Chica Sobresalto, del “máster de OT” al Benidorm Fest con el ojo en Eurovisión: “Veía a Beth y quería ser como ella”

Operación Triunfo volverá a tener representación en el Benidorm Fest por cuarto año consecutivo. Lo hará a través de Chica Sobresalto, conocida en 2020 como Maialen Gurbindo durante su paso por la undécima edición del talent musical que emitía aún TVE por aquel entonces. Ahora, cuatro años después, la navarra vuelve a la primera línea televisiva, más preparada para enfrentarse a la exposición mediática aunque, tal y como reconoce, con algunos temores.

“Estoy 50% contenta y agradecida, y 50% cagada de miedo, sinceramente. Quería hacer como que no pero es que no me va a salir bien. Me da mucho respeto”, reconoce en palabras a verTele, explicando que teme “por un lado, no estar a la altura de algo como el Benidorm Fest y, por otro, sentirme vulnerable con cosas que cuento en la canción”.

Y es que Chica Sobresalto se presenta al Benidorm Fest 2025 con el tema Mala feminista, una canción que se podrá escuchar, como las del resto de candidaturas, el próximo 18 de diciembre, y cuyo proceso creativo ha explicado a este medio. Según la artista, su manera de componer cambió cuando recibió de manos de Zahara el consejo de clasificar en 'carpetas' las ideas que fuese teniendo de los diferentes asuntos sobre los que le gustaría hablar en sus creaciones: “Entonces, yo tenía una carpeta que se llamaba 'Cosas que nunca diré en una canción'. Porque pensé: '¿Dónde escribo lo que no quiero decir en las canciones?' Esta canción es esa carpeta”, avanza.

Para la joven, su objetivo no está solo en relanzar su carrera gracias al certamen, sino ganarlo e ir a Eurovisión, asegurando ser fan del festival desde muy pequeña: “Yo veía a Beth y quería ser como ella. Yo me presenté al casting de OT por eso, porque tengo esa inquietud, porque soy fan, lo que pasa es que siempre me había parecido que yo no podía hacerlo. Porque al no tener ese perfil, siempre me he sentido más pequeña, aunque ya he empezado a confiar más en lo que hago”, dice la cantante.

Chica Sobresalto vuelve a escena más segura que nunca, aprovechando las tablas que le dio su paso por OT 2020: “Creo que es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida y no por la exposición solo, sino por el máster que haces en muchas cosas”, valora, añadiendo que el aislamiento que vivió fue “un autodescubrimiento muy heavy que yo luego he llevado cosas a mi vida diaria de esto”.

¿Cómo afrontas esta experiencia del Benidorm Fest?

Pues estoy 50% contenta y agradecida, y 50% cagada de miedo, sinceramente. Quería hacer como que no, pero es que no me va a salir bien. Me da mucho respeto y creo que también está bien.

¿Qué es lo que te da miedo?

Por un lado, no estar a la altura de algo como el Benidorm Fest y, por otro, sentirme vulnerable con cosas que cuento en la canción.

Hace unos años, te enfrentaste a otro escaparate grande como es Operación Triunfo. ¿Qué aprendizaje de aquello te llevas al Benidorm Fest?

Estoy muy orgullosa de cómo gestioné todo en Operación Triunfo. Creo que si algo hice superbién fue ser yo todo el rato y nadie puede ser tú mejor que tú, para bien o para mal. Y luego, relativizar y pensar que la gente a la que no le guste lo que haces no va contigo. Y está bien. Yo no tengo que gustar a todo el mundo en absoluto. Luego me pondrán cuatro cosas y lloraré, igual sí. [Risas]. Pero el aprendizaje tiene que ser ese y mi psicóloga está prevenida de esto.

Creo que es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida y no solo por la exposición, sino por el máster que haces

¿Crees que lo puedes gestionar de otra forma diferente a como lo hiciste en 2020?

También es verdad que yo Operación Triunfo Covid Edition hubo momentos complejos de otra manera. Creo que ahora lo viviré distinto. Ahora es verdad que tengo 30 años, cosa que me daba susto y me compré retinol, pero ahora estoy supercontenta de tener 30 años, porque me ha traído otras cosas que me están gustando muchísimo. Entonces sí, tengo más carácter que antes, pero por supuesto que OT es un máster en un montón de cosas. Creo que es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida y no por la exposición solo, sino por el máster que haces en muchas cosas. Para empezar, estar todo ese tiempo sin el móvil y sin nadie de tu entorno que te diga lo que tienes hacer. Eso es un autodescubrimiento muy heavy que yo luego he llevado cosas a mi vida diaria de esto.

¿Qué nos puedes contar de la canción? ¿Qué te ha llevado a escribir Mala feminista?

Yo, por consejo de Zahara, que es una de las mejores compositoras de este país, empecé a clasificar todo lo que escribo durante el día, ya sea en la libreta, un móvil o el ordenador. Todo el día estoy escribiendo y mis canciones eran un caos. Y ella me dijo: “Hay que clasificar y cuando vayas a hablar, por ejemplo, de tus perros, escribes en la carpeta llamada 'perros' y luego recurres a ello para componer”. Este consejo a mí me sirvió. Entonces, yo tenía una carpeta que se llamaba “Cosas que nunca diré en una canción”. Porque pensé: “¿Dónde escribo lo que no quiero decir en las canciones?”. Esta canción es esa carpeta.

De ahí el miedo a mostrarte vulnerable...

Sí, y poner el videojuego en modo difícil por la cara, porque a mí nadie me ha mandado pero así lo he hecho. Igual luego escucháis la canción y decís: “Hostia, no es para tanto”. Pero para mí sí es importante.

Pero, dentro de lo que nos puedas contar, ¿hay algo en lo que te hayas sentido mala feminista?

Yo me he sentido mala feminista cuando le he tenido manía a otra chica, que es una cosa de sororidad. Yo lo intento, de verdad. O cuando he pensado: “No me apetece empoderarme, quiero meterme en la cama, tío”. Bueno, pues es que también es normal, igual alguien tiene que desempoderarse. Alguien tiene que bajar para que yo me pueda subir ahí, es como jugar a las sillas, macho. Pues eso, ya está.

Mandaste más de una canción, ¿verdad?

Mandé tres canciones, porque soy una persona enajenada y tenía tres cosas muy distintas y decidí mandar las tres.

¿Y han elegido tu favorita?

No han elegido mi favorita, aunque todas lo son. Estoy haciendo un disco que me está gustando muchísimo. Mandé las tres del disco que ya estaban compuestas. No es mi favorita, pero me encanta y creo que he conseguido una cosa muy guay con esta canción, cosa que me cuesta mucho reconocerme como compositora.

Intento informarme bien de las cosas y no hablar por hablar, que creo que es un problema muy grave que tenemos en este momento

¿Ves Eurovisión normalmente?

Por supuesto que veo Eurovisión. Hay ediciones que tengo más grabadas a fuego que otras. La que más, obviamente, la de Beth, porque soy la persona más fan de Beth del mundo. Esta es la que más tengo grabada a fuego.

¿Y alguna otra canción que te guste de Eurovisión?

No sé si mítica, pero Saudade, saudade [Portugal en Eurovisión 2022] es una de las mejores canciones que ha habido en Eurovisión. Ruth Lorenzo lo que lo petó en su día fue increíble, el año pasado La Noia [Italia] también me gustó muchísimo... Y luego Loreen y Chanel, las divazas sinceramente me encantan y conecto con ellas aunque no lo parezca. Yo luego en mi casa soy así. [Risas].

¿Y habías tenido antes el gusanillo de ir a Eurovisión pero no lo hacías por la plataforma de selección?

No, yo siempre, yo desde pequeña. Yo veía a Beth y quería ser como ella. Yo me presenté al casting de OT por eso, porque tengo esa inquietud, porque soy fan, lo que pasa es que siempre me había parecido que yo no podía hacerlo. Porque al no tener ese perfil, siempre me he sentido más pequeña, aunque ya he empezado a confiar más en lo que hago. Van dos veces que paso ya un casting bastante difícil, así que igual algo estoy haciendo bien.

¿Cómo gestionas el debate sobre ir a Eurovisión sabiendo que participa Israel y la polémica que se ha generado en años anteriores en torno a esta cuestión?

Yo creo que hay un punto de responsabilidad con tu entorno, no solo en tu país, sino en todos, y por otra parte, también hay un derecho a opinar de lo que no sabes. Entonces, yo intento bailar entre estas dos, informarme bien de las cosas y no hablar por hablar, que creo que es un problema muy grave que tenemos en este momento. Y a la vez, ser empática y activista con las cosas importantes. Intento equilibrarme ahí.

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