UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Masafer Yatta: Israel planea la mayor expulsión de personas palestinas desde 1967
Tras décadas de demolición, reconstrucción y una batalla legal de más de 20 años, el Tribunal Supremo de Justicia de Israel ha rechazado los recursos sobre las órdenes de desalojo dictadas contra los habitantes palestinos de Masafer Yatta, una zona designada como lugar de entrenamiento militar de acceso restringido, denominada “Zona de Tiro 918”, al sur de la ciudad de Hebrón.
Masafer Yatta es una zona desértica de Cisjordania, situada a 3 km de Israel, a unos 30 km al sureste de la ciudad de Hebrón. Se compone de 19 aldeas dispersas por colinas y valles, habitadas por una población beduina palestina dedicada a la ganadería y la agricultura.
Una lucha continua de generación en generación
Bilal Salem, residente de Khirbet al Fakheit, una de las aldeas amenazadas, relata con amargura la muerte de su tío Suleiman, un anciano líder de la comunidad de refugiados de Palestina de Umm al Kheir en South Hebron Hills, al ser atropellado por un camión militar.
“Hajj Suleiman, como se le llama aquí, era conocido por su activismo pacífico y su apoyo a las comunidades locales. Siempre se preocupaba por la seguridad de su comunidad. El 5 de enero de 2022 se puso delante de un camión militar mientras las fuerzas israelíes llevaban a cabo una operación para confiscar vehículos no registrados, para impedir que salieran con los coches. Lo atropellaron. Lo asesinaron”.
Bilal, con los ojos llenos de lágrimas, añade: “el soldado que conducía el camión podía evitar a mi tío, pero se quería deshacer de él ya que se oponía al ejército cada vez que actuaba en esta zona. Lo atropelló y arrastró su cuerpo durante varios metros sin detenerse.”
Continúa hablando de la historia de su comunidad y recordando a su abuelo: “Mi abuelo Eid Al-Hadhalin era de Tal Arad, en el desierto del Néguev, era el líder de su comunidad y fue expulsado de su pueblo por el Estado de Israel durante la Nakba de 1948. Llevó a su comunidad a Masafer Yatta, donde compró una parcela de 200.000 m2 y se estableció. Sus descendientes tienen todos los documentos que lo demuestran, emitidos por las autoridades jordanas que administraban el país en aquella época, pero a nadie le importa.”
En 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania, incluida Masafer Yatta, el abuelo de Bilal y su pueblo se enfrentaron a una nueva ocupación y a una nueva Nakba, ya que unos años después se les pidió que abandonaran su tierra por motivos militares. Después de él, su hijo Sleiman, el tío de Bilal, lideró la comunidad, pero también murió. Los hijos de Sleiman continuarán la lucha junto con Bilal.
“¿Cómo puede el Estado de Israel declarar tierra estatal una tierra que ha ocupado? ¿Dónde está el derecho internacional?” Pregunta Bilal. “Las comunidades de Masafer Yatta han presentado documentos que prueban su posesión de las tierras en las que viven desde hace décadas, y esto antes de la ocupación, ante el tribunal israelí, que sin embargo falló a favor del ejército.”
Vivir con el miedo a perderlo todo
Hasna Al-Hadhaline, una madre que vive en el mismo pueblo que Bilal, no quiere perder la esperanza, pero siente el miedo continuamente: “Los niños y las niñas viven aterrorizados. Por una parte, por el ejército que viene a amenazarnos diariamente. Por otra, por los colonos que les atacan de camino a la escuela. Debemos resistir como nos enseñó Hajj Suleiman. Aún así, los niños deben seguir estudiando. El hecho de que nuestros hijos sigan yendo a la escuela nos anima a resistir.”
Hasna explica las dificultades a las que se enfrentan en Masafer Yatta: “lo más difícil aquí es la atención sanitaria: tenemos que ir a Hebrón para recibir tratamiento. Tenemos acceso a la clínica móvil de UNRWA pero no es suficiente para una atención específica. También recibimos alimentos de UNRWA cada tres meses. Si nos desalojan, no sé qué vamos a hacer.”
Muchas de las casas en las que viven los habitantes de Masafer Yatta son prefabricadas y fueron instaladas después de que sus casas fueran destruidas por el ejército. El acceso al agua potable es muy limitado y tienen electricidad gracias a paneles solares. “Los colonos llevan a cabo ataques para demoler nuestras casas, escuelas, instalaciones, nosotros intentamos resistir todo lo que podemos” declara Hasna.
Fátima es alumna de la escuela de niñas de Umm Al Kheir, tiene 15 años. Su sueño es ir a la universidad y ser abogada. Como ella, 130 niñas estudian desde la primaria hasta la secundaria en esta escuela. Vienen de los pueblos de los alrededores. La directora, Joumana, viene todos los días desde Hebrón. “Me siento muy orgullosa de mis alumnas, algunas de las cuales han podido llegar a la universidad.” Para las estudiantes, la escuela es un lugar donde se sienten protegidas y en el que pueden aprender y distraerse. Las niñas no quieren hablar del riesgo de ser desplazadas, quieren olvidarse de lo que está ocurriendo en su comunidad, aunque solo sean unas horas. “Lo único que quiero, es una mochila nueva para el próximo año” declara Hoda, una niña de 6 años.
En la escuela de niños de al lado, Ali cuenta su sueño; tener un autobús que le lleve a él y a sus amigos todos los días al colegio, para evitar a los colonos que les corten el paso y les aterroricen.
En estos momentos, los habitantes palestinos de Masafer Yatta corren el riesgo de perder sus hogares, pertenencias, acceso al agua, medios de subsistencia, centros de atención primaria de salud y escuelas. Esto podría equivaler a un traslado forzoso, una violación grave de las leyes internacionales, humanitarias y de derechos humanos.
En la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina, UNRWA, apoyamos y protegemos sus derechos y dignidad. Tú también puedes ayudar firmando una petición aquí para parar la demolición de Masafer Yatta.
Tras décadas de demolición, reconstrucción y una batalla legal de más de 20 años, el Tribunal Supremo de Justicia de Israel ha rechazado los recursos sobre las órdenes de desalojo dictadas contra los habitantes palestinos de Masafer Yatta, una zona designada como lugar de entrenamiento militar de acceso restringido, denominada “Zona de Tiro 918”, al sur de la ciudad de Hebrón.
Masafer Yatta es una zona desértica de Cisjordania, situada a 3 km de Israel, a unos 30 km al sureste de la ciudad de Hebrón. Se compone de 19 aldeas dispersas por colinas y valles, habitadas por una población beduina palestina dedicada a la ganadería y la agricultura.