Álex Corretja, el micrófono de la empatía en los Juegos Olímpicos: “Nunca busco un titular, sale solo”

Álex Corretja se ha destapado en los últimos años como uno de los grandes comentaristas deportivos de nuestra televisión, un medio que hoy en día encuentra pocas oportunidades para destilar esa verdad que termina haciendo vibrar al espectador. Y es ahí donde el extenista, con discreción y sencillez, se ha ido convirtiendo en un perfecto catalizador de emociones para los jugadores con los que habla antes, durante y después de cada torneo.

También con una pasión y un entusiasmo que se percibe enseguida desde el otro lado del teléfono, que descuelga en medio de unos Juegos Olímpicos en los que el catalán ha logrado su “plenitud absoluta” como profesional de la comunicación. Así lo demuestra su complicada agenda en París, donde se encuentra trabajando como uno de los rostros principales de Eurosport, tanto para España como para todo el continente europeo. Una labor que, nos cuenta, ha tenido que combinar con apariciones en otros medios, como CNN Internacional.

Estos han sido los quintos juegos que Álex Corretja ha vivido 'desde dentro'. Compitió en Sidney 2000, donde consiguió una preciada medalla de bronce en dobles junto a Albert Costa; comentó para TVE los de Pekín 2008, regresó a la Villa Olímpica en Londres 2012 como capitán del equipo de tenis español, y cubrió para Eurosport los tardíos de Tokio 2020 que tuvo que narrar desde Madrid debido a las limitaciones para público y medios que impuso la pandemia del coronavirus.

Ahora, tras una atípica olimpiada de tres años, y de nuevo para el canal deportivo de Discovery, Corretja ha tenido la oportunidad de contar todo lo ocurrido en París 2024 desde la capital francesa. Allí se convirtió el pasado domingo en protagonista indirecto de la gran final de tenis que disputaron Djokovic y Alcaraz por el trato que dio al joven murciano después de que este se rompiera ante las cámaras al caer derrotado por el serbio y no conseguir la ansiada medalla de oro. Un ejercicio de empatía y humanidad que provocó el aplauso unánime de la audiencia.

“Mi corazón me pedía abrazarle y por otra parte no dejar el micro, porque soy consciente de que me debo a los espectadores”, explica el barcelonés a verTele, agradecido por las muestras de cariño recibidas. “Pensé: ¿qué le voy a preguntar ahora del partido? Qué absurdo y qué egoísta por mi parte. Déjalo que se recupere, porque tiene que ir a la ceremonia de medallas en 10 minutos y lo único importante es que disfrute de esa plata que acaba de ganar. Si yo le hurgo en la herida, voy a ser un egoísta”, razona, confesando como vivió segundo a segundo ese agridulce momento, que se ha convertido en uno de los más especiales de estos Juegos.

Tras su retirada forzosa en 2005, a causa de una lesión en su ojo izquierdo, Álex Corretja dio, como otros deportistas, el salto a comentarista de televisión. Pero en su caso, como decíamos, ha ido despuntando poco a poco como un grandísimo comunicador que traslada de forma llana y sincera todo lo que pasa en la pista durante los partidos. “Siento que lo que yo transmito y lo que yo comunico tiene un impacto positivo en la mayoría”, reflexiona, antes de dar, tal vez sin pretenderlo, una de las claves de la receta de su éxito: “Muchas veces yo le he dicho a compañeros míos periodistas que nunca busco un titular, y el titular sale solo”. El suyo, para nosotros, ha sido precisamente ese.

Entre una cosa y otra, los de París 2024 son tus quintos Juegos Olímpicos. ¿Cómo los has afrontado? ¿Cómo los estás viviendo?

Los estoy disfrutando como nunca, porque cuando eres jugador no te das cuenta ni de la mitad de las cosas que pasan; cuando fui como comentarista de TVE a Pekín pues quizá no lo valoré tanto porque me había retirado hacía muy poco y todo se me hacía más cuesta arriba; y cuando fui a Londres como capitán del equipo español de tenis tenía la responsabilidad de la realización de los jugadores y tuvimos una decepción muy grande, porque Feliciano López y Ferrer tuvieron pelota de partido para una medalla, no lo conseguimos y me quedé muy decepcionado. Y París, que estoy pensando que en realidad son mis cuartos JJ. OO., está siendo la plenitud absoluta, me ha llegado en un momento de mi vida muy maduro, con 50 años y habiéndome retirado hace tiempo, entendiendo lo que son los medios y los deportistas... Y disfrutando de la experiencia olímpica, a pesar de que es ultraexigente.

Están siendo unas 16 horas de trabajo al día y moviéndome de aquí para allá, porque además de Eurosport España, estoy en Eurosport Internacional también y he hecho plató con Francia, con Noruega, he hecho entradas en la CNN Internacional, en la CNN de España, con Eurosport Inglaterra... Es una locura, pero bendita locura.

Decía quintos JJ. OO. porque contaba con Tokio 2020, aplazados a 2021 por el coronavirus, pero es cierto que los cubriste desde Madrid porque la pandemia limitó la presencia de público y medios allí...

¡Ah, tienes razón, tienes razón! ¡Te lo sabes mejor que yo! [Risas]. Exacto, los de Tokio fueron divertidos porque era la primera vez que hacía algo más concreto sobre los JJ. OO., pero era el momento pandemia y era un poco incómodo todo. Los programas que hicimos fueron muy divertidos y muy amenos, pero es verdad que todo era muy restringido allí.

Están siendo unas 16 horas de trabajo al día y moviéndome de aquí para allá

Estos han sido unos buenos JJ.OO. para el tenis español, con dos medallas, algo que no se conseguía desde Pekín 2008. ¿Es para ti el gran titular de este año en el apartado del tenis?

El tenis casi siempre ha dado muchas alegrías a la delegación y en esta ocasión no ha sido una excepción. Pienso que ha sido un buen éxito el del tenis. Hemos tenido el momento Rafa y Alcaraz, que ha sido muy emotivo y muy llamativo; la plata de Carlitos, de la forma en la que perdió, que yo creo que todo el mundo se quedó supersatisfecho de cómo lo hizo; y luego la grata sorpresa de Sara y Cristina. En líneas generales, yo le pondría un sobresaliente.

¿Crees que el éxito de Sara Sorribes y Cristina Bucsa ha quedado un poco eclipsado mediáticamente? Estos días mucha gente se quejaba de que no se le estaba dando a la pareja española el reconocimiento que merecía… 

Yo creo que sí que le hemos dado mucha importancia, quizá lo veo así porque estoy aquí y lo he vibrado de primera mano. También te digo, que si tú le preguntas a alguien de este país si sabe que yo conseguí una medalla de bronce en Sidney 2000, creo que sólo el 1% de la gente lo sabría. A veces, las cosas llegan como llegan. También es cierto que justo coincidió que jugaron el día que Djokovic y Alcaraz jugaban la final y eso eclipsa a cualquier medalla, no sólo la de Sara y Cristina. Cualquier cosa que sucediera ese domingo, sin querer, es cierto que eclipsa un poco, pero no porque a Sara y Cristina no se las reconociera, sino que lo otro fue extraordinario.

Como mencionas, gran parte del foco ha ido hacia la inédita dupla de Nadal y Alcaraz. ¿Tenía este tándem más sentido por cuestiones simbólicas que por cuestiones deportivas?

Pues es que eso no me toca a mí decidirlo. A todos nos pareció que la dupla Nadal - Alcaraz era la bomba y mediáticamente insuperable. ¿Cuál era la mejor decisión deportiva? Cuando acaban los torneos todo se ve mucho más fácil desde fuera. Cuando tú haces algo, siempre piensas en conseguir lo mejor y me parecería que no sería correcto por mi parte criticar una decisión de un amigo mío como es David Ferrer, que ha sido el capitán. Y después hay que saber los pormenores de cómo han sido esas decisiones. Yo, como no las sé, no puedo opinar. Está claro que se ha hecho con las mejores intenciones y si hubieran ganado una medalla, todo habría parecido diferente. Es complicado de valorar y esa es una respuesta que te tiene que dar alguien que haya estado dentro, como David [Ferrer] o como Carlos y Rafa, que han sido los implicados directamente.

La federación y el CSD deberían trabajar para intentar que el tenis no quede sólo en un deporte elitista y poco accesible para mucha gente

En 2021, antes de aquellos JJ. OO. de Tokio, te preguntaba en otra entrevista quién creías que iba a dominar el tenis en los próximos años y salieron muchos nombres menos, evidentemente, el de Carlos Alcaraz. ¿Esperabas que naciera una estrella española tan pronto? ¿Crees que nos ayudará a gestionar mejor el inminente adiós de Rafa Nadal? 

La verdad es que no lo hubiera imaginado en la vida. Me parecía que lo de Rafa iba a dejar un vacío casi insuperable y la llegada de Alcaraz es una bendición para el tenis español y para el deporte español en general. Sí que creo que habría que aprovechar el tirón Alcaraz a nivel tenístico y me parece que a nivel escuelas y colegios, por los valores que aporta el deporte, deberían hacer algo porque pienso que puede ser muy interesante. La federación, junto al CSD [Consejo Superior de Deportes], deberían trabajar para intentar que el tenis no quede sólo en un deporte muy elitista y que sea poco accesible para mucha gente, porque creo que el tenis aporta unos valores muy muy interesantes y pienso que no deberían caer en saco roto.

Y menos, sin aprovechar este momento con Alcaraz, porque es casi un milagro que salga alguien así. Parecía que después de Rafa esto iba a ser imposible y evidentemente yo no los voy a comparar, pero sí que considero que si alguien puede estar a la altura, mediáticamente y de éxitos, como ha estado Nadal, ese es Alcaraz. Habría que aprovecharlo para que la maquinaria no ceda, porque ya hemos tenido un aviso con Rafa y con Alcaraz tendremos el siguiente. Y ponemos la expectativa tan alta que es plata olímpica y hay quejas porque no haya ganado el oro. Gana Grand Slams, ha sido número 1... Hay que aprovechar este momento 100%.

¿Cómo ves a Nadal? ¿Crees que seguirá compitiendo este año o la retirada está más cerca que nunca?

Hostia, ¿sabes qué pasa? Que lo de Rafa es tan personal que los de fuera opinamos sin saber, opinamos sin estar en su piel. Entonces, todo el mundo tendrá su opinión, pero el único que sabe lo que siente es él. Y más allá de que se lo ha ganado, es que quién eres tú, quién soy yo, o quién es el señor del bar, para decir cuándo ha de dejar alguien su deporte o su trabajo. En qué momento de mi vida yo he de decirle a alguien que tiene que abandonar el sueño de su vida, que era ser tenista, porque como ahora ya no ganas lo que todo el mundo espera que ganes, entonces tú te has de retirar.

Lo veo tan osado desde fuera por parte de todo el mundo que me parece increíble. Ma parece asombroso y demuestra también que hoy en día las redes sociales en ese sentido también hacen mucho daño. Son muy bonitas con cosas como la que me sucedió a mí el domingo, que no tengo palabras para agradecer los miles, porque son miles, de mensajes que he recibido. Pero también es muy fácil opinar desde el sofá de casa sobre lo que hacen los demás, ya sea una pregunta, una entrevista o una decisión sobre una retirada. Las redes hacen que los movimientos crezcan e imagínate que el domingo, en lugar de abrazar a Alcaraz, por lo que sea no lo hago bien y las redes se inundan de críticas. ¡Hostia! Qué cruel todo, ¿no? Estás superexpuesto y lo que antes era un comentario en tu casa o en el bar, ahora con un móvil pulsas un botón y estás criticando directamente a alguien. Creo que no somos conscientes del daño que puede hacer eso y las cadenas que se generan, porque es una bola de nieve imparable

Mi corazón me pedía abrazar a Alcaraz y por otra parte no dejar el micro

Como decías, fuiste protagonista indirecto de la final de tenis masculina con esa entrevista a Carlos Alcaraz que se ha convertido en viral por la humanidad que mostraste con él tras su derrota. ¿Crees que esa empatía es parte principal de tu éxito como comunicador?

Yo creo que eso es una opinión que tiene que ser vuestra. Mira, esto aún no se lo he dicho a nadie: yo vi venir a Carlitos, y en la mayoría de ocasiones no tengo muy claro lo que voy a preguntar hasta segundos antes de que lleguen a mí, pero le veo llegar y decido que quiero valorar lo que ha hecho porque así lo sentía. Además, me dio la sensación de que él no perdió la final, sino que la ganó Djokovic, que es muy distinto. Entonces, mis preguntas casi siempre vienen con un poco de reflexión, evidentemente me puedo equivocar, pero es mi reflexión y como soy yo quién lo hago, creo que es lo que tengo que hacer. En el momento en el que él se derrumba, yo lo único que siento es estar cerca de él. Por una parte, sé que mi cabeza está en televisión y pienso que me debo a una audiencia que es toda Europa, porque esa entrevista no va sólo para España sino para toda Europa, pero mi corazón me pide que yo abrace a Carlitos, porque lo conozco, lo respeto, lo quiero mucho y le tengo muchísimo aprecio.

Entonces, veo a un ser humano de 21 años que, ostras, acaba de perder una final muy importante. Mi corazón me pide abrazarle y por otra parte no me pide dejar el micro, porque soy consciente de que me debo a los espectadores. Por eso intenté encontrar un equilibrio y mientras él iba hablando e intentando expresarse, interiormente pensé: '¿Qué le voy a preguntar ahora del partido? Qué absurdo y qué egoísta por mi parte. Déjalo que se recupere porque tiene que ir a la ceremonia de medallas en 10 minutos y lo único importante es que disfrute de esa plata que acaba de ganar en el podio. Si yo le hurgo en la herida, yo voy a ser un egoísta'. Eso es lo que sentí y dije: 'Ya está, no quiero pedirte nada más, no siento pedirte nada más'. Y por eso lo hice y me alegro un montón de que haya llegado de esta manera al 99.99% de la gente de este planeta. Habrá quién piense que qué poco profesional, seguro que hay alguien que lo piensa, pero yo hice lo que sentía.

Es que parece que en televisión hay que forzar los momentos y tu éxito en ese instante fue ser catalizador de la emoción que él sentía para hacérnosla sentir a nosotros como espectadores...

Te digo más, muchas veces yo le he dicho a compañeros míos periodistas que yo nunca busco un titular, y el titular sale solo. O sea, en la entrevista del otro día, si yo no hago eso, eso no existe. Y si en cambio le hubiese querido buscar un titular, el titular no hubiera salido. No busqué ningún titular, no busqué ser noticia. El único protagonista del momento es Alcaraz, como es Djokovic, pero yo he de ayudar a que ellos saquen lo que tienen dentro y mi forma de hacerlo es decirles: 'Chicos, yo estoy aquí para entender lo que está sucediendo. A partir de ahí, expresad lo que queráis y lo que sintáis'. Y eso hace que tú expliques al máximo.

Cuando tú ves que un periodista te hace una pregunta para buscarte un titular, tú te cierras y te jode, porque piensas: 'Tío, ¿de qué vas? ¿Por qué me estás haciendo esto?'. Entonces, creo que eso es lo mejor que sucedió el otro día y fue maravilloso poder compartirlo con él. Y luego poder hablar con Djokovic dos minutos más tarde, que fui la primera persona del mundo que habló con Djokovic después de haber hecho historia. Eso no tiene precio y yo lo valoro un montón, por eso agradezco a Eurosport que me dé esa oportunidad, porque no va sólo para España, sino para 47 países.

Para muchos has despuntado estos años como uno de los grandes comunicadores del deporte español. ¿Es algo planeado, vocacional, o te ha venido dado con el tiempo?

No, no es nada planeado, me ha venido así tal cual. Ha ido a más, ha ido creciendo y yo me he ido sintiendo cada vez más cómodo. Siento que lo que yo transmito y lo que yo comunico tiene un impacto en la mayoría positivos. Por supuesto habrá gente que no esté de acuerdo en mi forma de comentar o mi forma de ser, pero he aprendido que siendo tú mismo, respetando a todo el mundo, duermes tranquilo y eso es lo más importante y lo que más me llena. A partir de ahí, intento pasármelo superbien, intento explicarme lo mejor que puedo, con la máxima energía y la máxima pasión. No busco nada más.

La última. ¿Te atreves a hacer una porra final para el medallero español? 

No, no me pidas eso [Risas]. Yo lo único que sé es que veo a la gente cómo se esfuerza y las ilusiones que tiene, así que lo demás que sea lo que tenga que ser. No hay más.