Crítica
El 8 de enero de 2002, Antena 3 estrenaba Un Paso Adelante, la serie que se convertiría en el sueño de muchos adolescentes que querrían dedicarse a la danza y la música desde entonces. La ficción que catapultó a la fama nacional a Beatriz Luengo, Miguel Ángel Muñoz, Pablo Puyol y Mónica Cruz. Y que congregó tal éxito que creó un grupo de música que llenó plazas y estadios.
Veinte años después, la serie regresa a Atresplayer Premium como UPA Next. Lo hace con la inolvidable “Uno, due, tre, quattro” pero como son las intros (y la vida) de ahora, mucho más rápida y fugaz.
En verTele solo hemos podido ver su primer capítulo, que llega este domingo a la plataforma de Atresmedia, por lo que es difícil escribir una crítica con tan poco material, pero sí podemos hablar de cómo vuelve.
En esta primera entrega, UPA Next pone en situación al público moviendo a los personajes de antes y los de ahora como si fuera un tablero de ajedrez, con fichas que irremediablemente van a comerse las unas a las otras.
Porque si algo se nota en esta nueva UPA es que está pensada tanto para los nostálgicos de la original, como para sumar nuevos seguidores.
Si fuiste uno de aquellos espectadores que se enamoraron del descaro de Lola, de la dulzura de Silvia y de la dureza blanda de Rober, la emoción te embriagará desde el principio y hasta el final del piloto. Y es que aquellos, los de entonces, siguen siendo los mismos.
Aquellos protagonistas mantienen la esencia de sus personajes, solo han cambiado algo de su físico pero mantienen hasta el rencor entre ellos. Es algo que subrayan constantemente porque “llegas tarde 15 años para hablar de eso”.
También es notoria la ausencia de Pedro (Pablo Puyol) al que se fulminan con un “no sé nada del paleto, desde que dejó el grupo” y poco más. Soltando una rencilla al primero que se marchó de la serie y de la formación musical y como castigo no fue llamado a este regreso (a pesar de su lamento).
Para reconquistar a los fans incondicionales es todo un acierto mantener ese universo de personajes y hasta de la Escuela Carmen Arranz, por la que aún resuenan ecos del pasado. Pero esa misma estructura se tambalea al no renovarse.
Por ello, el otro gran acierto de UPA Next es también buscar a su nuevo público entre los alumnos, la música y los ritmos del presente. Si para algo tenía que volver esta ficción era para apostar por nuevos talentos, ser el nuevo “fama” con el que sueñan las generaciones de ahora.
Desde el arranque descubrimos el sinfín de nuevos sonidos, bailes y géneros que envuelven a los artistas escénicos actuales. Ninguno de ellos existía en la anterior serie. Como también nos sorprendemos con los nuevos perfiles de personajes que no veíamos en la original, peinados mucho más arriesgados, vestuario, maquillaje… un reflejo de cómo hemos cambiado, de cómo estamos ante las generaciones más inclusivas y diversas.
Y por si eso fuera poco, la guinda de este regreso llega con un giro de género al misterio. De golpe, en UPA hay thriller. Como si se hubieran paseado por los pasillos de Élite tomando nota de lo que funciona ahora (más allá de las academias de baile). Puede resultar extraño, pero es lo que piden las nuevas audiencias y la realidad es que te deja con ganas de seguir con el segundo capítulo.
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