Las audiencias que demuestran que Eurovisión (y su preselección) tiene potencial... si se apuesta por ello
El pasado sábado, Chanel hizo historia para España en Eurovisión con un tercer puesto que ilusionó a los eurofans como hacía casi treinta años que no sucedía, y que disparó a RTVE a unos datos de audiencia que entran en el top del festival en nuestra TV pública. Un doble resultado exitoso que promete marcar un nuevo punto de partida en el recorrido de la delegación patria en el certamen, y que demuestra que Eurovisión es una marca que tiene gran potencial... si se apuesta por ella.
Como ya analizamos en la previa eurovisiva, que España pasara en solo un año de los puestos de “la cola” de la clasificación a llegar a Turín 2022 como favorita para levantar el Micrófono de Cristal no fue casualidad, sino consecuencia directa de un cambio en el modelo de trabajo de RTVE en torno a un festival en el que participaba de manera directa cada edición, sin creer realmente en ello.
Tras encadenar decepciones año tras año con candidaturas que no estaban a la altura de la ilusión y el esfuerzo que los representantes volcaban en el festival, la llegada de José Manuel Pérez Tornero a la presidencia de la Radiotelevisión pública abrió una nueva etapa respecto al certamen. En verano de 2021 se oficializó el acuerdo con la Generalitat Valenciana para lanzar el renovado Benidorm Fest, una preselección nacional que surgió con el objetivo de abandonar los malos resultados en Eurovisión, y que de la mano del equipo de trabajo que encabeza Eva Mora como nueva jefa de delegación ha dado ya unos frutos impensables hace apenas unos meses.
El efecto más evidente y que más felicidad aporta a los eurofans es el top 3 logrado con SloMo, una candidatura completamente redonda y competitiva que ha acabado firmando el mejor puesto para España desde 1995, con récord histórico de puntos para uno de nuestros representantes en todas las ediciones del festival. Sin embargo, el 'bronce' de Chanel en Turín no es el único premio recogido por RTVE, que ha comprobado de primera mano que Eurovisión es un diamante que brilla más si trabajas en pulirlo.
Un 'Chanelazo' para la historia
Que el festival de Eurovisión es un producto rentable para nuestra TV pública es algo evidente que confirman los datos de audiencia de cada edición. Y es que independientemente de las candidaturas, la final es una cita que siempre genera interés y que se convierte sin muchos esfuerzos en la retransmisión no deportiva más vista del año junto con las Campanadas.
No obstante, lo que se ha demostrado este 2022 es que una apuesta ganadora no solo tiene resultados en el ranking, sino también en la expectación, el interés y el seguimiento de un certamen que este año ha ascendido a la categoría de fenómeno, y cuyo impacto no solo se ha reflejado en las audiencias de un día, sino en todo el camino.
- La final con mejor cuota de los últimos 14 años
Con un 50.8% y 6.835.000 seguidores, la final de Eurovisión 2022 registró el sábado la mejor cuota de los últimos 14 años, desde que Rodolfo Chikilicuatre nos representó en 2008, y el cuarto mejor share histórico por detrás de Rosa (80.4%), el mencionado 'Chiki Chiki' (59.3%) y Beth (58.4%). En espectadores quedó por debajo de la de 2018, cuando 7,2 millones de personas acompañaron a Alfred y Amaia en pleno 'boom' de OT 2017, pero se elevó a cifras igualmente desorbitadas en varios momentos clave de la noche:
Las votaciones, en las que Chanel recibió ocho '12 points' de los jurados y tuvo opciones de ganar hasta que se desveló el televoto de Ucrania, mantuvieron pegados a La 1 a 7.942.000 espectadores (61.3% de cuota de pantalla). La actuación de SloMo fue seguida por 7.262.000 personas, mientras que el minuto de oro congregó a 8.853.000 televidentes (71.6% de share) a las 00:57 de la madrugada. En total,15.680.000 personas vieron en algún momento la final de Eurovisión 2022, que se ha convertido a su vez en la emisión más vista de los últimos 11 meses en TV.
El 'Chanelazo' aupó al festival 2,7 millones y 21.4 puntos de cuota respecto a la edición de 2021, cuando Blas Cantó nos representó con Voy a quedarme. Una subida fruto de la apuesta que también se trasladó a las semifinales, que registraron a su vez audiencias muy por encima de lo habitual.
- Semifinales históricas con su salto a La 1
Consciente de la importancia de esta edición para crear marca eurovisiva, TVE optó por dar entidad a las galas preliminares del festival que hasta ahora se emitían en La 2 con audiencias más bien discretas, programándolas en el prime time de La 1. El resultado fue inmediato en ambas 'semis':
La del martes reunió de media a un 9.2% de cuota y 1.245.000 espectadores, el mejor arranque de una edición de Eurovisión desde 2006, cuando el festival contaba únicamente con una cita clasificatoria. Desde 2008, una semifinal eurovisiva no superaba el millón de seguidores.
La del jueves, que contó con aparición puntual de Chanel, ascendió hasta un 11% y 1.491.000 televidentes, proclamándose como la semifinal más vista del festival en nuestro país, como mínimo, en 18 años. En este tiempo, la cifra más alta de espectadores correspondía a la 'semi' de Estambul 2004, que reunió a 1.3 millones de eurofans en La 2.
El Benidorm Fest, clave en el nuevo fenómeno eurovisivo
Clave en este ascenso eurovisivo ha sido obviamente el favoritismo de Chanel, que llegó al festival en el top-5 de las apuestas, pero también el recorrido de la previa iniciada en el Benidorm Fest. Tras años en los que las preselecciones nacionales no habían despertado interés, la creación de un nuevo festival reforzado por un cartel de altura fue el germen de un fenómeno que ya se hizo notar en las propias audiencias del certamen.
Como ya analizamos, el Benidorm Fest fue todo un éxito en cuanto a alcance y también en audiencias, con un 21% y 2.966.000 espectadores en la gran final. Por poner en contexto, La 1 solo había alcanzado registros similares con aquellas preselecciones eurovisivas que habían tenido lugar bajo el paraguas de Operación Triunfo.
La coronación de Chanel como representante superó cualquier gala de selección nacional ajena a OT de cuantas ha celebrado TVE en su historia, y solo el Destino Oslo de 2010 rozó cotas mínimamente equiparables (15.6% y 2.6 millones con la elección de Daniel Diges).
Ese dato, que ascendió a 3,5 millones de seguidores en el minuto de oro, venía ya 'cocinado' por las dos semifinales del festival, que funcionaron muy por encima de lo esperado: 11.8% y 1.534.000 para la primera, y 14.2% y 1.728.000 para la segunda. Sin el cartel de 'gran noche', y con el billete a Turín pendiente de decidirse el fin de semana, las dos galas clasificatorias firmaron registros superiores a la media de La 1 y mejoraron cualquier gala de preselección -de nuevo, a excepción de OT- de los últimos doce años.
De una noche al año, a dos grandes semanas eurovisivas
Como demuestran los datos, este refuerzo de la apuesta de RTVE por el ESC ha propiciado el inicio de otro gran cambio en lo que respecta al consumo del mismo. Y es que el aumento del interés por el festival que se ha hecho notar ya esta edición ha permitido a la TV pública pasar de tener un evento puntual de una sola noche al año, la de la gran final, a beneficiarse de dos grandes semanas eurovisivas en este 2022: la del Benidorm Fest y la de Eurovisión.
Un logro mayúsculo si tenemos en cuenta que el proyecto ha partido de cero este mismo año, y que nos hace mirar al futuro con una perspectiva de lo más optimista. Es cierto que como ya analizamos en un artículo reciente, Eurovisión despierta dos tipos de fenómenos: el de los eurofans con seguimiento continuo durante todo el año, y el de evento puntual para la mayoría de espectadores. Sin embargo, los buenos resultados no hacen más que contribuir a que el interés de este segundo grupo se amplíe más allá de la cita única, y siga haciéndose extensible a las dos semanas grandes que a buen seguro van a instalarse durante los próximos años en RTVE.
Mucho que ver también tienen las cadenas privadas y medios de comunicación, que al igual que se volcaron en enero con el naciente Benidorm Fest y la polémica que derivó de él, han hecho lo propio durante esta última semana con coberturas que hacía años que no se veían más allá de los canales de la TV pública. Periodistas de todas las televisiones importantes se han desplazado a Turín en un despliegue que ha tenido como resultado la presencia de Eurovisión en programas, magacines e informativos, y que han mantenido e impulsado el interés por el festival en una edición histórica.
Se refuerza la apuesta por el Benidorm Fest
Terminado Eurovisión 2022, RTVE y la Generalitat Valenciana ya se han puesto a trabajar mano a mano en el Benidorm Fest 2023, del que saldrá el encargado o encargada de relevar a Chanel como representante eurovisivo.
Por ahora sabemos en boca de las instituciones que el evento será más grande, con la ampliación de la capacidad del Palacio de l'Illa de Benidorm y la creación del Benidorm Fest Village, un espacio de encuentro “para que los y las fans puedan seguir el festival toda la semana con música, visitas de participantes, actos culturales, exposiciones, charlas, conferencias sobre el festival y su historia.
La TV pública, en boca de la jefa de delegación Eva Mora, ha animado a los artistas a presentarse a la próxima edición, en la que tendrán como reto aumentar el nivel del cartel. Aún no han trascendido detalles al respecto, pero se espera que haya más participantes y que en lo que respecta a la parte musical, el Benidorm Fest 2023 también sea más grande en su segunda edición. Quién sabe si con los años este festival podrá ir mutando a un macroevento como el Melodifestivalen, al que toman como referencia principal.