Hiba Abouk afronta con ansias renovadas 'Eva y Nicole': “Mi intención es no parar de trabajar”
El nombre de Hiba Abouk empezó a sonar hace más de una década en series de irregular resultado como Con el culo al aire (2012-2014) y En el corazón del océano (2014), ambas de Antena 3. Sin embargo, fue una ficción de Telecinco, El Príncipe (2014-2016), la que cambió por completo la vida de esta actriz de origen tunecino y libio.
De hecho, su éxito fue tan grande que todo apuntaba hacia una prolífica carrera para su protagonista femenina. Sin embargo, Hiba no se dejó llevar por el momento y prefirió tomar un rumbo distinto al que todo el mundo esperaba, tal y como ella misma explicó a verTele: en 2021: “Fue una decisión personal no hacer más series durante un tiempo porque no me apetecía, ya lo había hecho y quería hacer otras cosas en mi vida. Quería tener tiempo para mí, viajar, irme a vivir fuera... Podía permitirme no estar trabajando y decidí no hacerlo hasta que llegara algo que me motivara”.
En los últimos cuatro años, la intérprete ha retomado su actividad profesional con la película Caribe: Todo incluido (2020), la serie Madres (2021) y la ficción francesa Yo maté a mi marido (2021-2022). Lo siguiente será Eva y Nicole, la nueva producción de Antena 3, creada por Daniel Écija y que se estrenará próximamente en Atresplayer y Antena 3
“Mi intención es no parar de trabajar”, avisa la actriz durante su encuentro con este portal y otros medios tras la presentación de la serie en el Festival de Málaga. Eva y Nicole es, según sus palabras, la historia de “dos mujeres inspiradas en mujeres reales de una época en la que no era fácil, como no lo es tampoco ahora, ser una mujer empresaria y tener poder”. Esas dos 'inspiraciones' son Olivia Valère y Regine, las reinas de la incipiente y glamurosa noche marbellí de los años 80.
Hiba Abouk da vida a Eva, que está inspirada (y solo inspirada) en Valère. Su historia arranca en la París de los años 70, cuando entra a trabajar como camarera en el local de Nicole. Casi 20 años después, ambas se reencuentran en un situación muy diferente: Nicole (interpretada por Belén Rueda) es la propietaria de la discoteca más exclusiva de Marbella, mientras que Eva aterriza en la ciudad con una misteriosa fortuna y una sed de venganza que quiere saciar contra quien un día fue su jefa, su amiga... y su mayor traidora. Una mujer a la que quiere ver sufrir tras arrebatarle lo que un día fue suyo.
¿Qué ha sido lo más complicado de interpretar a Eva?
Complicado es entrar en una energía de venganza a veces tan irracional, porque puedes juzgarla si tú no eres así. Esto fue lo más complicado, pero complicado siempre es construir un personaje desde cero. Siempre son los mismos nervios, el mismo miedo y el mismo respeto. Y a la vez nada es complicado, porque al final todo se trabaja con muchísimo amor y con muchísima profesionalidad. Así vas trabajando y lo complicado no es tan complicado, lo difícil se convierte en fácil y lo fácil se convierte en arte, vaya. Pero meterse en una energía tan vengativa y tan oscura, aunque luego se entiende por qué y lo razonas y lo entiendes, realmente es un poco irracional al principio.
¿Tiene su punto divertido hacer de mala?
Tiene su punto de disfrutar muchísimo, por supuesto. Se disfruta mucho.
¿Cómo se construye un personaje como este?
Lo de este personaje es aplicable a todos: es ponerte delante de la hoja en blanco y decidir cómo va a hablar, qué tics va a tener, cómo va a caminar, qué le gusta, qué bebe, va a fumar o no va a fumar, de dónde viene, cómo se llaman sus padres... Es el proceso en el que creas el personaje. Siempre es difícil, pero siempre es apasionante. Con cada personaje es diferente, y en este caso Eva tiene un pasado superduro que se ve desde el primer capítulo. Esto hace que ella cargue con una mochila enorme llena de mucha soledad, porque no tiene familia, solo a un amigo que le acompaña a todas partes. Tener en cuenta todo este dolor durante los primeros capítulos es importante, y no es fácil, aunque tampoco es difícil.
Es tu trabajo y lo disfruta.
Exacto. Y tiene cosas difíciles, pero es trabajo.
¿Fue una tranquilidad para ti estar con Belén, con la que ya habías coincidido en otros proyectos?
Con Belén coincidí en la serie Madres, lo que pasa es que solo nos veíamos en maquillaje y peluquería porque no teníamos trama juntas. Pero sí que sabía cómo era como persona, y como persona siempre la he admirado muchísimo. Me parece que tener como compañero a una buena persona es maravilloso. Saber que iba coprotagonizar la serie con ella fue un notición y una de las cosas que más me apetecían. Es superprofesional, muy buena personal, he aprendido muchísimo de ella, me ha apoyado muchísimo y me ha llevado de la mano a todas partes.
La venganza es un sentimiento humano, y quien diga que no la ha sentido está mintiendo
Has contado en la presentación que te presentaste al casting con una peluca para parecerte a Olivia Valére. ¿Sueles tener esta clase de detalles cada vez que te presentas a un casting?
Como me dijeron en un principio que Eva estaba inspirada en Olivia Valère, que yo no tenía de quién era ella porque he pisado Marbella, pero no he salido de fiesta ni nada, no lo sabía. Luego me enteré de un montón de cosas de esa señora, que es fascinante. Y claro, esa señora era rubia y yo soy morena. Entonces dije que tenía que ponerme una peluca. Aunque, bueno, yo solo sabía que en el proyecto esta Belén y Belén es rubia, así que pensé que no me pondrían a mí de rubia porque no querrían dos rubias. O sí, nunca se sabe.
Entonces dije que si tenía que ser Olivia Valère iba a ser Olivia Valère. De hecho, me puse también un vestido que se parecía muchísimo a uno de los que ella tenía. Y así fui. Y para otros castings últimamente hago cosas parecidas. He decidido hacerlo para ir a muerte. Además, me lo paso muy bien, me saca de mí y me divierte. Creo que esto forma parte del trabajo.
¿Es una vía de escape para ti interpretar personajes?
Para empezar, es mi profesión. Y además, mi profesión es muy catártica en este sentido, sí.
¿Hay un final cerrado o queda abierto para más temporadas?
El final queda abierto para otra temporada.
¿Qué fue lo que más te sedujo del proyecto para embarcarte en él?
La historia, tanto la de la mi personaje como el de Belén. Y también que los personajes de dos mujeres poderosas fueran los protagonistas de una ficción. Dos mujeres inspiradas en mujeres reales de una época en la que no era fácil, como no lo es tampoco ahora, ser una mujer empresaria y tener poder. Esta es la historia de mujeres impresionantes que consiguieron cosas que nadie conseguía. Además en un mundo, la noche de Marbella, tan machista y sexista. Ellas lograron su sitio y hacerse respetar. Indagar en la figura de la mujer fuerte que lucha contra viento y marea, y que es poderosa, me gustó muchísimo del personaje.
Has dicho que entrar en esa sed de venganza que tiene Eva es lo que más te ha costado del personaje. ¿Has acabado entendiendo sus sentimientos?
Por supuesto, si no no lo hubiera podido interpretar. Claro que lo he podido entender. Además, que la venganza es un sentimiento humano, y quien diga que no la ha sentido está mintiendo. Lo que pasa es que a mí no me gusta la venganza, así que me dije que la vida de Eva no era la mía, que no debía juzgarla y que tenía que ir a muerte con el personaje.
¿Qué es lo más divertido que has tenido que hacer como esta mala vengativa?
Reírme de Nicole en su cara. Ha sido placentero mirarla a los ojos y decirle: “Voy a montar una discoteca”.
Entonces, ¿quedamos en que tú eres la mala?
Sí,
Pero Nicole, buena, lo que se dice buena, tampoco es...
Nada es lo que parece. En el primer capítulo parece que la mala soy yo y la buena es ella, pero luego ya...
Igual es que las dos son buenas y malas.
Igual es que la vida tiene todos esos matices.
Has dicho que la serie toca muchos géneros. ¿A ti qué te gusta más, trabajar la comedia, el drama...?
Yo me divierto mucho con las cosas de acción porque me gustan mucho las cosas físicas. Me lo paso increíble porque me creo una mujer con un superpoder. También me divierte muchísimo la ironía, interpretarla me hace mucha gracia. Además, la serie también cuenta con golpes de humor bastante buenos. El personaje de Belinda Washington, Renata, que es la amiga íntima de Nicole, lo hace muy bien en este sentido. Me lo he pasado muy bien en este rodaje.
También hay escenas subidas de tono. ¿Habéis tenido coordinador de intimidad?
Por supuesto. Lo hacíamos todo como una coreografía. Es lo menos complicado. Vamos, a mí no me supone ningún problema. En ficción interpretas cosas que pasan en la vida misma: sufres, lloras, hacer el amor, te caes y te levantes. No vamos a ir a medias tintas.
Hasta que no te conviertes en un personaje público conocido no sabes qué cosas acarrea todo eso
Además de ahondar en la figura de Olivia Valère, ¿te informaste de algo más de la Marbella de aquellos años? ¿Miraste las revistas del corazón de la época, por ejemplo?
Leí muchísimas revistas del corazón porque en la serie hay personajes secundarios inspirados en personajes reales que no sabían quiénes eran. Gunilla [von Bismark], por ejemplo. Busqué por internet, vi revistas, vídeos en YouTube... Además, tengo amigos que estuvieron en Olivia Valère y se lo pasaron muy bien. Eso está muy bien al principio, pero luego, cuando empecé a rodar la serie, pasé olímpicamente de todo esto porque no hay casi nada de esto para mi personaje. Eva se dedica a una cosa a la que Olivia jamás se hubiera dedicado. Quise componer un personaje prácticamente desde cero.
Imagino que ahora tu intención es ir encadenando un proyecto tras otro ahora que has vuelto a la ficción.
Totalmente. Si todo va bien tendré otro proyecto para final de año. Además, me apetece mucho hacer teatro, así que a ver si lo puedo compaginar para el año que viene. Pero sí, mi intención es no parar de trabajar.
¿Te costó asimilar el 'boom' de 'El Príncipe'?
Yo sabía que iba a tener éxito, pero no sabía qué era el éxito. Yo sabía que iba a funcionar porque leía los guiones y me encantaba la serie, pensaba que iba a ser un pepinazo. Sin embargo, no sabía lo que era petarlo. Hasta no te pasa no lo sabes. Hasta que no te conviertes en un personaje público conocido no sabes qué cosas acarrea todo eso. Entonces, no es que me costara asimilarlo, es que me pilló de nuevas.
Nadie te dijo lo que era de verdad el éxito.
Nadie me dijo lo que era, así que me pilló de nuevas y lo fui asimilando y digiriendo poco a poco. Eso sí, siempre con muchísima alegría, porque eso significa que tu trabajado ha gustado y ha tenido éxito. Ojalá me pase siempre. Estoy superagradecida de tener que asimilar el éxito de El Príncipe.
Es una serie que sigue muy vigente.
Sí, desde que la pusieron en Netflix hace un año se convirtió en lo más visto de Netflix. Además, como fue una de las últimas series que se estrenaron en televisión antes de que llegara el 'boom' de las plataformas, las familias y los grupos de amigos se reunían para verla. Era algo muy social quedar para ver El Príncipe. Era como quien queda para ver el fútbol. Esto me parece lo más bonito del éxito de la serie, y que a los que formamos parte de ella nos haya dado una visibilidad para seguir trabajando, obviamente. Que una ficción consiga estas cosas es muy bonito.