Entrevista
Carles Porta, de su nuevo proyecto para Movistar+ al eco de Netflix: “Estrenan una serie y todos hablan de 'Crims'”
En el historial televisivo del true crime destaca un nombre propio que desde hace años marca la diferencia. Hablamos de Carles Porta, responsable del fenómeno Crims y todo un referente en el género que tras su éxito en TV3 y Movistar Plus+ refuerza su alianza con la plataforma en su nuevo proyecto Luz en la oscuridad.
Este renovado formato llega el próximo 31 de octubre al servicio de pago como “una evolución de Crims” con el sello de Porta y un giro a lo cinematográfico en cuanto a la narración del contenido y su envoltorio visual. Así lo expresa el propio periodista en conversación con verTele, horas antes de dar en el Festival de Sitges el pistoletazo de salida a esta etapa en la que, en sus propias palabras, puede permitirse ir “un poquitín más lejos”.
En este nuevo programa, cuyo título es 'heredado' de una de sus frases más icónicas en el estudio de Catalunya Ràdio, Carles Porta y su equipo ahondan en casos reales ocurridos en España que hasta ahora no había abordado en su formato de TV3. La serie arranca con dos, 'Daniela, Dulce y Bella' y 'El niño pintor', de cara a continuar en 2024 con más crímenes juzgados.
“Hemos creído que había que ir un pasito más hacia el cine, hacia la narración pura, sin perder el periodismo”, afirma el presentador, que reflexiona sobre el volumen de productos que se estrenan englobados dentro de un género que ya es un boom a nivel mundial: “El true crime de verdad se acerca más al cine que cualquier otro género”, expresa, al tiempo que apunta que “muchas veces lo que se ven son reportajes largos y bonitos con entrevistas y cuatro imágenes, pero ahí no hay una historia, eso no es true crime”.
Además, Carles Porta desvela curiosidades sobre su trabajo en los crímenes que aborda en sus formatos, como que “para acabar haciendo bien un caso podemos tirarnos un año y medio”, y confiesa que “mi lucha con las plataformas es que entiendan el precio, el proceso y el timing”. El resultado son proyectos como este que llega ahora en octubre y que, en cuanto a factura, “no tiene nada que envidiar a las películas”.
Actualmente está inmerso en Luz en la oscuridad, la nueva temporada de Crims y también en una serie para Atresplayer mientras asiste entusiasmado al eco que otra ficción basada en un caso real, El cuerpo en llamas, ha tenido en su propio trabajo. “Netflix estrena una serie y todo el mundo habla de Crims. Eso sí que es un mérito. No lo hemos ido a buscar, pero creo que nos lo hemos ganado desde la calidad, desde la seriedad, desde el rigor y desde el respeto”, afirma sobre la 'promoción' que han recibido sus cuatro especiales sobre el Crimen de la Guardia Urbana tras el estreno de la miniserie protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez.
“Que conste que lo dije: cuando supe que Netflix iba a hacer la serie dije: hagan lo que hagan nos irá bien”, apunta en conversación telefónica, e incluso habla del “ruido” y los “titulares” surgidos en torno a la ficción y al documental de Las cintas de Rosa Peral. “Creo que una de las grandes virtudes que tenemos en Crims y en Luz en la oscuridad es el respeto hacia todo el mundo, y eso es superimportante”.
Estrenas 'Luz en la oscuridad', un proyecto para Movistar Plus+ que es nuevo, que nace quizás con mayores ambiciones que formatos anteriores, pero que tiene 100% tu sello. ¿Podríamos definirlo como una actualización o revisión de 'Crims'?
Es una evolución de Crims. Es un paso más, nos acercamos al cine. Luz en la oscuridad es un proyecto un poco más cinematográfico en los dos sentidos básicos que nos gusta trabajar: la narración del contenido y el envoltorio visual. Hemos intentado dar un paso más.
Somos Crims, eso es indudable, y no debemos renunciar a nuestra esencia y a lo que nos ha traído aquí. Pero sí podemos explorar nuevos campos y creemos que esto es una evolución tanto a nivel formal, porque es mucho más cinematográfico, y a nivel de contenido creamos muchos más personajes. Con Luz en la oscuridad, en Movistar, vamos más hacia el cine, y Crims es más televisión sin que una cosa sea mejor que la otra.
¿Teníais claro, tanto tu equipo y tú como Movistar Plus+, que queríais seguir esta línea? ¿Os marcaron muchas pautas en este sentido o te dieron libertad para hacer lo que querías con el formato?
Trabajar con la gente de Movistar Plus+ es un lujo porque todo lo que aportan acostumbra a ser inteligente. Lo digo de verdad. Muchos interlocutores de cadenas y plataformas tienen el talento más cerca del talón que del cerebro, pero Movistar es una maravilla porque sus aportaciones nos han hecho crecer.
La idea básica era darle una vuelta a Crims. A Movistar Plus+ le costó mucho apostar por el true crime y acabó apostando cuando compró Crims, que tradujo a Crímenes. Eso les funcionó y dijeron: 'Vamos a tener originales'. Nosotros hacemos lo que sabemos hacer: buscar historias, cazarlas y contarlas bien. ¿Cómo podíamos hacerlo para que fuera un paso más? Hemos creído que había que ir un pasito más hacia el cine, hacia la narración pura, sin perder el periodismo. Luz en la oscuridad nace de Crims para ir un poquitín más lejos.
Mi lucha con las plataformas es que entiendan el precio, el proceso y el timing
'Luz en la oscuridad' llega este octubre con dos primeros casos, y preparáis más de cara a 2024. ¿Qué otros crímenes tenéis en la recámara para esos estrenos del año que viene?
Todos son casos sucedidos en España. No habrá casos de Catalunya porque ya los hacemos en Crims. Tendremos 'El niño pintor' de Málaga, otro ocurrido en Galicia, en Madrid, Aragón, Navarra, Euskadi... Tenemos varios. Estamos trabajando con una carpeta de unos diez casos juzgados en los que participa gente viva, y hablar antes de hora puede hacer que alguien se moleste o tenga miedo. Prefiero ir despacito y anunciar cada caso cuando toque.
Por desgracia hay muchos crímenes. En España hay 400 cada año, que está dentro de la media europea, quizá por debajo. A pesar de tener sangre latina, sangre caliente, en España se mata poco en relación a otros lugares. Esos 400 casos, que afectan a mucha gente y eso es muy triste, para nosotros son un material muy interesante y podemos escoger. Pero para llegar a los buenos casos hacen falta muchas cosas: que haya buenos giros narrativos, que haya cambios en el guion; que encontremos material audiovisual y documental del caso, que podamos acceder al sumario, a grabaciones e inspecciones oculares... eso nos da veracidad; y el tercer elemento es que encontremos testigos directos que quieran participar. Sin estos tres elementos no cogemos el caso, y eso no es fácil, nos lleva muchísimo tiempo. Para acabar haciendo bien un caso podemos tirarnos un año y medio por lo 'bajini'.
Mi gran reto es hacer entender a los compradores -televisiones, plataformas, etc.- que este producto, si está bien hecho, no es barato. Pero también demuestra que tiene una gran recepción por parte del público. No estamos ante un documental largo y bonito, esto es distinto. El true crime de verdad se acerca más al cine que cualquier otro género, pero compara los presupuestos del cine con los presupuestos del true crime... Esa es mi lucha con las plataformas: que entiendan el precio, el proceso y el timing.
Muchas veces lo que se ven son reportajes largos y bonitos con entrevistas y cuatro imágenes, pero ahí no hay una historia, eso no es true crime. Eso es periodismo, muchas veces bueno, pero se queda ahí. El true crime va un paso más hacia la narrativa, hacia la intención cinematográfica. Hay muchísimo guion detrás. Hay una gran diferencia entre un testigo y un personaje. Nosotros convertimos testigos en personajes de nuestro relato. Eso no es fácil y requiere tiempo. Eso muchas veces no lo entienden los compradores, aunque en Movistar Plus+, por suerte, sí lo han entendido.
Crims es uno de los mayores éxitos no ya sólo de TV3, sino de la televisión lineal en España y uno de los pocos que actualmente, con la fragmentación y los nuevos consumos, consigue generar un evento un día X y a una hora Y delante del televisor. ¿Te sientes un privilegiado?
Desde luego, soy un privilegiado. Hacer una cosa por la que tengo una pasión enorme, y ver esa recompensa tanto en cifras como en calidad de audiencia, es increíble. El espectador es el juez más implacable, no hay mejor premio que el de la audiencia y su calidad. Claro que todos los premios están bien y son bienvenidos, pero saber que la gente espera el día de emisión de Crims para sentarse todos juntos y en grupo delante de la tele... esto hacía mucho tiempo que no pasaba, ¡esto solo pasa con los partidos de la Champions! Es una pasada y, desde luego, no nos imaginábamos que podíamos llegar a conseguir esto.
Sí es verdad que cuando te das cuenta que se produce esta situación es porque has tocado la tecla adecuada y no puedes abandonarla. Por eso hemos intentado crecer sobre eso. Se trata de mantener las bases buenas que tenemos en Crims para dar un pasito más en Luz en la oscuridad. El espectador dirá si lo conseguimos, pero a nosotros nos parece fenomenal. Tanto en True Crime Factory, que nos encargamos de los contenidos, como Goroka, que se ocupa de la parte visual que es maravillosa, estamos muy satisfechos y nos sentimos unos privilegiados por tener ese retorno.
Muchos te consideran un referente en un género, el true crime, que en los últimos tiempos está viviendo un boom incluso a nivel mundial. ¿Cómo te tomas este reconocimiento?
Esto de considerarme un referente... si la gente y la profesión lo considera, bienvenido. Pero eso, con cariño, a mí no me da de comer. Lo que es importante de verdad es hacerlo bien cada día. Y como en el fútbol, cada partido es importantísimo: cada capítulo, cada paso que das, tiene que ser muy sólido. Yo tengo la inmensa suerte de que hago lo que me gusta, como me gusta, y tengo un equipo maravilloso, son los mejores y sin ellos no sería nada. Esto es fundamental. A partir de ahí, llegar a un cierto éxito es muy difícil y caer es muy fácil. El reto está en hacerlo bien cada día.
¿De dónde crees que surge esta fascinación por los true crime?
Creo que aquí hay dos cuestiones: una es la cantidad. No por hacer mucha producción todo es true crime de verdad. Para mí el true crime es un género narrativo en sí mismo, forma parte de la no ficción entendida en el concepto creativo del término. No el tener una fuente, un testigo o unas imágenes te da true crime. Hay que construirlo bien y eso el público lo entiende perfectamente, por eso consume lo que consume en esas cantidades. El periodismo bien hecho tiene un público determinado, y el true crime tiene mucho más público, es más transversal y potente, pero es mucho más difícil. No siempre encuentras las historias y las puedes redondear.
Creo que poquito a poco se va a entender más esa diferencia entre los documentales con imágenes de olas de mar, por decir algo, y un true crime con una buena historia. Creo que el mercado va a poner cada cosa en su sitio y la gente lo va a entender más. El público es muy exigente y por eso es un reto increíble. Piensa que nosotros trabajamos con más de 250 casos, y de estos ni un 10% pueden llegar a tener un capítulo de true crime. Es muy difícil.
Cuando estrenamos los cuatro capítulos de la Guardia Urbana no hubo ni una sola coma cuestionando los episodios ni cuestionando la existencia de la serie
En las últimas semanas, a raíz del estreno de 'El cuerpo en llamas' en Netflix, ha vuelto al foco mediático un caso que abordasteis en 'Crims', el crimen de la Guardia Urbana, reavivando el interés por vuestros especiales. ¿Has visto la serie? ¿Qué te ha parecido?
No la he visto todavía, pero la voy a ver porque quiero ver qué se hace y cómo se hace para aprender de lo bueno y de lo malo. Por lo que he leído digamos que aporta poco. Seguro que técnicamente está muy bien hecha, pero como contenido y como narración aporta poco y eso me frena a la hora de darle prioridad. Pero la veré porque seguro que aprendo.
Aquí hay dos cuestiones que me parecen muy interesantes. Por una parte, Netflix ha conseguido ser un motor de opinión. Lo que hace Netflix es comentado por todo el mundo y eso es un gran mérito, está muy bien. Por otra parte, hay algo que todavía me gusta más, y es que Netflix estrena una serie y todo el mundo habla de Crims. Eso sí que es un mérito. No lo hemos ido a buscar, pero creo que nos lo hemos ganado desde la calidad, desde la seriedad, desde el rigor y desde el respeto. Eso para nosotros es muy importante. Cuando estrenamos los cuatro capítulos de la Guardia Urbana no hubo ni una sola coma cuestionando los episodios ni cuestionando la existencia de la serie, nada. Ahora ha habido un cierto ruido, muchos titulares, muchas opiniones en torno tanto a la serie como al documental. Creo que una de las grandes virtudes que tenemos en Crims y en Luz en la oscuridad es el respeto hacia todo el mundo, y eso es superimportante. Pero bueno, en resumen: la veré, la veré seguro.