Daniel Grao retoma 'HIT' tras una espera “incomprensible”: “Algo se nos escapa de los motivos, pero por lo menos se libera”

HIT cerró en diciembre de 2021, tal vez sin unos resultados de audiencia notorios en lineal, pero sí despertando las simpatías de la crítica y del público. Las andanzas y enseñanzas de Hugo Ibarra Toledo, el polarizante profesor encarnado por Daniel Grao, habían dado la oportunidad de que TVE abordara problemáticas que parecían más que adecuadas para una cadena comprometida por el servicio público en su razón de ser. No tardó en hablarse de la idoneidad de darle una tercera temporada a la ficción creada por Joaquín Oristrell y producida por Ganga, que se materializó en un rodaje en La Palma en el verano de 2022. A partir de ahí, incertidumbre.

Dos años después del rodaje, y tras un año y medio guardada en un cajón, La 1 saca a la luz esta tercera temporada de HIT, eso sí, en condiciones un tanto deslucidas: no en prime time, sino en el late night, y en pleno verano. La serie, nacida con finalidad de “contarnos como sociedad”, según sus principales nombres creativos, queda por detrás en la programación de Los Iglesias: Her-manos a la obra, el docu-reality donde Chábeli y Julio Iglesias Jr. reconstruyen grandes mansiones de famosos. Para Grao, al menos, el lanzamiento implica una liberación.

“Esto lo vivo como el sacarla del cajón, liberarla y que llegue a la gente, a la hora que quieran y en la plataforma que quiera”, dice el actor a verTele. El intérprete, que considera este como “uno de los personajes más gozosos de todos los que he hecho, y más personales”, considera que la respuesta del público tras tanto tiempo de espera da la razón al producto: “Todo el revuelo, una vez anunciada la hora y la fecha, me parece positivo porque ha habido mucha reivindicación: 'a esta serie no'”, comenta, destacando la inercia positiva generada.

Sobre la tercera temporada tiene mucho que decir: la destaca como “la más diferente de las tres”, por la nueva dinámica del personaje, ahora en el centro Aasha, por la recaída en el alcohol que padeció en Puertollano; también, por el cambio para el personaje, que se ve pasar del profesor que lidia con jóvenes rebeldes a ser él el que se rebela contra la autoridad y se niega a escuchar. “En esta temporada ya no se escapa”, dice sobre esos demonios interiores que al personaje le “escuece” reconocer que tiene.

Grao tiene mucho donde ahondar sobre HIT. De hecho, nos cuenta durante la conversación la premisa que tuvo Oristrell sobre una hipotética cuarta temporada, ambientada en Estados Unidos; la idea es cuando menos oportuna, con el atentado contra Donald Trump aún reciente. Lo único donde no puede abundar es en una espera que se ha hecho “bastante larga e incomprensible”: “Supongo que algo se nos escapa de los motivos”, se resigna, “pero por fin por lo menos se libera”.

Han pasado casi tres años de la emisión de la segunda temporada de 'HIT', y dos años del rodaje de la tercera. ¿Cómo has llevado la espera? ¿Pensabas que no llegaría nunca este momento?

Se me ha hecho bastante larga y bastante incomprensible. No tengo ni idea de los motivos. Sobre todo cuando las dos primeras funcionaron muy bien, fue unánime la crítica al decir que eso era lo que tenía que hacer la televisión pública. Las personas que van tomando decisiones han ido cambiando a lo largo de las tres temporadas, y lo sé de primera mano por Joaquín Oristrell, creador de la serie, porque con cada una de las temporadas tenía que hablar con un nuevo equipo. No sé, supongo que algo se nos escapa de los motivos, pero por fin por lo menos se libera.

La serie dejó muy buenas sensaciones en su día, pero ha pasado mucho tiempo desde aquel primer impacto. ¿Temíais que la gente pudiera olvidarse de la serie y que afectara una vez se estrenase?

Sí. Una cosa positiva que tiene la serie, dadas las circunstancias, es que cada temporada es bastante autoconclusiva y casi el único que repite es HIT. Es un contexto diferente en cada una de ellas. Esta, sobre todo, es la más diferente porque por primera vez no va a dar clases, ni está en un centro educativo, sino que ingresa en este otro centro para intentar superar su adicción a la alcohol. Y ahí se va a encontrar con otro tipo de adicciones y de patologías que tienen que ver con la salud mental, pero siempre con el mundo juvenil presente y con su tendencia a querer salvarlos. Y con su carácter, que es lo que da la impronta de la serie: tiene esta cosa peleona, contra el sistema, peterpanesca, que le da cierta ironía y humor. Eso va en su ADN. Siento que es una temporada para la que no necesitas acordarte de las dos anteriores; si tienes información te va a ayudar, pero en ese sentido hace menos daño el tiempo de espera. Pero cada día he recibido algún mensaje sobre cuándo se estrenaba la tercera temporada al que no podía contestar.

Cada día he recibido algún mensaje sobre cuándo se estrenaba la tercera temporada al que no podía contestar

Uno de los motivos de ese interés era la forma de tratar problemáticas que no suelen abordarse, por lo menos de un modo tan directo, en ficción. ¿En esta temporada, hacia donde va 'HIT' en cuanto a temáticas?

Vamos a una capa más profunda. En las anteriores ya íbamos bastante profundo a partir de ciertos comportamientos de los chavales para intentar plantear qué pasa en las casas, qué pasa en las familias... Así aparecían cosas tremendas como abusos infantiles, adicciones, e intentábamos ver de dónde venía eso. Aquí damos un paso más, en el sentido de ir más hacia la salud mental.

El abanico es bastante amplio: desde patologías diagnosticadas con su medicación como puede ser la esquizofrenia, y ahí vamos a intentar ver qué estaba viviendo el joven cuando empezó eso y que le marcó emocionalmente; a cuestiones menos centradas en una patología, sino de adicción. Nos encontraremos una adicción al sexo, como un flirteo compulsivo y nos damos cuenta de que es una persona que no se siente querida y adopta el sexo para llamar la atención, a adicciones a sustancias, a drogas y alcohol.

Hay un momento del primer episodio en el que otro paciente recrimina a Hugo que solo está para “sabotear y lucirse”; él responde que, en efecto, así es él. Teniendo en cuenta esa actitud del personaje, que llega a la clínica con esa actitud tan hostil, ¿podemos considerar esta como un reverso oscuro de lo que fueron las anteriores, a la hora de mostrar el personaje? Siempre fue controvertido, pero a la vez tenía un aura inspiracional...

Absolutamente. Nunca se presentó como un personaje perfecto, que era una de las cosas que me gustaba mucho de HIT, por cómo lleva su alcoholismo recurrente: es alguien que te dice 'tira por aquí', 'cuidado con esto', 'no abuses de la droga si no has tramitado la muerte de tu madre, porque vas a tener dos problemas'... Pero luego en una crisis él recae con la bebida. Ese personaje imperfecto me parecía muy honesto. Pero, claro, aún así nunca buceaba del todo en él. Su tendencia es la de salvarte a ti, lo cual está muy bien en ese intento generoso de ayudar a los jóvenes, pero también hay un no querer mirarse a uno mismo, porque escuece más.

En esta tercera temporada ya no se escapa, aunque lo va a intentar en los primeros episodios, pero no le va a quedar otra. Va a empezar con una pesadilla recurrente estando en el centro, porque él no entra en ninguna de las terapias ni con agua caliente, el terapeuta tira del hilo y no le va a quedar más remedio que revisar ya no solo personalmente, sino involucrando a varios miembros de su familia que van a aparecer. Efectivamente, con esta retranca e ironía de él que le da cierta comedia áspera, al final va a tener que decir: 'Esto pasó'.

Otro punto interesante es la relación de Hugo con su terapeuta, encarnado por Alejandro Jato, al que antagoniza. ¿Ha sido divertido pasar de ser el profesor que lidia con chavales conflictivos a ser ahora ese tipo problemático?

Ha sido genial, muy refrescante. Lo que tenía claro Joaquín es que no quería estirar el chicle. Me parece una forma muy inteligente de darle la vuelta a la propia serie y al personaje para que se vea en el otro lado. Yo casi que me encontraba raro no teniendo clases. En parte lo agradecía, porque a veces tenía esos monólogos de seis páginas en los que solo hablaba yo, como cuando les daba charlas sobre el consentimiento, y esta vez no las tenía. Pensaba por un lado '¡Qué bien!' y por otro lado '¿En qué me apoyo?'. Viví una especie de paralelismo entre lo que le estaba pasando al personaje y lo que me estaba pasando como actor: a qué me agarro. Y no sabes a qué. Así está el personaje, en un limbo del que quiere huir.

Yo trabajé con Alejandro en una obra de teatro con Miguel del Arco hace un tiempo, nos conocimos ahí, y me hizo mucha ilusión que fuera él el personaje de Raúl. Lo hemos pasado muy bien, ha dado un juego... Yo se lo hacía pasar bastante mal a él [risas] y el resultado creo que queda gracioso.

Es uno de los personajes más gozosos de todos los que he hecho, y más personales, he tenido mucha libertad de crear

Algo interesante de 'HIT' es que cada temporada, aun manteniendo el foco en él y en una manera de representar los problemas sociales, tiene su propia identidad o autonomía. Sin pensar en decisiones de cadena ni en las consecuencias de las decisiones de programación. ¿Crees que un personaje como este, y una serie como esta, tiene más recorrido? ¿Hay más posibilidad de seguir rehaciéndose?

En el momento en que estamos en la ficción, donde de pronto una plataforma decide recuperar series o hacer spin-offs, es un contexto que lo haría muy posible. Antes la actitud era: 'No cortemos esto, porque si cortamos habremos cortado del todo'. Ahora, por contexto, es mucho más permisible. Y por la propia ficción, efectivamente. Joaquín siempre ha tenido claro que no quería repetirse, que fuera más de lo mismo, pero si iba encontrando qué contar, dentro de esa base de contarnos a nosotros como sociedad, él estaría dispuesto, y yo por supuesto también. Es uno de los personajes más gozosos de todos los que he hecho, y más personales. He tenido mucha libertad de crear, hacer texto y componer el personaje. Ha sido una maravilla.

¿Quién sabe? Esto es tan loco y da tantas vueltas... Una vez conversando con él, que ya somos muy amigos, le pregunté por dónde tiraría, y recordó cuando en la primera temporada se hablaba de ese tiroteo en Estados Unidos donde empieza el alcoholismo de HIT. Igual un ir para allá, adonde no se ha atrevido a volver, su gran trauma, por el que no se ha atrevido a volver a Estados Unidos, donde estaba de profesor de español. Y puedes hablar de las armas, de la violencia... Es encontrar un quiebro que siga siendo interesante y novedoso y te permita abrir otra veta.

El horario con el que vuelve la serie no es, ni mucho menos, el más beneficioso, en late night de verano. ¿Te preocupa o crees que la serie puede hacer valer el boca oreja, o vivir más allá de lo que sea esta emisión?

Incluso todo el revuelo que ha habido, una vez anunciada la hora y la fecha, me parece positivo porque ha habido mucha reivindicación. 'No, a esta serie no, hablando de lo que habla y cómo lo hace...'. Que se inicie una inercia. Ahora las series no tienen una única ventana, sino que se van multiplicando, y el consumo también ha cambiado. Si me dices a mí, elegiría otro horario, pero la serie queda liberada una vez emitida cada capítulo está en RTVE Play, y ya cada uno la verá cuando quiera, y luego va a Amazon. Hoy ya nunca se sabe. El final lo pone el espectador. Hoy en día puede adquirirla otra plataforma... Esto lo vivo como el sacarla del cajón, liberarla y que llegue a la gente, a la hora que quieran y en la plataforma que quiera.

Las claves de la temporada 3 de 'HIT'

En el regreso, Hugo visita por primera vez un centro para el tratamiento de las adicciones en La Palma, decidido a hacer frente a su alcoholismo. Las dudas sobre su permanencia se acrecientan, sobre todo tras saber que una de las residentes es Lena (Carmen Arrufat), exalumna con la que aún tiene cuentas pendientes.

HIT deberá renunciar a su afán de protagonismo para ser solo un paciente más, y en ese viaje interior tendrá un grupo de compañeros: siete chicos y chicas de entre 16 y 31 años, con historias dolorosas detrás. Todo ello, con las consecuencias de la erupción del volcán de La Palma reflejándose en algunas tramas.

Joaquín Oristrell se reparte la dirección de los episodios en esta tercera temporada junto a Luis Arribas y Samantha López Speranza. Los capítulos están escritos por Yolanda García Serrano, Luis Caballero, Pablo Bartolomé, Marcos Castro y Sara Valenzuela.