'Reyes de la noche', una serie con sabor a radio que acerca con éxito a la rivalidad García-De la Morena
Decía Goyo Jiménez en su magnífico monólogo de Los americanos que nosotros, los españoles, hacemos una cosa mejor que nadie: insultar. Y entre finales de los 80 y mediados de los 90 no hubo dos españoles que se insultaran tanto y de una forma tan mediática como José Ramón De la Morena y José María García. Cada noche, uno y otro se dedicaban toda clase de improperios como parte de una guerra sin cuartel por el liderazgo de la radio deportivo nocturna. El primero, desde los estudios de la Cadena Ser. El segundo, ante los micrófonos de Antena 3 Radio, primero, y de la Cadena COPE, después.
La suya fue una de esas rivalidades que dejan huella. Un 'Real Madrid de Mourinho vs. Barcelona de Guardiola' de las ondas radiofónicas representado por dos figuras que, para bien y para mal, eran el fiel reflejo de una época donde la corrección política brillaba por su ausencia y el periodismo deportivo jugaba un papel muy superior al actual dentro de la industria del fútbol. Porque García y De la Morena sabían insultarse, sí, pero también sabían ser influyentes y dar la información que nadie más daba antes de que los clubes se 'bunkerizaran' para desgracia de los medios deportivos.
Ahora, aquellas noches de gloriosa radio, periodismo salvaje y rivalidad encarnizada vuelven a la palestra de la mano de Reyes de la noche, la nueva serie original de Movistar+. Una ficción creada por Cristóbal Garrido y Adolfo Valor a partir de la guerra García-De la Morena, la cual han tomado prestada para contar otra batalla sin cuartel: la de Paco 'El Cóndor' y Jota Montes, dos compañeros de emisora que acaban convirtiéndose en crueles enemigos.
El primero, interpretado por Javier Gutiérrez, es el locutor estrella de Onda España, donde presenta desde hace años 'Tiempo de descuento', el programa líder de la radio deportiva nocturna. Se trata de un periodista acostumbrado a codearse con el poder y a que nadie le lleve la contraria. Un hombre de fuerte carácter que, sin embargo, siente cierta debilidad por Jota, al que ve como su futuro sucesor.
Y así acaba siendo, aunque no por la retirada de 'El Cóndor', sino por una sorprendente oferta que su pupilo acepta para asumir su puesto en el programa. Eso sí, sin medir lo que supone tener como enemigo a su antiguo jefe, ahora convertido en flamante fichaje de Radio 9.
'Reyes de la noche' funciona como serie y retrato histórico
Aunque los responsables de Reyes de la noche, incluido el propio Javier Gutiérrez, han dicho por activa y por pasiva que Paco 'El Cóndor' no es un trasunto de José María García, lo cierto es que el perfil y la presencia del personaje, los hechos que le rodean y, sobre todo, las escenas excelentemente radiadas por el actor -solo le falta decir “ojo al dato” y “saludos cordiales” para clavar a García-, rápidamente invitan a pensar lo contrario.
Menos clara está la asociación de Jota Montes como José Ramón De la Morena, pues el actor catalán parece haberse inspirado en otras figuras como Paco González y Manolo Lama antes que en el de Brunete. Aun así, las semejanzas entre ambos están ahí. Básicamente porque Montes, al igual que De la Morena en sus inicios en El larguero, llega con aires de cambio y con ganas de dejar atrás las dudosas prácticas periodísticas de 'El Cóndor', aunque por el camino acabe entrando en terreno pantanoso.
Protagonistas a parte, Reyes de la noche es una serie que rinde de manera sobresaliente a casi todos los niveles. En lo visual luce modesta -sobre todo las escenas en el estadio de fútbol-, pero narrativamente hablando es un in crescendo constante que te deja con ganas de más a la conclusión de los seis episodios que componen la primera temporada, de apenas 30 minutos de duración.
La comedia, sin llegar a la carcajada, está muy bien medida y funciona como un reloj. Las tramas más dramáticas y que más se desvían del duelo entre 'El Cóndor' y Jota, aunque despiertan un interés menor -en especial las relacionadas con la familia del primero-, dan aire a la historia principal y tienen su importancia en el devenir de los hechos. Y como retrato histórico, la obra de Garrido y Valor es un destacable acercamiento a aquellos años de icónica radio.
García y De la Morena, reacios a la serie
Cierto es que los nombres de varios protagonistas están cambiados -incluido el de la tercera en discordia, Marga Laforet (interpretada por Itsaso Arana), equivalente a Gemma Nierga en sus inicios en Hablar por hablar -, que algunos personajes no existieron en la realidad (aunque aparece el inimitable Jesús Gil, interpretado por Manuel Gancedo) y que la serie no se rige por la cronología real de la guerra García-De la Morena, pero mucho de lo que se cuenta en pantalla ocurrió realmente y permite hacernos, grosso modo, una idea de cómo fue aquella legendaria etapa de la radio deportiva española.
Una época cuyo salvajismo Reyes de la noche no alcanza ni aspira a alcanzar, pues sus creadores, a partir de una trabajada documentación que se aprecia en los propios guiones, parecen ser conscientes de que en la rivalidad entre José María García y José Ramón De la Morena la realidad casi siempre superaba a la ficción.
Partiendo de esa dificultad para retratar el ambiente, Reyes de la noche consigue ser un producto equilibrado que funciona como ficción y como documento histórico. Lo que hace que la serie sea apta para quienes se pasaron aquellas noches pegados al transistor, para quienes desearían haberlo hecho y no pudieron hacerlo, y para quienes simplemente quieran disfrutar de una sobresaliente serie de comedia y tintes de drama.
No parece que vaya a ser el caso de García y De la Morena. “Dicen que son personajes figurados, que ni siquiera usan nuestros nombres... ¿pero eso qué sentido tiene, si todo el mundo nos va a identificar al momento?”, comentó recientemente el primero en El Confidencial. “No tiene pinta de que le vaya a gustar”, dedujo sobre el segundo Juanma Castaño, que aseguró que De la Morena “torció el gesto” cuando el presentador de El Partidazo de COPE le mencionó la serie en un encuentro reciente.