano de 2017, la ingeniera palestina Majd Masharawi, de 32 años, desarrolló SunBox, un dispositivo solar asequible que produce energía en Gaza.
“Siempre sufrimos cortes de luz. He tenido que pasar horas estudiando con una vela o con el flash de un móvil. Así que busqué y busqué para encontrar una alternativa”, comenta Majd.
Los cortes de energía son algo con los gazatíes han lidiado durante años. El enclave recibe el suministro eléctrico de tres fuentes principales: una planta local muy dañada durante la agresión israelí del verano del 2014, líneas de trasmisión desde territorio israelí y otras similares provenientes de Egipto.
Durante 2017, la única central de energía en Gaza dejó de funcionar, lo que agravó la crisis energética que vivía la región, ya de por sí muy débil desde la ofensiva de 2014. Lo que afectó directamente a las rutinas de los gazatíes, que dependen de la energía que les proporcionan del exterior. Tras varios años de cortes intermitentes, la escasez finalmente se ha vuelto tan severa que la planta eléctrica ya no puede funcionar.
Además, la población ha tenido que aprender a vivir con los numerosos cortes del suministro eléctrico que proviene de Israel y que las autoridades israelíes efectúan como un método de castigo.
Durante la ofensiva en 2021, el enclave costero sufrió y sobrevivió al asedio a oscuras, alcanzando, en ocasiones, tan solo 4 horas de luz al día. Actualmente, viven con una media de 11 horas diarias.
Ante un contexto tan inestable, en su búsqueda de soluciones, la ingeniera Majd creó SubBox, un kit solar inteligente. No solo genera luz, sino que genera energía para el funcionamiento de ordenadores, ventiladores, televisores…
A través de SunBox, proporcionó electricidad a cientos de personas refugiadas de Palestina. Masharawi fue más allá con su proyecto al sugerir que 3 o 4 familias podrían compartir un mismo dispositivo y proporcionar así energía a docenas de casas al mismo tiempo.
Con lo esencial de la vida cotidiana comprimido en solo unas pocas horas, no es de extrañar que la población gazatí sufra tensión y ansiedad. “Una de las unidades solares que instalamos fue en uno de los campamentos para refugiados y refugiadas. Al día siguiente volví para ver qué pasaba. Encontré a todo un vecindario viendo un partido de fútbol gracias al dispositivo”.
Su invento consiguió disminuir también el sufrimiento de pacientes de asma permitiendo el funcionamiento de los aparatos de oxígeno durante todo un día. Los pacientes ya no necesitaban correr al hospital cada vez que sufrían una crisis.
SunBox recibió un premio en el concurso panárabe anual del MIT.
La falta de energía en Gaza socava unas condiciones ya de por sí muy frágiles entre los refugiados y refugiadas de Palestina. Esta situación se ha ido deteriorando en el contexto de ofensivas militares, afectando gravemente la disponibilidad de servicios esenciales, como la salud, el agua o el saneamiento. También a la economía, en particular al sector agrícola y al manufacturero.
Majd es uno de los nombres de mujeres que resuenan, tanto en la esfera científica de Oriente Próximo, como a nivel internacional. Pero no el único. Cuando los recursos, las oportunidades y los estereotipos de un enclave bloqueado, como es el de la franja de Gaza, brillan por su ausencia, las mujeres científicas destacan por su fortaleza. El germen de #ResilienciaSeEscribeEnFemenino crece a un ritmo sin precedentes en un campo tradicionalmente dominado por hombres. La ciencia es oportunidad. Y las mujeres palestinas saben mucho sobre generar oportunidades. Ellas están salvando vidas.
En UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina, estamos profundamente orgullosas de mujeres como Majd. Y necesitamos seguir formando y apoyando a personas refugiadas de Palestina en un contexto tan complicado como el descrito anteriormente. Por favor, no dudes en colaborar aquí.
Sobre este blog
UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.