Amazon Prime Video rejuvenece al 'Zorro' en una serie que lleva a debate la sucesión del justiciero
Desde que en 1919 el periodista y escritor Johnston McCulley creara el personaje de El Zorro, son incontables las veces que la historia del famoso justiciero ha sido representada en cine y televisión. Amazon Prime Video ha sido la última en rescatar la franquicia a través de Zorro, serie protagonizada por Miguel Bernardeau que llega este jueves 25 de enero a la plataforma de pago. Tres días más tarde, la producción verá la luz en abierto en TVE, aunque desde la cadena pública no han querido confirmar todavía si se trata de la emisión puntual -a modo de evento- del primer episodio, o si va a ofrecer cada domingo el resto de los diez capítulos que componen su, hasta ahora, primera y única temporada.
Mientras tanto, las expectación generada en torno al regreso de El Zorro, y al desempeño que el actor español realiza en la piel de un personaje tan icónico, es bastante alta. Bernardeau lidera un reparto coral en el que destacan intérpretes de renombre como Paco Tous, Luis Tosar, Rodolfo Sancho, Elia Galera, Fele Martínez o Peter Vives, entre los actores nacionales, o Cecilia Suárez (Paulina de La casa de las flores) o Cristo Fernández (el carismático Dani Rojas de Ted Lasso), entre los mexicanos. Renata Notni, Dalia Xiuhcoatl, Emiliano Zurita, Francisco Reyes y Ana Layevska completan el elenco de la ficción producida por Secuoya Studios.
Un plantel diverso que refleja la multiculturalidad de la California de principios del siglo XIX en la que se desarrolla el argumento de la serie. Allí arriba el protagonista, Diego de la Vega (Bernardeau), dispuesto a encontrar a los asesinos de su padre (Tosar), quien fue ejecutado misteriosamente mientras él se encontraba realizando su formación militar en España. Sin embargo, los planes del joven aristócrata se ven interrumpidos cuando los espíritus deciden designarlo como el nuevo Zorro.
Todo ello, después de que el original (interpretado por Cristo Fernández) fuera aniquilado por las autoridades locales a petición de su vil gobernador, personaje de Rodolfo Sancho que se presenta como uno de los principales villanos de la historia. A su llegada, el chico intenta reconquistar a Lolita (Renata Notni), novia de su juventud a la que dejó para marcharse a Madrid, y con la que protagonizará las tramas románticas de la ficción, con el Capitán Monasterio (Emiliano Zurita) como tercer vértice de un convulso triángulo amoroso.
El interesante debate sobre la sucesión del 'Zorro'
Desde que se anunció que Miguel Bernardeau había sido elegido para encarnar al Zorro, algunas voces cuestionaron la decisión, ya que su aspecto caucásico chocaba con la imagen del 'héroe' que todos tenemos en el imaginario colectivo. Tanto es así, que el propio actor ha desvelado durante la promoción de la serie que no fue la primera opción para los directores de casting, a los que le generaba dudas su físico, rubio y con los ojos azules. De hecho, el hijo de Ana Duato tuvo que superar hasta siete pruebas hasta que finalmente fue seleccionado.
Y lo cierto es que esa es la primera piedra que Zorro se encuentra en el camino, ya que, al comienzo de su visionado [verTele ha podido tener acceso a los dos primeros episodios], y con Antonio Banderas como referente más cercano (quien encarnaba no a Diego de la Vega sino a un sucesor bajo el nombre de Alejandro Murrieta), cuesta romper con ese arquetipo y acostumbrarse al nuevo look del forajido. Un personaje al que, en cambio, Bernardeau defiende con solvencia y al que logra aportarle cierta frescura y otros matices, ligados a su juventud, como el de la inexperiencia de tener que convertirse por sorpresa en el héroe que todo el mundo espera. Este tendrá como mano derecha a Bernardo, escudero mudo que trae consigo un brillante trabajo de Paco Tous, que despliega un gran ejercicio interpretativo a través de la expresión gestual y corporal.
Pero de repente, de forma inesperada, la serie convierte este conflicto en virtud cuando lleva la discusión sobre quién debe ser el nuevo Zorro a la propia trama de la ficción. Tras la muerte del Zorro original, su hermana Nah-Lin se empeña en que sea un nativo quien continúe con su legado, negándose a que sea Diego de la Vega el que coja su testigo. “Un rico no puede defender a los pobres”, asegura la indígena, cuestionando los orígenes del protagonista.
De esta manera, una cuestionada decisión de casting se convierte en un interesante ejercicio de honestidad que beneficia al propio relato y se erige como uno de los principales atractivos de la historia. Nah-Lin decide saltarse las “leyes espirituales” y convertirse también en Zorro, desatándose una disputa por la sucesión del enmascarado -con el debate sobre el colonialismo muy presente-, que promete ofrecer al espectador los momentos más enriquecedores de su desarrollo. Así pues, entre los flashbacks del pasado del Zorro original, y esa rivalidad surgida en el presente, llegamos a ver en pantalla hasta tres 'Zorros' en una contienda en la que el personaje de Bernardeau, por comparativa, sale menos favorecido.
La oportunidad de perdida de una gran franquicia
En el apartado técnico, Zorro hace alarde de su gran presupuesto en la gran factura visual de la serie, así como en la recreación que se hizo de Los Ángeles en Gran Canaria, isla en la que se desarrolló durante siete meses el rodaje de la ficción. No obstante, al menos tras lo visto en los dos primeros episodios, da la impresión de que las tramas se desarrollan prácticamente en el mismo escenario, lo que 'empequeñece' la magnitud de la ciudad representada y otorga a las localizaciones cierta sensación de parque temático.
La producción encuentra en su acertada banda sonora uno de sus puntos fuertes, ya que la elección de las canciones y sus intérpretes ayudan a la modernización del proyecto. Sin ir más lejos, la plataforma eligió a Carin León, uno de los cantantes mexicanos más exitosos del momento, para varios de los temas que suenan durante la serie. Entre ellos, el de su visual cabecera -diseñada con animación de historietas, haciendo un guiño a los orígenes del personaje-, con el título Si me llevas contigo que el artista entona junto a la española Rosario Flores y al neozelandés Keith Urban (cantante de country y marido de Nicole Kidman).
En la otra cara de la moneda, el sonido de unos diálogos siempre en primer plano descolocan y apuntan a un abuso de ADR (Additional Dialog Recording -grabación adicional de diálogo-), con escenas que se tuvieron que volver a doblar en un estudio en postproducción. Esto por momentos se hace muy llamativo y puede desubicar al espectador. También la sobreactuación y el efectismo en torno a algunas peleas infantiliza en cierto modo las escenas de acción.
En definitiva, Zorro ofrece una versión revitalizada y entretenida del clásico cinematográfico que, con una voluntad clara de dirigirse a un público generalista y familiar, se termina quedando a medio gas. A la espera del lanzamiento de Z, película de Jonás Cuarón (hijo de Alfonso Cuarón) que ofrecerá una llamativa versión futurista del héroe (al que interpretará Gael García Bernal), la serie de Amazon Prime VIdeo no llega a ofrecer nada realmente nuevo al universo histórico del justiciero, más allá de ese debate sobre el colonialismo y la apropiación cultural, y el empoderamiento de unos personajes femeninos que apuntan a dar un paso al frente para convertirse en motor de las tramas. Esto otorga al producto final, eso sí, un cariz más actual y moderno, acorde con la perspectiva presente del contexto histórico en el que se desarrolla su argumento.