UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
El difícil camino de un refugiado de Palestina para llegar a Harvard
Los estudiantes de primer año de Harvard comenzaron ayer el curso. Sin embargo, a Ismail Ajjawi, refugiado de Palestina en Líbano, le ha costado un poco más que al resto llegar al pupitre.
Ismail tiene 17 años. Esta primavera se graduó en una de las escuelas de UNRWA en el campamento de refugiados de El Buss, al sur de Tiro, y obtuvo una de las mejores notas del país en los exámenes nacionales.
Gracias a su esfuerzo y determinación, Ismail estaba muy cerca de cumplir su sueño. Había sido aceptado en una de las universidades más prestigiosas del mundo: Harvard. Como el resto de los estudiantes extranjeros, obtuvo el visado para estudiar en Estados Unidos y viajó al país para comenzar sus estudios.
Sin embargo, al llegar al Aeropuerto Internacional Logan de Boston, se le negó la entrada y revocaron su visado. Las razones no han sido aclaradas por las autoridades, pero según recogen medios estadounidenses, el propio estudiante considera que la razón por la que fue deportado de nuevo a Líbano se basó en el contenido político y “anti-americano” de las redes sociales de sus contactos. El periódico estudiantil de la universidad, The Harvard Crimson, señala que el joven adujó ante la policía norteamericana que “no debería ser responsable por los comentarios de otras personas, que él no había señalado que le gustasen, ni los había compartido, ni había escrito ningún comentario”.
Tras la denegación de entrada, Ismail se vio obligado a regresar a Líbano y, en vez de instalarse y conocer a sus compañeros, tuvo que enfrentarse a papeleo, abogados y sobre todo a la incertidumbre de no saber si podría cumplir su sueño.
Este era el último obstáculo en un camino para llegar a Harvard que no había sido nada fácil. La escuela a la que asistía Ismail en Líbano se encuentra en el centro del campamento y como él mismo explica “sufre de muchas dificultades, siendo la más importante la densidad de viviendas que lleva a la construcción de casas muy cercanas entre sí. En este ambiente, es realmente difícil concentrarse en los estudios”. Además, la esperanza de conseguir un futuro prometedor se reduce cuando el número de becas para la universidad disminuyen cada año, provocando que muchos niños y niñas no tengan la oportunidad de estudiar.
Después de diez días de ansiedad, Ismail pudo conocer ayer por fin a sus nuevos compañeros y compañeras, y comenzar sus estudios en física y química biológica orientada a la medicina.
La historia de Ismail tiene final feliz, pero es un ejemplo de las dificultades añadidas a las que se enfrentan los niños y niñas refugiadas de Palestina para continuar sus estudios y cumplir sus sueños. Ismail se ha convertido en una fuente de inspiración para todos los niños y niñas refugiados de Palestina, a los que aconseja que estudien duro para que puedan alcanzar sus sueños. También es un ejemplo del compromiso de UNRWA de proporcionar una educación de calidad que permita a cada estudiante alcanzar su máximo potencial.
Los estudiantes de primer año de Harvard comenzaron ayer el curso. Sin embargo, a Ismail Ajjawi, refugiado de Palestina en Líbano, le ha costado un poco más que al resto llegar al pupitre.
Ismail tiene 17 años. Esta primavera se graduó en una de las escuelas de UNRWA en el campamento de refugiados de El Buss, al sur de Tiro, y obtuvo una de las mejores notas del país en los exámenes nacionales.