Madres regresó este jueves 23 de septiembre a Amazon Prime Video con una tercera temporada que presenta importantes cambios en el elenco, con Hiba Abouk como incorporación estrella. La actriz vuelve a una serie siete años después de El Príncipe, el proyecto que le puso en boca de todos y tras el cual decidió apartarse temporalmente de la ficción para vivir otras experiencias.
“Fue una decisión personal no hacer más series durante un tiempo porque no me apetecía, ya lo había hecho y quería hacer otras cosas en mi vida. Quería tener tiempo para mí, viajar, irme a vivir fuera... Podía permitirme no estar trabajando y decidí no hacerlo hasta que llegara algo que me motivara”, declara en una entrevista concedida a verTele.
Ahora, después de probar suerte en Francia y de dar a luz a su hijo Amin, regresa a una serie de Mediaset [se verá en algún momento en abierto tras su estreno en Prime Video] que, según afirma, le viene “como anillo al dedo”. Sobre su retorno, el panorama actual de la ficción y sus perspectivas de futuro, en el que está un proyecto internacional que ya ha rodado, nos habla bajo estas líneas.
Llegas a la tercera temporada de Madres como una de las incorporaciones principales del nuevo elenco. ¿Cómo es tu papel en la serie?
Mi papel es el de Raquel, una joven madre primeriza que llega al hospital con muchísima alegría e ilusión, y tras ponerse de parto el día más feliz de su vida acaba siendo una pesadilla. No sucede como ella esperaba y todo se complica muchísimo: desde la salud del bebé hasta su salud mental.
Madres es una serie que apela mucho a las emociones. Aunque tu historia personal no tenga que ver con la de Raquel, ¿te ha servido tu propia experiencia como madre para abordar el personaje?
Sí, obvio que mi experiencia de madre me ha servido. No mucho, porque afortunadamente mi experiencia es muy positiva, pero por ejemplo a la hora de rodar el parto he agradecido haberlo vivido para saber de lo que hablaba. Hay cosas de mi maternidad como Hiba me han ayudado mucho para afrontar el personaje de Raquel.
¿Cómo ha sido incorporarte una serie que llevaba ya dos temporadas?
Es verdad que cuando te incorporas a un proyecto que ya lleva un par de temporada dices 'a ver con qué pie llego'. Pero la verdad es que todo transcurrió de una manera natural y súper bien. Parece un tópico, pero llegué a un equipo que era súper sólido y súper feliz porque les cuidaban muchísimo desde producción. Desde maquillaje, los cámaras y todos eran felices de estar en Madres, y eso te contagia a ti también felicidad y alegría. Me acogieron súper bien. Tengo mucha trama sobre todo con Aida Folch y con ella fue increíble. Desde los primeros ensayos quedamos a tomar algo y empezamos a trabajar juntas nuestros personajes. Ha sido un proceso súper bonito y en este proyecto en concreto me he sentido desde el primer día como si hubiera estado con ellos siempre.
Vuelves a una serie de televisión 7 años después de El Príncipe, tu último gran proyecto de ficción. ¿A qué se debe este tiempo de ausencia tras un éxito como aquel? ¿Fue una decisión personal, o falta de proyectos interesantes?
Fue un poco de todo. Cuando terminé El Príncipe fue una decisión personal no hacer más series durante un tiempo porque no me apetecía, ya lo había hecho y quería hacer otras cosas en mi vida. Quería tener tiempo para mí, viajar, irme a vivir fuera... Podía permitirme no estar trabajando y decidí no hacerlo hasta que llegara algo que me motivara. Me metí en otros proyectos que me gustaban más, aunque no tuvieran la misma repercusión, como el cine independiente que hice en Francia y Canadá.
¿Qué ha tenido Madres para convencerte?
Vi la primera temporada de Madres y me gustó muchísimo. Lo que más me convenció fue el proyecto en sí: el 'elencazo' que hay, las tramas que eran muy buenas, la historia y ese protagonismo a las madres. Yo acababa de ser madre y sentí que era la serie que me venía como anillo al dedo ahora mismo.
¿Es el primer proyecto de una nueva etapa? ¿Tienes en mente retomar definitivamente tu participación en series de TV?
Sí, sí. Sin prisa, pero sí. Después de rodar Madres rodé otra serie, en este caso en Francia, que se estrena a finales de año. También he rodado un corto que estrenaremos en el Festival de San Sebastián. Así que sí, voy haciendo cosas pero me tomo el trabajo con muchísima calma. No entro en la vorágine de un proyecto detrás de otro. No es mi prioridad, afortunadamente.
Desde la emisión de El Príncipe, que tuvo audiencias medias de 5 millones de espectadores en Telecinco, ha cambiado mucho el panorama para las series de televisión. ¿Cómo ves esta nueva realidad?
A mí me parece estupendo porque hay muchas más producciones, hay muchas plataformas y hay muchísimo más trabajo para este gremio que tiene una tasa de paro enorme, entonces me parece fenomenal. Es un momento brillante para la ficción.
Con El Príncipe viviste uno de los últimos grandes éxitos de la ficción en abierto. ¿Te da pena que las series ya no sean evento?
Me da más pena que la gente ya no vaya al cine porque se ha acostumbrado a ver las películas en plataformas en sus casas. Y en cuanto a que ver una serie ya no es un evento... ¿sabes lo que más me gustaba de todo lo que me decían en la etapa de El Príncipe? Mucha gente me decía que era el único momento en que se juntaba toda la familia a hacer una misma cosa. Eso es brutal, porque solo pasaba una vez a la semana a las 22:30h y tenías que estar ahí. Y eso es precioso. Pero por otro lado, lo que está pasando ahora también tiene muchas cosas positivas: hay más acceso, más posibilidades, más libertad para verlo todo cuando puedas... Todo tiene sus pros y sus contras, y yo me quedo siempre con lo positivo.
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