Gonzalo Miró, de tertuliano “libre” a 'Pekín Express': “No hay que buscar el peor lado para hacer entretenimiento”

Gonzalo Miró, en 'La Roca' y junto a Ángel Díaz en 'Pekín Express'

Adrián Ruiz / Laura Pérez

Gonzalo Miró está a punto de sumar una aventura televisiva más a las muchas que ya lleva a sus espaldas. En este caso, el madrileño abandona su eterno papel de polivalente tertuliano para iniciar el viaje de Pekín Express, reality que regresa este domingo 20 de octubre gracias a Max, plataforma que ha recuperado el formato, mezclando famosos y anónimos, en una nueva edición con nueve episodios que estará presentada por Miguel Ángel Muñoz.

El colaborador televisivo, que concursará en compañía de su amigo Ángel Díaz, asegura que se lanzó al vacío sin pensárselo mucho y con una sola duda: “Me preocupaba un poco cómo se fuese a trazar el programa y el enfoque que fuera a tener”, declara a verTele y la prensa en una entrevista realizada en el marco del pasado FesTVal de Vitoria.

“Hay cadenas que no cuidan igual sus formatos porque pretenden hacer algo más frívolo”, añade, desvelando que ha recibido “desde hace muchos años” ofertas de varios canales para participar en sus realities. “No solo en Supervivientes”, confirma Miró, que cree que en televisión “hay muy buenas ideas que si se cuidaran más, yo no tendría ningún problema en ponerme a prueba en otras circunstancias”. “Para hacer entretenimiento tampoco es necesario buscar el peor lado de la gente”, insiste, revindicando no ser “muy partidario de la contaminación gratuita”.

Una consigna que Gonzalo Miró intenta aplicar también en su faceta como tertuliano de varios programas de la parrilla, desempeño que reconoce ejercer con plena libertad. Incluso en Espejo Público, donde este verano se quejaba entre bromas de la falta de pluralidad en las voces del programa de Antena 3: “Tengo que decir en favor de Espejo Público, y de Susanna, que soy completamente libre de decir lo que me dé la gana”, admite. “Nunca en ningún programa en el que yo haya estado me han dicho qué tenía que decir o hasta dónde podía llegar”.

Tanto es así, que Miró suele colocarse en el foco mediático sin miedo al qué dirán por sus consideraciones, ya sean políticas o futbolísticas: “Cuando uno opina libremente sobre algo, si lo haces honestamente, es muy difícil quedar bien con todo el mundo”, asume. “Soy muy consciente de que cuando digo algo, habrá gente que lo aplauda y otros que lo critiquen. Soy bastante consecuente con las críticas que recibo”, sentencia en una charla en la que decide mojarse también con la guerra desatada en Estudio Estadio, el fichaje de Broncano por TVE o el posible regreso de Amaia Montero.

¿Cómo te convencieron para que participaras en Pekín Express?

Pues hombre, no voy a negar que a mí al principio me preocupaba un poco cómo se fuese a trazar el programa y el enfoque que fuera a tener. Es verdad que, al final, hablando tanto con HBO como con Warner, pues te tranquilizan, ves más o menos el enfoque que le quieren dar y, ya con eso, te dan la posibilidad de vivir esta experiencia, y tampoco tuve muchas dudas. Mi gran preocupación realmente era que cuidasen el programa y que cuidasen el formato.

¿Te lo pensaste mucho?

Nunca llegué a pensar que realmente fuera a salir hacia adelante hasta que ya estaba todo hecho. En el momento en el que ya era evidente que iba a salir hacia adelante dije: “¡Madre mía, en qué embolado me he metido!”.

¿Fue un incentivo la posibilidad de compartir esta aventura con alguien de tu entorno?

Sí... No sé realmente por qué se lo propuse a Angelito. Yo creo que cuando me lo propusieron estábamos medio juntos y dije: “Yo creo que este tipo es un personaje por descubrir”. Y ya lo veréis. Televisivamente va a tener mucho gancho. Yo creo que es una persona con la que la gente se va a sentir identificada. Es verdad que teníamos un temor y es que nuestra relación no era como la que tienen los demás. No nos conocíamos tanto, éramos compañeros de jugar al fútbol desde hace unos años, pero poco más.

¿Qué es lo que peor habéis llevado?

Hay muchas situaciones que a mí me resultaban tremendamente invasivas. Meterte en la casa de alguien, con una familia en el salón, con los hijos, sin poder comunicarte y pedirlo de esa manera... Había momentos en los que me sentía demasiado agresivo, por así decirlo. Pero claro, la alternativa era dormir en la calle [risas]. Al final lo superas, pero yo creo que lo peor era esa parte.

Hay cadenas que no cuidan igual sus formatos porque pretenden hacer algo más frívolo

Gonzalo Miró

Este tipo de programas, donde la tensión te pone al límite, hacen que se muestren partes de la personalidad que a veces no se conocen. ¿Te preocupaba que esto te desnudase tanto ante el espectador?

No, no... Yo para eso me considero una persona bastante natural. No tengo una cara B que no se conozca. Era más porque hay cadenas que no cuidan igual sus formatos porque pretenden hacer algo más frívolo. Es esa parte la que me preocupaba, el enfoque que le fueran a dar. Pero confié en ellos cuando me dijeron la intención que tenían, y ya veremos si se han cumplido las expectativas o no.

¿Te han ofrecido anteriormente participar en ese tipo de programas que mencionas? ¿Te han llegado propuestas para concursar en realities?

Sí, desde hace muchos años. Yo creo que por ahí hay ideas muy buenas y que si se cuidaran más, yo no tendría ningún problema en ponerme a prueba en otras circunstancias. Pero es verdad que no soy muy partidario de la contaminación gratuita. Para hacer entretenimiento tampoco es necesario buscar el peor lado de la gente. Yo creo que en este caso no era eso lo que buscaban o lo que más les interesaba.

Entiendo que te han propuesto Supervivientes alguna vez...

Sí, pero no sólo Supervivientes. Supervivientes a mí es un formato que, como tal, me parece superinteresante. Ponerte a prueba. El formato per se, yo se lo cuento a alguien que viene de Plutón y le digo cómo es el programa, y la idea me parece muy chula. Otra cosa es ya el enfoque que se le dé, pero eso depende de cada cadena. Y en su derecho están, cuidado.

Ahora que te has puesto al límite, ¿qué valoración haces de la experiencia? Te han señalado como 'el villano'...

Eso se cae por su propio peso, no saben ni lo que dicen. No saben ni a quién señalar, de lo malos que son [risas]. Ha ido bien. Más allá de que esté contento con la experiencia, y que la valoración sea muy positiva, me sorprende el haberme conocido más a mí mismo. Yo creo que me conozco bastante bien y creo que he reaccionado como yo pensaba que iba a reaccionar, pero sí es cierto que esos momentos de ser tan invasivo no pensaba que nos iba a superar. Pero como decía, la alternativa era irte para casa. Y lo que quieres es ser competitivo, continuar y llegar lo más lejos posible.

En televisión trabajas también como tertuliano, te vemos casi cada día en Espejo Público. ¿Te ha pasado factura opinar libremente? ¿Te has llegado a arrepentir de algo?

Yo creo que cuando uno opina libremente sobre algo, si lo haces honestamente, es muy difícil quedar bien con todo el mundo. Yo soy muy consciente de que cuando digo algo, habrá gente que lo aplauda y otros que lo critiquen. Soy bastante consecuente con las críticas que recibo. Tampoco a las redes sociales le presto demasiada atención, soy consciente de lo que se dice, pero tengo la espalda para eso bastante ancha y no me preocupa mucho.

Hace unos meses, te quejabas entre bromas de la falta de pluralidad entre los tertulianos y colaboradores de Espejo Público. ¿Te gustaría que esto cambiara?

Yo tengo que decir en favor de Espejo Público, y de Susanna [Griso], que soy completamente libre de decir lo que me dé la gana. Nunca en ningún programa en el que yo haya estado me han dicho qué tenía que decir o hasta dónde podía llegar. Eso también es de agradecer. Yo me siento muy libre de decir lo que pienso en cada momento. A eso no le puedo poner ningún 'pero'.

¿Qué te ha parecido la politización que se ha hecho de la figura de Broncano y de su fichaje por TVE?

Yo estaba deseando verlo y tenía muchas ganas de ver de qué eran capaces de hacer en una televisión pública, más allá de lo que estaban haciendo. Tiene mucho mérito que hayan llegado a tener tanto alcance. Él tenía que cumplir las expectativas, porque todos lo que vivimos de la televisión vivimos con la presión de la audiencia día a día. Evidentemente, todo lo que pasa en la televisión pública se multiplica exponencialmente y cuando ellos aceptan esa oferta, que entiendo perfectamente, saben que habrá gente a favor y gente en contra. Tienes que estar preparado para las críticas. Y no pasa nada, ¿eh? Yo creo que a veces le damos más importancia a las críticas de lo que deberíamos. Las constructivas hay que cogerlas y luego hay que entender que no a todo el mundo le vas a caer bien y le va a gustar lo que hagas. Es muy respetable. A mí no me gusta todo lo que hay en televisión y elijo, de eso se trata.

Amaia Montero hablará cuando ella sienta que está preparada y, sobre todo, cuando tenga algo que contar

Gonzalo Miró

Este verano se destapó una guerra interna en Estudio Estadio, con la salida de una compañera que afirmaba no estar de acuerdo con la línea que iba a seguir el programa. ¿Tú estás cómodo? ¿Cómo lo estás viviendo?

Yo llevo muchos años trabajando con Juan Carlos Rivero, me llevo muy bien con él, y creo que es importante que, en general, nos respetemos entre todos para que cada uno pueda hacer lo que crea que tiene que hacer. Es muy respetable que no te guste el formato y prefieras otro, pero también es importante respetar a los compañeros.

Este verano ha sido muy sonada la vuelta de Amaia Montero, con la que tienes una gran amistad. ¿Cómo lo has vivido? ¿Crees que estamos cerca de verla en un plató dando una entrevista?

Últimamente parece que me he erigido como el representante de Amaia [risas]. Yo creo que lo que ha pasado este verano [su regreso a los escenarios de la mano de Karol G] es mucho más importante que verla en un plató de televisión. Lo hará, cuando ella sienta que está preparada y sobre todo cuando tenga algo que contar. Ella es lo que se ve, una persona muy natural, y yo estoy seguro de que, cuando llegue el momento, lo hará. Pero yo de lo que tengo ganas, sobre todo, es de verla sobre un escenario otra vez.

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