UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
La violencia del ejército israelí y de los colonos en Cisjordania arrasa con la salud mental de palestinos y palestinas
Los consecutivos años de continua exposición a la violencia han tenido, y siguen teniendo, un grave impacto en la salud mental de los palestinos y palestinas en Gaza, pero también en Cisjordania. Desde hace seis meses somos testigos de los ataques indiscriminados sobre la franja de Gaza en lo que ya se conoce como un castigo colectivo a la población palestina sin precedentes.
La población palestina de Cisjordania también sufre, desde antes del 7 de octubre, el hostigamiento de colonos y fuerzas israelíes a través de incursiones militares nocturnas, ataques, incendios y demolición de hogares y puestos de control militares. Según OCHA, entre el 7 de octubre de 2023 y el 1 de abril de 2024, 444 palestinos, incluidos al menos 110 niños, fueron asesinados en Cisjordania, incluida Jerusalén Este.
Para evaluar los efectos acumulados de las múltiples crisis en la salud mental de los palestinos y palestinas de Cisjordania y comprender así sus repercusiones, hablamos con el psicólogo clínico cisjordano Khader Rasras.
Basándose en sus observaciones y en los casos que ha abordado, Khader explica que los jóvenes están expuestos a una serie de acontecimientos que suponen una amenaza directa a sus vidas. Presenciar determinadas situaciones de manera constante es causa suficiente para el desarrollo de trastornos psicológicos relacionados con el trauma que les condiciona su vida diaria. El rendimiento académico se ve afectado, se reducen sus niveles de memoria, comprensión y concentración. Además, afecta a la motivación de los jóvenes para buscar trabajo, especialmente si el trabajo requiere que viaje a través de zonas propensas a conflictos.
Una de las prioridades de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina, UNRWA, es la salud mental y el apoyo psicosocial. En 2022, las evaluaciones revelaron que 1 de cada 5 pacientes examinados en los centros de salud de la UNRWA requería apoyo psicosocial.
“A través de mi interacción con varios grupos, el impacto de la violencia, incluidos los ataques nocturnos, los disparos, la exposición a bombardeos o incluso los ataques de los colonos, es más intenso en los niños que están expuestos que en los adultos jóvenes. A menudo son diagnosticados con trastorno de estrés postraumático. Esto se debe a que se encuentran en la etapa de crecimiento en la que están formando la percepción del mundo que los rodea. En consecuencia, la imagen mental que se dibuja en la mente del niño sobre el mundo que lo rodea es de peligro. Como resultado, observo con frecuencia síntomas recurrentes como un mayor estado de alerta y una falta de sensación de seguridad, alteraciones del sueño, enuresis, aferrarse a los adultos y una renuncia a separarse de ellos, así como falta de voluntad de ir a la escuela o a zonas donde presenciaron peligros”, explica el experto.
Un estudio del Banco Mundial sobre la salud mental palestina, presentado en marzo de 2023, indicaba que el 50% de los palestinos en Cisjordania y el 71% de los de Gaza (el 58% de todos los palestinos en territorio Palestino ocupado) presentan síntomas de depresión. Tras el 7 de octubre, se espera que futuras evaluaciones alcancen datos nunca vistos.
“Los casos que involucran a niños a menudo los tratamos a través del arte. En estas sesiones, normalmente observamos que el entorno del niño, moldeado a raíz de la experiencia traumática, se llena de miedo. Además, sus pensamientos trascienden los límites de la infancia y se acercan a la vida adulta, lo que no es un indicador positivo. A los niños se les debe permitir serlo y vivir su infancia. El tratamiento psicológico por sí solo no es suficiente; también necesitamos la intervención de la comunidad del niño para establecer niveles de seguridad. Esto se puede lograr a través de acciones como que los adultos acompañen a los niños en su camino a la escuela y permitan que el niño exprese libremente sus miedos”.
En cuanto a los jóvenes, Khader explica que su necesidad de tratamiento varía según el caso individual. Suelen manifestar ansiedad, depresión, disminución de los niveles de concentración y cambios de humor. Israel también puede ejercer violencia indirecta contra estos jóvenes al emitir órdenes que les impiden viajar por motivos de trabajo o educación, por ejemplo, o restringiendo su libertad de movimiento entre ciudades palestinas. En consecuencia, el impacto de estas prácticas afectará, de alguna manera, al futuro de estos jóvenes, haciéndolos más vulnerables al malestar psicológico.
En 2022, se estimó que alrededor de 678.000 niños y niñas necesitaban protección infantil y servicios de salud mental y apoyo psicosocial. La mayoría de ellos vivían en la franja de Gaza. Además, los niños se ven mucho más afectados por la ansiedad que las niñas: la depresión es mayor en los niños de 15 a 17 años y la ansiedad es mayor en los de 5 a 9 años.
Pero ¿existe suficiente conciencia entre la sociedad palestina para buscar tratamiento psicológico si es necesario? Khader explica que en la sociedad palestina se está creando gradualmente conciencia sobre la necesidad de buscar tratamiento psicológico cuando sea necesario. En comparación con los últimos 30 años, observa que ha habido una reducción del estigma social, especialmente entre los jóvenes y los estudiantes universitarios.
Mientras el alto al fuego en Gaza sigue sin llegar, la población del territorio Palestino ocupado sigue sufriendo las terribles consecuencias físicas y mentales de la dramática violencia.
Los consecutivos años de continua exposición a la violencia han tenido, y siguen teniendo, un grave impacto en la salud mental de los palestinos y palestinas en Gaza, pero también en Cisjordania. Desde hace seis meses somos testigos de los ataques indiscriminados sobre la franja de Gaza en lo que ya se conoce como un castigo colectivo a la población palestina sin precedentes.
La población palestina de Cisjordania también sufre, desde antes del 7 de octubre, el hostigamiento de colonos y fuerzas israelíes a través de incursiones militares nocturnas, ataques, incendios y demolición de hogares y puestos de control militares. Según OCHA, entre el 7 de octubre de 2023 y el 1 de abril de 2024, 444 palestinos, incluidos al menos 110 niños, fueron asesinados en Cisjordania, incluida Jerusalén Este.