El 'Gran Hermano' de las sorpresas continuas
Anoche terminó 'Gran Hermano 12+1' (el oficial) y lo hizo con un toque de magia, con una gala con sus buenas dosis de emoción y espectáculo, en el sentido más positivo del término: 4 millones de espectadores así lo certifican. Pepe Flores alcanzó la luna y aterrizó en la tierra como flamante ganador de esta edición de las novedades, de los giros inesperados, del intervencionismo excesivo. Pero también, la edición del buen rollo. Nunca (me atrevería a decir que desde aquel 'Gran Hermano 1') habíamos visto un grupo que compactara tan bien.
Aunque ha habido momentos tensos, desencuentros y desamores, siempre se ha mantenido un cierto equilibrio entre ellos y han sabido conservar un clima de sana convivencia, muy lejos de aquellas ediciones en las que la tensión y la polémica marcaban el ritmo de la casa. No hemos visto personajes estridentes tipo legionaria, o Jota, ni tampoco perfiles de tronista de 'MHYV'. Eso no quiere decir que no haya habido concursantes que, como Noe, hayan empañado un poco ese ambiente, aunque, precisamente por ello, hayan dado juego y chispa al concurso.